Vitalik Buterin, cofundador de Ethereum, abrió esta mañana el Ethereum Day en Devconnect Argentina 2025 con un mensaje claro: la industria cripto está entrando en una etapa donde la transparencia, la descentralización y la colaboración global serán intereses estratégicos para el sector.
En una Rural colmada, el desarrollador de 31 años, una figura ya legendaria para el ecosistema, dedicó casi una hora a explicar por qué Ethereum está viviendo su mayor ciclo de innovación desde su creación. "Ethereum no existe para congraciarse con gobiernos, corporaciones o potencias. Es una red global diseñada para proteger la libertad de las personas", aseguró Buterin en un mundo de tensiones geopolíticas crecientes. Y agregó: "El propósito profundo detrás del 'world computer"'que propone Ethereum es un sistema abierto, resistente a censura, verificable por cualquiera y capaz de ejecutar programas sin depender de intermediarios".
La presentación de Buterin en Devconnect
La visita de Buterin inaugura una semana que ya hizo historia: la Ciudad de Buenos Aires se transformó en la capital mundial de Ethereum, con más de 8.000 especialistas y 15.000 entradas solicitadas para Devconnect, el máximo récord del evento. El impacto económico superará los US$ 50 millones según los organizadores del evento, con ocupación hotelera plena y restaurantes saturados en Palermo, Recoleta y Belgrano.
Devconnect no es una conferencia tradicional: es una reunión global de más de 300 actividades simultáneas (hackathons, charlas técnicas, workshops, espacios culturales) que reflejan el espíritu descentralizado del proyecto. Pero la presencia de Vitalik fue, sin duda, el momento más esperado.
Durante su exposición, Buterin retomó los casos FTX y Mt. Gox para explicar por qué la filosofía original de Ethereum se vuelve más relevante que nunca. "FTX es el ejemplo perfecto de lo que sucede cuando tomás los principios de Ethereum y los girás 180 grados", afirmó. "Era un exchange totalmente centralizado en el que la gente depositó enormes cantidades de dinero sin tener forma de verificar si era solvente. Y finalmente quedó claro que no lo era". Para él, la lección es evidente: "La tecnología descentralizada existe para que no tengas que confiar. No importa quién sea el 'buen chico' de turno; lo importante es que el sistema funcione sin depender de la buena voluntad de nadie".
Comunidad vs. empresa: el corazón del ecosistema
Buterin también dedicó varios minutos a marcar la diferencia entre un servicio centralizado y una verdadera comunidad. "Una empresa es una estructura en forma de hub: hay un centro que hace cosas y cobra por ellas. Una comunidad es algo completamente distinto: miles de personas construyendo para miles de personas", explicó. Incluso, señaló que modelos elogiados como la e-residencia de Estonia funcionan bien como proveedores de servicios digitales, pero no generan comunidades reales. "Son sistemas valiosos, pero no son comunidades. Ethereum sí lo es, porque está abierto no solo al consumo sino también a la creación".
El creador de Ethereum no evitó hablar de las limitaciones del ecosistema. "Bitcoin es como Twitter para tu cuenta bancaria. Nadie quiere que todas sus transacciones sean públicas", dijo en referencia al problema de privacidad en las cadenas públicas. También reconoció que la blockchain no está diseñada para tareas de computación pesada, como generación de imágenes o modelos de IA, ni para obtener información verificable del mundo real sin intermediarios. "Las cadenas pueden combinarse con otras herramientas para resolver parte de esto, pero solas no alcanzan", sostuvo.
Por qué la escalabilidad 2025-2027 es decisiva
Buterin señaló que Ethereum atraviesa su período de mayor expansión técnica. "El gas limit ya creció 50% este año y hay un movimiento para llevarlo a 60 millones", detalló. Destacó además dos avances clave: EIP-7732 y los block-level access lists. Según explicó, esas innovaciones permitirán procesar bloques de manera paralela y aumentar sustancialmente la capacidad de la red sin sacrificar descentralización. "Esto hará que Ethereum sea mucho más performante y capaz de manejar aplicaciones de alto volumen", aseguró.
Buterin se mostró especialmente entusiasmado con el impacto de los ZK-EVMs. "Sin esta tecnología, sincronizar un nodo completo puede tomar cuatro días, más de un terabyte de almacenamiento y un uso intensivo de CPU. Con pruebas ZK podés verificar bloques sin ejecutar todo vos mismo", explicó. Y anticipó un cambio de era: "Es totalmente posible que, en uno o dos años, mucha más gente pueda correr un nodo desde una notebook o incluso desde un teléfono. Eso es descentralización real".
La visión de largo plazo
De cara al futuro, Buterin aseguró que Ethereum está avanzando hacia versiones más resistentes, optimizadas y pensadas para las próximas décadas. Habló de máquinas virtuales más rápidas, funciones ZK-friendly como Poseidon, mayor resistencia cuántica y verificación formal del protocolo. "Estamos incorporando todo lo que aprendimos en los últimos cinco años y también lo que solo se volvió posible en el último lustro. Esto nos permitirá una nueva magnitud de escalabilidad en la capa base", dijo.
Hacia el cierre, Buterin invitó a los asistentes a involucrarse activamente en el ecosistema. "Es sano ser personas integrales en este espacio. Pagá un café con cripto, instalá una wallet, usá un DApp, escribí un contrato inteligente por primera vez", alentó. También subrayó el rol particular de Argentina: "Es un gran lugar para ver cómo todas estas tecnologías interactúan con la vida real. Hay mucha adopción en todos los niveles".
Entre preguntas del público, Buterin contó una anécdota curiosa: "El nombre Ethereum lo saqué de una lista de elementos de ciencia ficción. Sonaba bien. Y creo que la razón por la que estaba ahí es una película japonesa, Castle in the Sky, donde aparece un cristal llamado Ethereum. Cuando vi la película años después, me sorprendí: el cristal se parece al logo". Antes de despedirse, dejó una recomendación muy terrenal: "Coman bien, tomen agua, disfruten el aire. Tengan una gran semana".