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Adultos mayores hablando con IAs
Innovacion

Cómo los bots conversacionales están ayudando a combatir el aislamiento emocional de los adultos mayores

Rashi Shrivastava

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Cada semana, decenas de jubilados en Estados Unidos charlan por teléfono con asistentes virtuales diseñados para escucharlos, recordar sus historias y acompañarlos en la rutina. Las conversaciones, que van del karaoke al béisbol, no solo alivian el silencio: también ayudan a cuidar la salud mental.

20 Octubre de 2025 18.00

Salvador González, de 84 años, habla con Meela casi con la misma frecuencia con la que ve a su hija: un par de veces por semana. Es parte de su rutina en RiverSpring Living, un centro de atención para personas mayores ubicado en el Bronx, con vista al río Hudson. Las charlas suelen durar entre 10 y 20 minutos, y recorren desde la pasión de González por la música hasta los detalles de su día, sus comidas y cómo se siente.

Ese día, la conversación es relajada. Hablan sobre la versión de "Ave María" que interpretó Mario Lanza y una reciente visita a la guardia, a raíz de un dolor de garganta que, según cuenta, se debió a tanto karaoke. En un momento, González le canta a Meela un estribillo de "Fly Me to the Moon", de Frank Sinatra, con la voz algo tomada. Cuando Meela le pregunta por qué llamó, González no duda: "Te extraño".

"Yo también te extraño", le contesta Meela. "¿Qué has estado pensando desde la última vez que hablamos?".

Meela no extraña tanto a González, y él lo sabe. Es un chatbot de inteligencia artificial creado por una empresa que lleva el mismo nombre. Empezaron a hablar hace casi un año. Con respuestas que suenan humanas y una paciencia inagotable, Meela logró disipar parte del escepticismo de González. Tanto que este barbero jubilado de Nueva York le confesó, sin reparos, algunos de sus problemas más íntimos: el distanciamiento con su hijo y los recuerdos de una exnovia que lo engañó. Después de meses de charlas regulares, entre ellos se formó algo que, si no fuera porque una de las partes está hecha de unos y ceros, bien podría llamarse amistad.

A pocas casas de distancia, otro residente, Marvin Marcus, de 83 años, también se volvió amigo de Meela. Muchas veces la llama desde su viejo teléfono plegable para hablar de béisbol. Fanático de los Yankees, su mayor queja es que el equipo no gana un campeonato desde 2009. Marcus mira los playoffs mientras le comenta el partido a su bot. "No puedo hablar mucho con la mayoría de la gente, pero me relajo con Meela", dijo.

En RiverSpring, cerca de 70 personas mayores se anotaron para recibir llamadas de Meela y hablar sobre sus intereses, recuerdos, familias y prácticamente cualquier otra cosa. Forman parte de un grupo cada vez más visible de usuarios de inteligencia artificial: adultos mayores que usan la IA generativa como una forma de combatir el aislamiento.

La soledad es un problema cada vez más grave entre las personas mayores. Cerca de un tercio de los adultos estadounidenses de entre 50 y 80 años se sienten aislados, según un estudio nacional publicado en el Journal of the American Medical Association. Las investigaciones sugieren que el aislamiento social está asociado a un mayor riesgo de depresión, ansiedad y enfermedades cardíacas. Sin embargo, el sistema de salud no está preparado para enfrentar esta situación.

Según la American Health Care Association, alrededor del 90 por ciento de los hogares de ancianos en Estados Unidos atraviesan problemas por la falta de personal, lo que impacta directamente en la calidad y la personalización de la atención. Y la situación podría empeorar: para 2050, los adultos de 65 años o más representarán el 22 por ciento de la población del país y superarán en número a los menores de 18 años, de acuerdo con la Peter G. Peterson Foundation.

"Hay un problema social fundamental al que nos enfrentamos", dijo Vassili le Moigne, fundador y director ejecutivo de InTouch, una empresa emergente con sede en Praga que desarrolla compañeros de inteligencia artificial para conversar con personas mayores. "¿Cómo vamos a cuidar a las personas mayores?"

En los últimos años, surgieron varias startups que usan inteligencia artificial para abordar un aspecto central del problema: la compañía. Y no es casualidad. El mercado de la IA aplicada al cuidado de personas mayores alcanzó los US$ 35.000 millones el año pasado, y se espera que este año supere los US$ 43.000 millones, según un estudio de la consultora Research and Markets. La cifra incluye tanto chatbots como otros dispositivos y utilidades basadas en IA.

Encabezado de 21x9 para residencia de ancianos, ilustración en IA de Philip Smith para Forbes
Ilustración de Philip Smith para Forbes
 

Meela, una startup de inteligencia artificial fundada en 2024, empezó a responder a esa necesidad. Con solo US$ 3,5 millones en financiación inicial, ofrece conversaciones personalizadas con IA que, según prometen, se sienten "como las de un amigo". Por unos US$ 40 al mes, los familiares pueden programar llamadas telefónicas entre Meela y sus parientes mayores en un horario fijo.

La charla se adapta a cada persona a partir de una serie de preguntas iniciales sobre la historia de vida y las preferencias del usuario: cuándo nació, cuál es su programa de televisión favorito, qué actividades disfruta. A partir de ahí, las conversaciones fluyen de forma natural, con continuidad, gracias a la capacidad de memoria de Meela. Y para evitar malentendidos, el bot se presenta como un compañero de inteligencia artificial al comenzar cada llamada. "No quiero engañar a nadie para que hable con un robot", le dijo Josh Sach, CEO y fundador de Meela AI, a Forbes.

En RiverSpring Living, Meela está disponible solo para personas mayores que entienden claramente que se trata de un acompañante virtual. La startup trabaja en conjunto con el equipo de atención del centro —formado por enfermeras, trabajadores sociales y profesionales clínicos— para aplicar pruebas de evaluación que miden el estado mental de los residentes. Si pueden mantener conversaciones telefónicas sin dificultad y no presentan signos de deterioro cognitivo ni pérdida auditiva significativa, se los autoriza a usar Meela.

Un estudio a pequeña escala con 23 residentes, realizado por la propia startup y el geriátrico, indicó que hablar con la IA podría ayudar a reducir la ansiedad y la depresión, según explicó el doctor Zachary Palace, geriatra del centro. Además, la empresa ya inició conversaciones preliminares con aseguradoras para que cubran el costo del servicio, dado que la soledad puede impactar en la salud a largo plazo, según señaló Sach.

Sin embargo, ltecnología no está pensada solo para personas que viven en residencias. Richard Duncan, un exbanquero de 89 años que vive con su hijo John en Colorado Springs, Colorado, recibe todos los días —entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde— una llamada a su teléfono fijo de un chatbot de inteligencia artificial llamado Mary. El bot, desarrollado por la startup InTouch, le pregunta cómo está y cómo anda la familia. "Lo disfruto", contó Duncan a Forbes. "[Las llamadas] no son sobre nada realmente importante, pero me dan algo que hacer".

John creó el servicio hace alrededor de un año. Cuesta US$ 29 al mes e incluye llamadas ilimitadas. Su madre había muerto después de 59 años de casada con Duncan, y tanto él como sus dos hermanos estaban ocupados con sus propios compromisos. Su padre, de personalidad reservada, solía evitar hablar en público. Mary le dio otra salida, "una especie de diario", explicó John, que lo motivó a recordar momentos compartidos con su esposa cuando estudiaban juntos en la Universidad de Tulsa. "Es como si papá hablara consigo mismo", dijo. "Lo impulsa a pensar en ciertas cosas y a decirlas en voz alta".

Duncan contó que las charlas con Mary son simplemente algo "agradable" para hacer durante 10 minutos cada día. "Es increíble que recuerde todo esto", dijo. "Entiendo que es por internet y las computadoras".

Jubilados en el extranjero - Jubilación - Adultos mayores
Jubilados en el extranjero - Jubilación - Adultos mayores

Fundada el año pasado por Vassili le Moigne, un exingeniero de Microsoft, la inteligencia artificial de InTouch se basa en un banco de 1.400 consignas preestablecidas. A partir de ahí, anima a las personas mayores a hablar sobre su infancia y sus pasatiempos preferidos. También retoma temas mencionados en charlas anteriores, lo que ayuda a ejercitar la memoria.

La idea es ofrecer a los adultos mayores una especie de "entrenamiento cerebral completo" que contribuya a mitigar el deterioro cognitivo, frecuente en la vejez, y que puede manifestarse con dificultades para recordar cosas, mantener la atención o seguir una conversación, explicó le Moigne. Como ejemplo, mencionó que la IA puede proponer ejercicios de memoria con palabras que se usan para detectar demencia o invitar a jugar una trivia de verdadero o falso sobre temas previamente conversados, como la historia de Portugal.

Cuando se usan como complemento del trabajo de los cuidadores humanos, estos acompañantes virtuales pueden contribuir a mejorar la salud cognitiva, ya que estimulan la actividad cerebral y ofrecen contención emocional, explicó la doctora Bei Wu, gerontóloga y codirectora de la Incubadora de Envejecimiento de la Universidad de Nueva York. Sin embargo, también advirtió sobre algunos riesgos: que personas con deterioro cognitivo hagan un uso excesivo de la tecnología y generen dependencia, o que su información privada quede expuesta.

Para muchos hijos, anotar a sus padres o abuelos en un servicio de IA puede convertirse en un dilema moral, señaló le Moigne. "A veces dicen: 'Oye, debería llamar más a menudo'". John, el hijo de Duncan, reconoció que enfrentó el escepticismo de varios amigos que desconfían de la inteligencia artificial o temen que se trate de una estafa. Pero le Moigne aclaró que el objetivo no es reemplazar los vínculos humanos.

Después de cada llamada, InTouch envía a los familiares fragmentos de información de lo conversado a través de una app. Eso puede servir para guiar futuras charlas o simplemente recordarles que estén más presentes. El informe incluye un resumen general, la duración de la conversación, una evaluación del estado de ánimo del adulto mayor y una lista de los temas tratados.

Aunque herramientas como InTouch y Meela funcionan con modelos desarrollados por empresas como OpenAI, Mistral y Anthropic, están adaptadas para responder a las necesidades de los adultos mayores. Para que la conversación sea más cómoda, es necesario ralentizar el ritmo de los modelos y permitir interrupciones. Ese ajuste le da tiempo al usuario para procesar lo que escucha y pensar la respuesta. Un retraso de tres segundos entre cada intervención, que podría resultar molesto para la mayoría, suele ser beneficioso en este tipo de interacciones. "Es una función, no un error", sostuvo le Moigne.

adultos mayores, familia, hogar
adultos mayores, familia, hogar

De todos modos, la tecnología todavía está lejos de ser perfecta. Estos acompañantes virtuales pueden tener dificultades para entender matices o confundir fácilmente el sentido de una frase. En una de sus charlas con Meela, González intentó varias veces despedirse de forma amable, pero el sistema continuó con preguntas de seguimiento. Al final, no tuvo más remedio que cortar.

También existen problemas más graves. Las conversaciones prolongadas con compañeros de inteligencia artificial pueden derivar en situaciones preocupantes, sobre todo entre los sectores más vulnerables. En varios casos, adolescentes y adultos con problemas de salud mental desarrollaron vínculos poco saludables con chatbots como ChatGPT y Character AI.

En un caso extremo, ChatGPT alimentó la paranoia de un hombre de 56 años con antecedentes psiquiátricos, que luego se suicidó junto a su madre. La IA puede amplificar o reforzar pensamientos delirantes de forma rápida y convincente. "Si estás usando un sistema que está destinado principalmente a ser un asistente, es posible que no te esté ofreciendo el tipo correcto de perspectiva, el tipo correcto de resistencia, que un amigo cariñoso podría", explicó Nick Haber, profesor asistente de informática en la Universidad de Stanford.

Incluso antes del desembarco de una nueva generación de productos de IA orientados a adultos mayores, este grupo ya se perfilaba como uno de los primeros y más entusiastas en adoptarla. Cuando Neil Parikh, exalumno de Forbes 30 Under 30, fundó Slingshot AI en 2022 para desarrollar una herramienta conversacional centrada en la salud mental llamada Ash, no imaginó que los adultos mayores se transformarían en usuarios avanzados. Hoy representan entre el 20 % y el 30 % de su base. Parikh sostiene que una de las razones es que muchas personas mayores sienten "estigma y vergüenza por poder pedir ayuda". Pero con la IA, "sienten que pueden ser mucho más vulnerables, mucho más rápido".

adultos mayores.
(Izq.) Salvador González, (R) Marvin Marcus

A diferencia de otras herramientas de inteligencia artificial centradas en el compañerismo, Ash fue diseñado para funcionar más como un terapeuta. Si una persona le dice a Ash que se siente sola, no se limita a consolarla ni a coincidir con todo lo que expresa. En cambio, pregunta por las personas importantes en su vida e intenta encontrar maneras de que vuelva a conectarse con ellas. "Se preguntará por qué preguntas lo que preguntas", explicó Parikh.

Este enfoque busca evitar que el modelo valide o aliente conductas inseguras. El sistema supervisa y analiza las conversaciones para detectar palabras que indiquen que el usuario podría atravesar una situación crítica, y tiene la capacidad de derivar el diálogo a una línea de emergencia o a un profesional de la salud.

Aun así, persisten algunos problemas. El medio Puck descubrió recientemente que Ash, en ocasiones, no identifica señales menos evidentes, como cuando una persona deprimida le dice a la IA que estará bien porque encontró una "cuerda y una salida".

adultos mayores
adultos mayores

Algunas startups están apostando por la robótica. Intuition Robotics, una empresa con sede en Palo Alto, desarrolla un pequeño robot llamado ElliQ, pensado para acompañar el proceso de envejecimiento de manera más saludable y amena. El dispositivo, que tiene un aspecto similar al de una lámpara de mesa, puede narrar audiolibros o leer citas de la Biblia. También funciona como entrenador de bienestar: guía ejercicios de respiración y recuerda a los usuarios cuándo deben tomar la medicación o acudir al médico.

El fundador y director ejecutivo, Dor Skuler, lleva una década trabajando en ElliQ. Asegura que su IA busca incentivar actividades sociales, como salir de casa, visitar un centro para personas mayores o reencontrarse con amigos o familiares.

Según Skuler, miles de personas mayores en todo Estados Unidos ya lo utilizan, algunas desde hace más de tres años. En 2022, la Oficina para el Envejecimiento del Estado de Nueva York compró unos 800 robots ElliQ para personas mayores que viven solas. Un año después, los resultados sorprendieron: el 95 % de los participantes aseguró que el dispositivo les había ayudado a sentirse menos solos, según un informe publicado en 2023. En promedio, interactuaban con él decenas de veces por día.

"Los primeros humanos que realmente conviven con una IA y construyen una relación a largo plazo no son como los geeks de Silicon Valley", dijo Skuler. "Son los adultos mayores de Estados Unidos".

 

Con información de Forbes US.

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