El Foro ABECEB 2025, que reunió a referentes empresariales y políticos en el Faena Art Center de Buenos Aires, volvió a consolidarse como uno de los espacios más influyentes para analizar el contexto geoeconómico y los desafíos del liderazgo global. Bajo el lema "El cambio es la única constante", el encuentro abordó las tensiones geopolíticas, la disrupción tecnológica y la transformación de los modelos de negocio.
En el panel "El rol estratégico de América Latina en un mundo bajo reconfiguración geopolítica", el expresidente Mauricio Macri compartió escenario con Felipe Calderón (México) y Eduardo Frei Ruiz-Tagle (Chile), en un diálogo moderado por Mariana Camino, CEO de ABECEB, y Hugo Santa María, economista jefe de APOYO Consultoría.

Sobre el final de la charla, Macri se refirió al vínculo de su espacio con la actual administración:
"El PRO apoyó a este gobierno no solo para ganar una elección, sino para gobernar en una situación de minoría. Y lo va a seguir haciendo, en base a las ideas", sostuvo. Pero marcó diferencias con el estilo presidencial: "Yo tengo una muy linda relación humana con el presidente, pero en otras, como en la obsesión por optimizar equipos, no. Y como en todo, hay dinámicas".
Macri consideró que los argentinos "han entendido que el populismo nos ha arruinado" y que el país necesita "abrir las puertas al emprendedor y al generador de riqueza privada". Aun así, llamó a mejorar la calidad de la negociación política: "Hay que acelerar la mejora de la negociación para generar consenso", señaló, insistiendo en que el liderazgo sin equipo es muy difícil.
La tensión entre Macri y Milei, sin embargo, arrastra años y combina luchas de poder, vanidad y estilos. Mientras intentaba asimilar la derrota en las elecciones, Macri siempre consideró que el PRO —por afinidad ideológica e incluso por el trato personal con Milei en el pasado— debía ocupar un lugar más relevante dentro del gobierno. Pero quienes se sumaron no le pidieron permiso, y con un PRO debilitado, el exmandatario se sintió más de una vez destratado por la impronta presidencial.

A la alianza para las elecciones intermedias se llegó "en el último suspiro", aunque Milei ya había anticipado a Forbes en diciembre que con el PRO competirían "en todos los distritos o separados". La reunión de la semana pasada en Olivos no terminó bien: sin representantes en el nuevo gabinete, Macri lamentó la salida de Guillermo Francos, con quien imaginaba construir una coalición dentro de la gestión. Protestó públicamente por la designación de Manuel Adorni en lugar de Marín, y recibió una respuesta inmediata del entorno presidencial: una ofensiva en redes que le recordó los sinsabores de su propia gestión.
La incertidumbre global
"El mayor desafío va un paso más atrás: todo es incertidumbre", señaló Macri, al analizar el impacto de la revolución tecnológica y la sobreinformación sobre los liderazgos actuales. "Hoy recibís más información en 30 días que antes en toda una vida. Eso genera una demanda constante de 'yo quiero más', que alimenta la oferta populista", agregó.
El exmandatario planteó que el ejercicio del poder "se vuelve casi imposible" en una era marcada por la hiperconectividad y la crítica permanente: "Hoy la gente te vota para verte sufrir. Cualquiera con dos followers en Twitter te dice lo que tenés que hacer". Según Macri, la meritocracia y el valor del trabajo "están en jaque por la oferta populista", aunque destacó que "la tecnología es lo que puede ponerle un freno".
Macri también advirtió sobre la violencia en redes y su impacto en la calidad del liderazgo global: "Después de un siglo XX con liderazgos disociados pasamos a líderes más empáticos. Pero hoy el mundo vuelve a estar dominado por personalidades narcisistas que no escuchan", expresó. Y alertó sobre los riesgos que eso implica en un contexto global cada vez más inestable: "Estos señores hoy tienen un botón que nos acerca a una posibilidad bélica mundial".
En el plano regional, subrayó que América Latina enfrenta un atraso estructural por la debilidad de sus instituciones. "Es la región que menos ha crecido porque nuestras instituciones son débiles, y eso se ve reflejado en el financiamiento", afirmó. Y añadió: "No tenemos problemas de seguridad con el narcotráfico como en otros países del mundo, pero sí se empieza a ver. Venimos atrasados, pero la tendencia es la misma".
Macri también vinculó los desafíos institucionales con el nuevo contexto geopolítico: "Si Estados Unidos ahora va a girar y va a tener un rol en la región para detener a China, y Argentina parece ser el primer elegido, tenemos que tener instituciones fuertes", remarcó. En ese sentido, fue categórico al afirmar que "el populismo ha sido un aliado del crimen organizado y claramente trabajan juntos".
Por último, Macri cerró su intervención en el Foro con una reflexión sobre el papel del sector privado en este contexto: "El sector privado se siente expulsado de hacer política, pero no pueden desentenderse de la cosa pública porque si no, lo que tienen no vale nada. Es una tarea del conjunto de la sociedad la formación de líderes fuertes".