¿Qué desafíos implica liderar en Argentina hoy? 

La realidad es que el nivel de complejidad que tiene Argentina pocas veces lo ves en otros lados. El mundo es naturalmente más VICA por diferentes razones, por temas geopolíticos, de salud, cuestiones ambientales. Pero independientemente de eso, que es una regla común a todos, en Argentina hay una exacerbada complejidad, desde mi perspectiva innecesaria, que hace que sea todo más difícil, más cuesta arriba. Esto es parte de lo que tenemos que lidiar. Igual, que estemos acostumbrados no quiere decir que sea normal: ¿por qué llevarlas como si fueran territorio normal? No, si es anormal es anormal y eso lo vivimos nosotros. 

¿Se puede pensar en inversiones en este contexto? 

Es un mercado que miramos en el largo plazo y como tal construimos valor en función del largo plazo. Hacemos 150.000 km por día con nuestros camiones para llegar con productos refrigerados a cada punto de venta. Si eso lo tuviéramos que pensar a corto plazo, no lo hacemos nunca. Ahora, ese largo plazo implica empezar a trabajar en las precisiones de transformación para poder cumplir con los propósitos, para que pueda llegar en el momento adecuado. 

Nosotros tenemos un propósito clarísimo, que es brindar salud a través de la alimentación a todos los consumidores en forma sustentable, y eso implica que no podés hacer miradas de cortísimo plazo, tenés que planificar, tenés que pensar en cómo vas a llevar adelante ese proceso de cercanía con el consumidor adaptándose a lo que va cambiando. La pandemia fue un acelerador. La gente demanda más salud, le damos más salud. A pesar de las complejidades locales (inestabilidad económica y política, reglas de juego cambiantes, condiciones desfavorables para la inversión), en el mundo también aparecen otras. 

¿El año que viene vamos hacia la estabilización?

Desde mi perspectiva, la estabilización después de tantos años de inestabilidad no va a ser algo inmediato. Ahora bien, la sociedad se cansó de estas formas, que son absolutamente perjudiciales, como estar expuesta a alta inflación por incrementos de costo debido a una política monetaria donde hay una emisión demasiado exacerbada, entre otras cosas, y una inestabilidad política hace que el hartazgo de la gente sea mayor. Hay un contexto de acceso a la información de la sociedad que deja en evidencia las cosas buenas y las malas. Vamos a tener que pasar por un proceso probablemente doloroso de ajuste (en el sentido de cambiar de una forma a otra), y esos son procesos que llevan un tiempo. No va a ser algo inmediato, pero dado que la gente se hartó de esta forma, va a ser un proceso positivo. 

¿Qué medida le pedirías al próximo Gobierno? 

El equilibrio fiscal. Es inconcebible pensar en que podemos sistemáticamente gastar más de lo que generamos, no se puede. Esa es la primera medida que pediría, no importa de qué color político. Segundo, dar libertad para emprender. Cuando uno pone el pie arriba de la iniciativa privada, lo único que hace es que no haya iniciativa. Cuando hubo momentos de libertad para encarar proyectos, eso hizo que la nación argentina tuviera el brillo que supo tener. Tercero, saber que estamos en una misma sociedad y que si estamos todo el día peleados no vamos a llegar a nada. Poder amigarnos y buscar construir sobre las coincidencias nos va a ayudar mucho a motorizar a la sociedad