El turismo en Estados Unidos espera un crecimiento importante con el Mundial de 2026, aunque las amenazas reiteradas del presidente Donald Trump de quitarles partidos a las ciudades gobernadas por demócratas generan incertidumbre, tanto para los viajeros como para la economía.
EE.UU. apuesta al Mundial como una oportunidad clave para recuperar ingresos en 2026, tras una fuerte caída en la llegada de visitantes internacionales en 2025. En una conferencia de prensa en el Despacho Oval, el lunes, el presidente norteamericano insistió en su amenaza de que la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) podría quitarle partidos a las ciudades gobernadas por demócratas que están previstas como sedes del torneo el próximo verano. "Van a tener que comportarse", declaró en referencia a gobernadores y alcaldes.
Trump apuntó especialmente contra el nuevo alcalde socialista demócrata de Seattle y le preguntó al presidente de la FIFA, Gianni Infantino: "¿Qué tan de cerca va a vigilar esa ciudad con la delincuencia que hay en ella?". La presidenta y directora ejecutiva de la Comisión Deportiva de Seattle, Beth Knox, expresó en un comunicado enviado el miércoles a The Seattle Times que la ciudad "confía en que los partidos se llevarán a cabo en Seattle según lo previsto".
Las 16 ciudades anfitrionas en América del Norte —11 en Estados Unidos, tres en México y dos en Canadá— firmaron un contrato con la FIFA y están comercializando paquetes de patrocinio.
Hasta el miércoles, dos de los 12 países incluidos en la lista de prohibición de viajes dispuesta por Donald Trump —Irán y Haití— ya habían conseguido su clasificación al Mundial, mientras que otro más —la República del Congo— todavía tenía chances de lograrlo. Esa restricción impide que los hinchas de esos países viajen a Estados Unidos para ver a sus selecciones.
¿Cuánto se espera que impacte la Copa del Mundo en la economía de Estados Unidos?
Según un análisis de la FIFA y OpenEconomics, la Copa Mundial generaría una producción económica de US$ 30.500 millones y crearía 185.000 empleos en Estados Unidos el próximo año. El informe estima que cerca del 40% de los 6,5 millones de asistentes previstos serán aficionados internacionales, que permanecerán en el país un promedio de 12 días, comprarán dos entradas por persona y gastarán unos US$ 416 diarios.

La FIFA aconsejó a las ciudades sede del torneo que esperaran una participación equilibrada entre visitantes locales y extranjeros, según señalaron a Forbes funcionarios de turismo de Filadelfia y Kansas City, dos de las ciudades anfitrionas. Sin embargo, Tourism Economics, una división de Oxford Economics, proyecta que Estados Unidos recibirá solo 1,24 millones de visitantes internacionales, menos de la mitad de lo estimado por la FIFA.
De todos modos, la firma especializada en análisis turístico espera que el torneo contribuya a revertir la fuerte caída del 6,3% del turismo internacional receptivo desde que Donald Trump asumió la presidencia, un descenso atribuido principalmente a sus aranceles, su discurso de "Estados Unidos Primero" y sus políticas migratorias. Tourism Economics proyecta un repunte del 3,7% en la llegada de turistas internacionales el próximo año, y calcula que casi un tercio de ese crecimiento estará vinculado directamente con la Copa Mundial.
"Por favor, no permitan que el fútbol se vea arrastrado a todas las batallas ideológicas o políticas", dijo Infantino antes del Mundial de Qatar 2022.
Aunque los referentes del sector turístico mantienen el optimismo por el impulso que podría generar el torneo, algunos expresaron su preocupación por el efecto que podrían tener la retórica y las decisiones del actual presidente sobre parte del público extranjero. "La retórica de la administración contra todo lo que no sea estadounidense es bastante común", afirmó Jan Freitag, director nacional de análisis de hostelería de CoStar Group, el mes pasado. "Creo que algunos dirán: 'Si soy de Europa y el próximo Mundial se celebra en Europa, entonces quizá no vaya'", deslizó
¿Trump podría quitarles partidos del Mundial a ciudades donde no es popular?
Es altamente improbable. Faltan siete meses para el inicio del torneo y ya se vendieron millones de entradas, por lo que modificar las sedes implicaría un caos legal y logístico para la FIFA. Aun así, Trump insistió en más de una ocasión en que Gianni Infantino debería retirar el torneo de las ciudades cuyos dirigentes políticos se opusieron a sus medidas contra la inmigración.
El mes pasado apuntó contra Boston al expresar su malestar con la alcaldesa Michelle Wu, a quien calificó de "izquierdista radical", y dijo: "Podríamos quitarles [los partidos del Mundial]". Luego arremetió contra Seattle por haber elegido a una alcaldesa "comunista" y, en una reunión con Infantino en el Despacho Oval el lunes, le preguntó: "¿Puedo decir que estamos trasladando el evento a una sede donde será bien recibido y seguro?".

Infantino intentó calmar el tono, y respondió que la seguridad "por supuesto es responsabilidad del gobierno" y que "obviamente lo discutiremos, estamos trabajando juntos, debemos garantizar que todos los aficionados que vengan del extranjero puedan disfrutar de la celebración de este deporte con total seguridad".
Otros dirigentes de la FIFA se mostraron más firmes ante las declaraciones de Trump. "Al fin y al cabo, es el torneo de la FIFA, la FIFA toma esas decisiones", sostuvo Victor Montagliani, vicepresidente de la organización, en una cumbre deportiva realizada en Londres el mes pasado. Y agregó: "Con el debido respeto a los actuales líderes mundiales, el fútbol es más grande que ellos y el fútbol sobrevivirá a su régimen, a su gobierno y a sus eslóganes".
¿Por qué genera polémica la relación entre Trump y la FIFA?
Desde julio, la FIFA instaló oficinas en la Torre Trump de Manhattan. Para los críticos del presidente estadounidense, eso representa otro caso en el que mezcla su rol como jefe de Estado con sus negocios personales. Gianni Infantino, presidente del organismo, asistió a la asunción de Trump en enero y se mostró como un firme defensor del mandatario.
Al mismo tiempo, distintas entidades del fútbol internacional también cuestionaron la cercanía entre ambos. En mayo, la UEFA criticó con dureza a Infantino por llegar tarde al Congreso de la FIFA luego de acompañar a Trump en su gira por Medio Oriente. La organización europea lo acusó de priorizar sus vínculos políticos antes que sus responsabilidades al frente del fútbol mundial.
A comienzos de este mes, Infantino anunció que Trump será galardonado con el nuevo Premio de la Paz de la FIFA, tras no haber recibido el Nobel.
*Con información de Forbes US.