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Mujeres en directorios: el reto de superar obstáculos para generar un cambio

Sofía Quilici

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A pesar de los esfuerzos de las que hoy ocupan los lugares en directorios, las mujeres tienen una representación aún muy baja en las 1000 compañías más importantes de la Argentina, según un estudio realizado por KPMG.

08 Marzo de 2024 07.31

La persistencia de las mujeres como "the onlys" en los directorios empresariales se encuentra arraigada en un entramado complejo de factores. En la base de este fenómeno yace la permanencia de estructuras y culturas organizativas que, consciente o inconscientemente, perpetúan estereotipos de género. Estos estereotipos suelen asociar el liderazgo y la toma de decisiones con características tradicionalmente masculinas, lo que favorece a los hombres en los procesos de selección y promoción.

Las palabras a veces sobran cuando son los números los que demuestran la realidad: entre las 1000 compañías más importantes de la Argentina, en 435 no hay ninguna mujer en sus directorios, según un estudio realizado por KPMG. Sin embargo, el dato interesante es que cuando las mujeres ocupan cargos en directorios, casi la mitad de los casos, lo hacen desde puestos de alta decisión como presidentas; así lo refleja el número del 6,4%. En total, hay 60 mujeres ocupando el cargo de presidenta de directorio.

Medidas, políticas públicas y manotazos de ahogados

“Los números de representación de mujeres en los directorios no evolucionaron significativamente en los últimos años, esto es un hecho en nuestro país y también a nivel mundial. Si no se toman medidas regulatorias, es probable que este estancamiento se prolongue a través del tiempo”, explica Gabriela Terminielli, directora Independiente de BYMA Bolsas y Mercados Argentinos y presidenta de Compañía Argentina de Comercio, y señala que existen dos modelos que en el mundo han tenido resultados: “El modelo noruego de cuotas, que en 2008 logró que el país se convirtiera en el primero en implementar la obligación de tener un 40% de mujeres en directorios de empresas cotizantes, y el modelo de divulgación o autorregulación, como se lo conoce en algunos países”.

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Gabriela Terminielli.

El modelo de cuotas funcionó en Noruega, Francia, Italia, Islandia, Bélgica y recientemente en Alemania. No obstante, es ampliamente resistido en muchos otros países, como los Estados Unidos.

“Considero que la única manera de acelerar la participación de la mujer en todos los ámbitos tiene que tener alguna forma de acción afirmativa, como la del establecimiento de cuotas de género como se está practicando en otras partes del mundo. Esto hace a una aceleración del proceso que, de manera orgánica resulta muy lento”, indica Susana Malcorra, fundadora y presidenta de GWL Voices y miembro de múltiples directorios como Molinos Río de la Plata e International Crisis Group.

Malcorra asegura que las perspectivas de la mujer y del hombre son distintas en la toma de decisión y que así refuerzan la toma de decisión, siendo el hombre, en general, más osado en la toma de riesgos y la mujer, en general, teniendo una visión más de largo plazo. “Ese balance entre las dos cosas termina generando, si se administra bien en el proceso de decisión, un resultado que, insisto, está demostrado empíricamente, es mejor para los accionistas”.

En la Argentina, la resolución 34/2020 estableció la composición equitativa entre hombres y mujeres en las sociedades inscritas en la Inspección General de Justicia, aunque esta normativa fue anulada tres meses después por un fallo judicial. Por su lado, el mismo mundo corporativo, las mismas mujeres que ya ocupan roles en directorios impulsan organizaciones como Women Corporate Directors (WCD) y Women20, que fomentan y trabajan para aumentar la participación de mujeres en posiciones de liderazgo dentro de las empresas.

El debate de por qué integrar directorios

En el sector bancario, de 52 entidades, solo el 7,7% tienen una mujer como presidenta; mientras que, en el sector de intermediación financiera, la proporción de mujeres en los directorios es del 18,7%, con solo el 4,2% de las posiciones de máxima responsabilidad ocupadas por mujeres. Números similares ocurren en el sector de seguros, donde solo el 7,5% de los directorios están presididos por mujeres, aunque si representan el 43% de los miembros. 

Isela Costantini es CEO de Grupo ST y directora Independiente en MegaQM, Bladex, Barrick Gold y Prosegur. Desde su experiencia, resalta que aún hay un tema sobre los perfiles que están sentados en los directorios y que hay un arduo trabajo respecto a la profesionalización de los miembros. “En los directorios, venimos a velar por la salud financiera de la empresa, por que las decisiones estratégicas que se vayan tomando realmente llevan al éxito sustentable, y que eso ayude a mejorar el valor de la acción. En este sentido, todavía las empresas están tratando de ver cuál es su mejor composición para ese directorio”, explica Costantini.

Susana Malcorra
Susana Malcorra

La realidad es que en ese proceso de incluir más mujeres en directorios empresariales está intrínsecamente arraigado a la madurez. Es así que, en esta dinámica, surge una reflexión esencial sobre la necesidad de una representación más equitativa de género. Sin embargo, el enfoque no debería limitarse únicamente al género, sino que se extiende a la contribución individual al equipo directivo. “Cada invitación a formar parte de un consejo de administración debería estar fundamentada en la pregunta universal: '¿Qué aportaré yo a este equipo?' Este interrogante, independientemente del género del candidato, subraya la importancia del valor personal y profesional en la toma de decisiones empresariales”, aclara Costantini.

En algunos directorios de 10 o más miembros, hay una ausencia total de mujeres, y menos de un tercio de las empresas domiciliadas en mercados desarrollados alcanzan el umbral del 40% de mujeres en los directorios.

“Hay que comenzar la conversación de que no se trata solo de ser una mujer en un directorio, sino de buscar herramientas para que también se pueda fomentar esa participación. Es tener la capacidad de no ser egoísta, de fomentar la mentoría y el acompañamiento, de incentivar la red de contactos”, subraya Olga Bottero, directora independiente del board de Coppel, Altipal S.A.S, y co-founder y Chair de Seccuri.

En los directorios que integra Olga, buscan mujeres preparadas, capaces de generar valor y aportarlo; las describe como mujeres capaces de tener y asumir la responsabilidad tan importante que requiere esa posición.

“Las redes profesionales de mujeres cumplen un rol fundamental, son espacios de conexión, generación de vínculos de calidad y visibilidad. En WCD contamos con alianzas estratégicas con los principales headhunters del país y ofrecemos oportunidades de boards a nivel regional e internacional”, comenta Terminielli y agrega: “Es la red de mayor influencia a nivel global en el target de directoras de empresas. Es muy importante para las mujeres que estén pensando en continuar con su vida productiva más allá de los años de corporación que integren redes profesionales como WCD, así como también Cámaras empresariales y demás organizaciones donde interactúen con actores de los diferentes sectores de la vida del país, me refiero a la diplomacia, la política, los sindicatos, entre otros”.

Las que están, que alcen la voz. Las que tienen la oportunidad, que se preparen para llegar.

“Yo creo que las mujeres tenemos que ejercer nuestros derechos, que las mujeres tenemos que expresarnos y sobre todo las mujeres tenemos que reconocer nuestro deseo y nuestro interés en participar en los espacios de poder”, acentúa Malcorra y agrega: “Las mujeres tendemos a no querer hablar explícitamente del poder y me parece que eso está mal, porque de eso es que se trata la cosa, de ser copartícipes en la toma de decisiones y la toma de decisiones significa ser copartícipes en el manejo del poder. Para hacer eso, la revolución silenciosa no es suficiente”.

Isela Costantini
Isela Costantini

Las que hoy están adentro tienen esa gran responsabilidad de incentivar el cambio de paradigma. Sin embargo, es cierto que no todo depende de ellas y que el camino se encuentra un poco más allanado que hace varios años; la presencia de mujeres en los directorios creció un 2,3% desde el estudio anterior de KPMG, números aún bajos.

La preparación para ocupar puestos en los directorios empresariales no solo implica la adquisición de habilidades técnicas y conocimientos específicos del sector, sino también el desarrollo de competencias de liderazgo, comunicación y toma de decisiones. Debe existir proactividad en buscar oportunidades de capacitación y desarrollo, tanto dentro como fuera de las organizaciones, para fortalecer su perfil y su capacidad de liderazgo.

“Yo creo que la mejor manera es tener red y nunca perderla, nunca perder la actividad, ni el desarrollo y el accionar intelectual y nunca dejar de prepararse”, indica Bottero y adhiere que, además, las mujeres tenemos que tener claridad en lo que queremos y entender por qué se quiere llegar a esa posición de directorio. “Se llegás a un directorio cuando ya existe un conocimiento de negocio, estrategia, riesgos, operación y puede que tengas temas verticales muy concretos como el mío en tecnología, pero también conocimiento amplio de la propia carrera que permite ver una compañía completa”, destaca Bottero.

Olga Bottero
Olga Bottero

Ellas lo dicen, y la autoexigencia es la manera de hacer negocios de las mujeres. “Tenemos una doble obligación, porque cada vez que una se sienta en cualquier reunión, tenemos que tener capacidad de demostrar de que somos capaces, pero también de que lo hago por las mujeres. Tenemos la doble obligación de decir y hacer para que los hombres vean el valor de lo que nosotras aportamos en esa mesa”, comenta Costantini y subraya que se trata de “usar la oportunidad”, que esa es su forma de aportar. 

Estas mujeres no solo representan una oportunidad única para abogar por políticas y prácticas inclusivas dentro de las organizaciones, sino que también pueden servir como modelos a seguir y ser defensoras de la diversidad en la comunidad empresarial en general. Al aprovechar su voz y su plataforma, las mujeres en los directorios pueden contribuir significativamente a crear un entorno más equitativo y receptivo para las futuras generaciones de líderes, de hombres y mujeres.

“No sé cuán genuina es la toma de conciencia respecto de la importancia de tener más diversidad de género en los directorios. Creo que eso se demuestra con hechos y aun no los estamos viendo. Lo que sé, es que cada asiento en un directorio implica una cuota de poder y si ese poder está equitativamente distribuido estaríamos yendo por buen camino”, cierra Terminielli.



 

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