Fuentes oficiales anticiparon a Forbes que la suba rondaría entre el 2% y el 3%, cuando debería ser al menos de un 16% para trasladar los impuestos atrasados.
El Gobierno decidió no aplicar todo el ajuste correspondiente para evitar una mayor suba de la inflación.
Se trata de un valor que contempla la cotización del barril Brent, menos descuentos y retenciones.
La reacción de las petroleras fue inmediata a la devaluación del dólar oficial. Se esperan nuevos ajustes en el corto plazo.
El alza rondaría el 11%, pero duplicaría ese valor en el canal mayorista donde se abastecen las empresas y el agro.
