Las billeteras digitales se instalaron como método habitual en el día a día y tomaron protagonismo, al punto de empujar al efectivo a un lugar cada vez más marginal. En la Argentina, ese cambio no fue casual ni automático. Lo impulsaron la tecnología, las fintechs y una necesidad concreta: acceder a pagos más simples y seguros en medio de una economía atravesada por la inflación y las restricciones bancarias.
El Global Payments Report 2025 de Worldpay relevó los hábitos de 66.749 consumidores de más de 40 países, entre ellos Argentina. El dato más elocuente que arrojó el informe: en diez años, el uso de billeteras digitales en el mundo se multiplicó por diez y el valor transaccionado con ellas alcanzará los US$ 15,7 billones en 2024.
En el país, Mercado Pago se impuso como la opción dominante en el comercio electrónico: el 58% de los encuestados la eligió como su método de pago habitual para compras online. En cuanto a la forma en que los argentinos prefieren fondear sus billeteras digitales, el 29% lo hace con su cuenta bancaria, el 25% con tarjeta de débito y el 16% con tarjeta de crédito.

Argentina digital: una década de transformación
En 2015, pagar con el celular era un hábito incipiente. Hoy, la escena cambió por completo. El lanzamiento de Transferencias 3.0 en 2020, impulsado por el Banco Central, marcó un antes y un después. Esta plataforma permite pagos entre cuentas de distintos bancos o billeteras, sin necesidad de efectivo ni tarjetas, y con acreditación inmediata. El sistema apuntó a reducir el uso de billetes, aumentar la interoperabilidad entre bancos y facilitar la inclusión financiera.
La billetera MODO, impulsada por bancos argentinos, se sumó a esta ola con una propuesta integrada. Desde su nacimiento, acumuló una base importante de usuarios que buscan alternativas al dinero en efectivo sin depender de una sola plataforma comercial. De hecho, Worldpay la destacó como uno de los ejemplos más claros de innovación local junto a Pix en Brasil, Yape en Perú, BLIK en Polonia y el sistema UPI en India.
"Durante los últimos diez años, las billeteras digitales superaron a métodos tradicionales como el efectivo y las tarjetas como los más usados en Argentina", afirmó Juan Pablo D'Antiochia, gerente general en Latinoamérica de Worldpay. Además, remarcó que la adopción tecnológica y el surgimiento de nuevas plataformas cambiaron el modo en que los argentinos compran y venden.
La región dio un salto directo del efectivo a lo digital
Mientras en Europa y EE.UU. la transición fue más gradual, en Latinoamérica el avance fue más brusco. El informe marcó que muchos usuarios de la región "saltaron" del efectivo directamente a los pagos móviles. En gran parte, porque las fintechs llenaron vacíos que los bancos no pudieron cubrir.
Brasil lideró ese cambio con su sistema Pix, que permitió pasar de US$ 3.600 millones en gasto A2A online en 2020 a US$ 35.300 millones en 2024. En el caso de Perú, Yape se convirtió en una herramienta masiva que simplificó transferencias inmediatas sin necesidad de bancarización formal.
Argentina sigue en ese camino con sus propios desarrollos. Según Worldpay, la digitalización en la región responde también a la necesidad de esquivar el manejo de billetes y el deseo de acceder a un sistema más moderno, rápido y confiable
Las tarjetas aún dominan, pero las billeteras crecen fuerte
Pese al crecimiento de las billeteras digitales, las tarjetas siguen presentes en la mayoría de las operaciones. En 2024, el 45% del valor global de las transacciones, tanto en comercio electrónico como en puntos de venta, proviene del uso directo de tarjetas de crédito, débito y prepago. Si se suman las operaciones hechas desde billeteras que están fondeadas con tarjetas, ese número se eleva al 65% o, en cifras, unos US$ 29 billones.
En Estados Unidos, el 67% del consumo total (online y presencial) también se canalizó a través de tarjetas. El efectivo, en cambio, siguió perdiendo terreno: en diez años bajó del 44% al 15% como medio de pago a nivel global. La pandemia de 2020 aceleró este retroceso al reducir el uso físico del dinero.
A pesar de esta baja, D'Antiochia aclaró que el efectivo no desapareció por completo. "Las predicciones de 'sociedades sin efectivo' no se materializaron del todo, y notamos que el uso de efectivo alcanza un nivel relativamente estable, con un ritmo de descenso mucho más lento en comparación con los años posteriores a la pandemia mundial", dijo.
Entre los nuevos métodos, las criptomonedas se suman como un canal a seguir de cerca: el 51% de los encuestados dijo que estaría dispuesto a usarlas para pagar por contenidos digitales.
El informe de Worldpay proyecta que para 2030 el gasto global mediante billeteras digitales, tanto online como en tiendas físicas, llegará a los US$ 28 billones. Si esa tendencia se afirma, las finanzas integradas, las apps bancarias y las soluciones de pago inmediato ganarán todavía más terreno frente a los métodos tradicionales.