La elección legislativa en la provincia de Buenos Aires se convirtió en un terremoto político y económico. El oficialismo encabezado por Javier Milei sufrió una derrota más amplia de lo anticipado, con Fuerza Patria (coalición peronista-kirchnerista) imponiéndose con el 47% de los votos frente al 33,8% de La Libertad Avanza (LLA). La brecha de 13 puntos supera los pronósticos más negativos y deja a la administración debilitada a siete semanas de los comicios nacionales del 26 de octubre.
El informe de BNP Paribas señala que "el desempeño del gobierno en la elección local en la Provincia de Buenos Aires cayó por debajo incluso de las expectativas más pesimistas del mercado". Los analistas esperaban un revés de entre 5 y 8 puntos, pero la diferencia final duplicó ese escenario. Para el banco francés, el resultado "erosiona la credibilidad del marco cambiario, profundizará la estanflación y elevará las expectativas de inflación".
J.P. Morgan coincide: "La magnitud de la derrota excedió las expectativas y señala una pendiente más empinada para el gobierno de Milei de cara a octubre". El reporte destaca que el oficialismo intentará redoblar su discurso anti-kirchnerista y ajustar su estrategia política, aunque reconoce que Axel Kicillof emerge fortalecido como líder opositor tras haber impulsado el desdoblamiento electoral.
Bradesco BBI subraya el trasfondo social del resultado: "El voto refleja un claro cansancio social con el plan de gobierno actual", lo que marca un retorno del peronismo bajo el liderazgo del gobernador bonaerense.
La reacción oficial: autocrítica, pero continuidad económica
Tras conocerse los resultados, Milei reconoció el golpe político: "Analizaremos los resultados, corregiremos los errores políticos, pero mantendremos y reforzaremos el rumbo económico elegido en 2023". Ese rumbo incluye el equilibrio fiscal, la política monetaria contractiva y el esquema de bandas cambiarias.
En la misma línea, el ministro de Economía Luis Caputo aseguró que "no habrá cambios en la política cambiaria, monetaria ni fiscal". Sin embargo, los analistas internacionales creen que esa decisión solo aumenta la fragilidad del esquema vigente. BNP Paribas advierte que "defender el techo de la banda cambiaria elevaría el riesgo país, amplificaría las expectativas de depreciación y encarecería la tasa real". Para ellos, un eventual paso hacia un "dirty float" (flotación administrada sin techo explícito) será inevitable, antes o después de octubre.
Mercados en tensión: dólar, tasas y riesgo país
El impacto económico se siente en múltiples frentes:
BNP Paribas recortó su proyección de crecimiento 2025 en 0,8 puntos, a 4%, y elevó su previsión de inflación de fin de año en 4 puntos porcentuales, hasta 34%, proyectando una inflación mensual promedio de 2,8% entre septiembre y diciembre.
Bank of America prevé un deterioro adicional de los activos: "Los precios de los bonos externos podrían corregir unos 5 puntos respecto al cierre del viernes, con riesgo de sobrerreacción si el mercado extrapola más de esta elección". La entidad anticipa además que el Banco Central permitirá que el peso se acerque al techo de la banda (ARS 1.490) y refuerce su intervención en los futuros de dólar.
J.P. Morgan advierte que la derrota instala una "prima de riesgo político prolongada". Calcula que, de persistir las actuales tasas reales (2,4% mensual), el costo de financiamiento podría aumentar hasta 0,4% del PBI hacia noviembre. Además, proyecta que el peso podría rozar los niveles de 1.495 pesos por dólar en octubre, obligando al BCRA a usar reservas líquidas —que estima en US$15.800 millones— para absorber pesos.
Bradesco BBI es aún más duro: "El riesgo país podría superar fácilmente los 1.000 puntos básicos, y las acciones argentinas caer entre 25% y 50%, hacia un nuevo piso de valuación equivalente al 3,5-5% del PBI". La entidad recalca que este escenario refleja la "pérdida del relato reformista" que había sostenido al mercado en los primeros meses de gestión.
El Congreso y la gobernabilidad en la mira
Más allá del corto plazo financiero, la elección bonaerense complica la gobernabilidad a futuro. Según Bradesco, el oficialismo tendría en octubre un piso de 26,5% de votos a nivel nacional, lo que, incluso sumando al PRO, lo dejaría con apenas 35% de bancas en la Cámara Baja, insuficiente para alcanzar el tercio que permite bloquear vetos. "La oposición alcanzaría 42,8%, complicando la agenda legislativa en 2026", alertó.
BNP Paribas sintetiza el dilema: "El éxito de la estabilización dependerá menos de octubre y más de redefinir la política cambiaria y monetaria. Cuanto más tarde el gobierno en introducir cambios, más difícil será preservar la credibilidad del ancla fiscal".
La derrota en Buenos Aires no es un tropiezo aislado: es el primer gran test político de Milei y expuso tanto la fragilidad social de su proyecto como los límites financieros de su plan económico. Con los mercados en alerta y el peronismo revitalizado bajo el liderazgo de Kicillof, el camino hacia octubre se presenta empinado. Como resumió J.P. Morgan: "El resultado pone en duda la capacidad del gobierno de entregar un desenlace positivo en octubre y arriesga su agenda de reformas para la segunda mitad del mandato".