En Argentina, se diagnostican más de 22.000 casos nuevos de cáncer de mama cada año, y más de 6.000 personas mueren anualmente a causa de esta enfermedad que representa el 32,1% del total de incidencia de cáncer en el país y es la primera causa de muerte por tumores en mujeres, según datos del Instituto Nacional del Cáncer. A pesar de que la detección temprana puede curar más del 90% de los casos, un estudio revela que apenas el 38% de las mujeres argentinas, principalmente mayores de 40 años, posee información suficiente sobre los cuidados necesarios para su salud mamaria.
Los datos surgen del Índice de Concientización sobre el Cáncer de Mama, una herramienta inédita presentada por Fundación Instituto Natura y Avon en el marco de Octubre Rosa. El estudio fue realizado por Somatório Inteligencia junto al área de Datos de Fundación Instituto Natura sobre 1.077 mujeres mayores de 18 años en todas las regiones del país, con un margen de error del 3% y un nivel de confianza del 95%.
El Índice de Concientización sobre el Cáncer de Mama es una herramienta que mide el nivel de conocimiento y las prácticas de las mujeres mayores de 18 años en Argentina sobre el cuidado mamario, la detección y el tratamiento del cáncer de mama. Surge de la búsqueda de crear un bien social, de uso público y gratuito, que pueda ser adoptado por fundaciones, ONG, centros de salud y otras entidades.
Esta herramienta busca impulsar un movimiento colectivo que fortalezca los esfuerzos desde distintos sectores para concientizar e impactar en la salud mamaria de las mujeres de Argentina. También actúa como disparador para habilitar las conversaciones necesarias sobre qué saben realmente las mujeres sobre el cáncer de mama, qué prácticas adoptan para el cuidado de la salud mamaria, y qué miedos, desconocimientos o limitaciones atraviesan sus decisiones cotidianas.
Brechas de conocimiento que cuestan vidas
Los hallazgos del Índice son elocuentes. El 70% de las entrevistadas dijo conocer a alguien con cáncer, y el 45% de ellas lo asociaron específicamente con cáncer de mama. Sin embargo, este amplio conocimiento sobre la presencia de la enfermedad no se traduce en información práctica para el cuidado: solo 4 de cada 10 mujeres en Argentina tiene información suficiente sobre cómo cuidar su salud mamaria, en términos de las prácticas para reducir riesgos, la detección temprana, el diagnóstico y el tratamiento.
El estudio reveló la persistencia de mitos preocupantes. Seis de cada 10 mujeres considera al nódulo como principal signo indicativo de cáncer de mama, aunque éste puede estar presente, en sus etapas iniciales, de forma asintomática. Aún así, casi el 80% de las entrevistadas consideran que el cáncer de mama puede ser curado, y 7 de cada 10 identifican el diagnóstico precoz como fundamental para lograrlo.
Sobre la detección temprana, el índice muestra que solo 6 de cada 10 mujeres reconocen la mamografía como la prueba principal para indicar la sospecha de cáncer de mama. Sin embargo, apenas 2 de cada 10 conoce la edad recomendada para iniciar la realización del estudio sin síntomas ni antecedentes familiares. Más de la mitad desconocen que la mamografía puede realizarse antes de esa edad si existe indicación médica por antecedentes o síntomas. Este vacío de información puede hacer que señales tempranas pasen inadvertidas y que controles decisivos se retrasen, aumentando el riesgo de detección tardía.
Desigualdades estructurales en el acceso al cuidado
El Índice pone en evidencia un entramado de desigualdades donde el acceso a hábitos de cuidado y a estudios regulares está marcado por la clase social y el territorio. Dos de cada tres mujeres creen que es posible reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama, y más del 80% expresa el deseo de modificar los hábitos para cuidar la salud. Sin embargo, 4 de cada 10 dicen no adoptar prácticas para reducir los riesgos de desarrollar cáncer de mama.
En esta dimensión se percibe un acceso desigual a las condiciones para desarrollar hábitos saludables. El 58% de quienes logran incorporarlos y mantenerlos se concentra en mujeres con mayores recursos económicos y educativos. Si bien no existen evidencias concluyentes de que la adopción de determinados hábitos prevenga el cáncer de mama, las principales sociedades científicas coinciden en que una alimentación equilibrada, la actividad física regular y los controles de salud son fundamentales para promover el bienestar general y contribuir a la detección temprana.
"El Índice deja en evidencia que muchas mujeres no cuentan con los conocimientos ni las prácticas necesarias para cuidar su salud mamaria. Se puede vislumbrar un entramado de desigualdades donde el acceso a hábitos de cuidado y a estudios regulares está marcado por la clase social y el territorio. Muchas veces, no se trata de falta de voluntad ni de desconocimiento: se trata de derechos que hoy no están plenamente garantizados", afirmó Florencia Mezzadra, Gerenta de Fundación Instituto Natura.
"Por eso, cuando hablamos de cáncer de mama no alcanza con señalar recomendaciones individuales: necesitamos transformar esas recomendaciones en posibilidades reales para todas. El cuidado de la salud mamaria debe ser un derecho accesible, sostenido por políticas públicas, acompañado por el sistema de salud en su conjunto y asumido como una responsabilidad social compartida", agregó.
El costo económico de la detección tardía
El impacto económico del cáncer de mama en Argentina es considerable. Según datos difundidos por Pro Mujer, la enfermedad genera más de US$ 460 millones anuales en costos directos y supera los US$ 300 millones en pérdidas de productividad. La organización señala que las estrategias de detección temprana pueden reducir hasta un 30% los costos asociados al tratamiento tardío, además de mejorar significativamente los índices de supervivencia. En 2024, su chatbot específico sobre cáncer de mama fue utilizado por más de 5.500 mujeres.
Las cifras regionales son igualmente preocupantes. La Organización Panamericana de la Salud registró en 2022 más de 220.000 nuevos casos y cerca de 60.000 muertes por cáncer de mama en América Latina y el Caribe. Según el Observatorio Global del Cáncer del IARC, más de la mitad de las mujeres diagnosticadas en países de ingresos bajos o medios fallece, frente al 17% en países con muy alto índice de desarrollo humano.
Y hay más datos: de acuerdo con el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud, se prevé que los casos de cáncer de mama aumenten un 38% en todo el mundo de aquí a 2050.