Guido Patrignani, director ejecutivo Greenwood, destacó que en una región que sufre los efectos del cambio climático los países deben recurrir a la diversificación en búsqueda de la autosuficiencia.
Rumbo a la descarbonización, los países latinoamericanos desarrollan proyectos para potenciar el combustible limpio y buscan llevarlo también a otros destinos.
Un vehículo eléctrico está bien para el viaje diario al trabajo por la mañana, pero para impulsar los enormes trenes, camiones y barcos que mueven la economía global, son claves el hidrógeno, las baterías de servicio pesado y los combustibles más limpios. Cummins, un fabricante centenario de motores diésel sucios, está a la cabeza.