Jamie Dimon, presidente y director ejecutivo de JPMorgan Chase, llegó a la Argentina como parte de su agenda al frente de la compañía y en medio de las conversaciones por un posible paquete de asistencia financiera que impulsa Estados Unidos para respaldar al gobierno de Javier Milei. El banco que dirige forma parte de un grupo de cuatro entidades financieras privadas que evalúan participar en una línea de crédito por US$ 20.000 millones, en la que participarían también Goldman Sachs, Bank of America y Citigroup, y cuyo objetivo es apuntalar las reservas del BCRA y abrir el acceso al crédito internacional.
Su llegada ocurre en simultáneo con las gestiones para definir si ese respaldo financiero contará con las garantías necesarias para que se concrete. Las entidades financieras consideran riesgoso avanzar sin garantías concretas, debido a la fragilidad macroeconómica de la Argentina. Estudian qué tipo de respaldo podría ofrecer el gobierno de Javier Milei, o si la cobertura correrá por cuenta del Tesoro de Estados Unidos. Según informó The Wall Street Journal, sin una definición clara sobre ese punto, el acuerdo corre el riesgo de no concretarse.
A menos de 48 horas de las elecciones legislativas, el banquero estadounidense participará esta noche de una cena organizada por la entidad que dirige, en honor a su Consejo Internacional, en el Museo Nacional de Arte Decorativo. Allí tendrá un mano a mano con Javier Milei, quien dará un discurso ante un auditorio integrado por ministros, funcionarios, empresarios locales y ejecutivos del sistema financiero global.
Su paso por la ciudad se enmarca en una serie de encuentros estratégicos con figuras clave del Gobierno, entre ellos el ministro de Economía, Luis Caputo, con quien ya mantuvo una reunión privada durante la mañana de este viernes.
La actividad de esta noche será el cierre de una jornada intensa para el banquero. El evento, que se desarrollará en uno de los espacios más exclusivos de la capital, tiene como objetivo afianzar el vínculo de la entidad con los actores económicos del país. Para el Gobierno, representa una vidriera clave para mostrarse alineado con las principales instituciones del sistema financiero internacional.
El presidente Javier Milei, que viajó por tierra desde Rosario tras el cierre de campaña en el Parque España, compartirá mesa con Dimon en un clima de expectativas. La cena arrancará a las 19 horas y será uno de los eventos de mayor peso simbólico previos a las elecciones del domingo.

Así fue la agenda de las autoridades de JP Morgan en Argentina
Además de Jamie Dimon, también llegaron otras autoridades del banco norteamericano. Tony Blair, ex primer ministro británico y actual jefe del consejo internacional del banco, ya pisa suelo porteño. También lo hizo Condoleezza Rice, exsecretaria de Estado de Estados Unidos y socia del grupo financiero. Los acompañó Amin Nasser, CEO de Saudi Aramco, la petrolera estatal de Arabia Saudita que acaba de desembarcar en Chile con la compra de estaciones de servicio y que, según fuentes privadas, mira de cerca a Vaca Muerta.
Uno de los puntos más visibles de la agenda fue este jueves, cuando los invitados visitaron el Teatro Colón. Si bien desde el entorno de JP Morgan aseguraron que los ejes del encuentro en el país estuvieron centrados en cuestiones internacionales, las decisiones políticas y económicas del país estuvieron sobre la mesa. La coincidencia con el cambio de ministros, los rumores sobre el futuro del tipo de cambio y el cierre de campaña le agregaron densidad a las conversaciones.
La agenda de los representantes de JPMorgan en Buenos Aires contempló además un almuerzo encabezado por Jamie Dimon, en el que participaron algunos integrantes de su equipo y un grupo reducido de empresarios locales. Entre los invitados, figuraron Marcos Galperin, Eduardo Escasany, Armando Loson y Mariano Bosch. El itinerario incluyó también una recorrida por un museo.
Jamie Dimon, el hombre que podría jugar un rol clave en la Argentina post elecciones
Nacido en Nueva York el 13 de marzo de 1956, Jamie Dimon tiene 69 años y una trayectoria atravesada por su capacidad de transformar organizaciones financieras. Su abuelo, de origen griego, se llamaba Papademetriou y modificó el apellido familiar a Dimon. En su juventud, Jamie se formó en economía y psicología en la Universidad de Tufts, para luego cursar un MBA en Harvard. Al terminar sus estudios, recibió ofertas de Goldman Sachs y Morgan Stanley, pero eligió trabajar junto a Sandy Weill en American Express.
En 1985, ambos compraron Commercial Credit, y Dimon asumió como director financiero. A lo largo de los años siguientes, participó de fusiones claves que derivaron en la creación de Citigroup, aunque salió en 1998 tras una disputa interna. En ese momento vendió 2,3 millones de acciones. Esto le dejó ganancias millonarias. En 2004 se incorporó a JPMorgan Chase, y bajo su liderazgo, la entidad se convirtió en el banco más grande de Estados Unidos por capitalización bursátil.

Durante la crisis financiera de 2008, JPMorgan recibió US$ 25.000 millones del programa TARP, un programa del gobierno norteamericano que ayudó a estabilizar el sistema financiero durante aquel año. Esa etapa fue clave para Dimon y lo consolidó como uno de los referentes más influyentes del sistema financiero global. En 2012, el banco sufrió una pérdida de US$ 2.000 millones por operaciones fallidas de cobertura y esto impactó en su remuneración. Sin embargo, la entidad se recuperó y volvió a marcar récords de ganancias en los años siguientes.
El patrimonio neto de Dimon asciende a US$ 2.800 millones. Es dueño de 7,8 millones de acciones de JPMorgan, equivalentes al 0,2% del capital del banco, valuadas en US$ 1.400 millones. En febrero de 2024, vendió 822.000 acciones, con una ganancia bruta de US$ 150 millones. También posee activos financieros por más de US$ 500 millones y propiedades valuadas en US$ 100 millones, incluyendo un departamento en Park Avenue y una finca en Bedford Corners.
En paralelo, Dimon mantuvo una relación fluida con la Casa Blanca. Se rumoreaba que Dimon sería candidato a secretario del Tesoro bajo el gobierno de Donald Trump tanto en 2016 como en 2024, y formó parte del foro de políticas de Trump hasta que se disolvió en 2017. También fue asesor económico en las administraciones de Barack Obama y de Donald Trump, con quien mantiene un contacto frecuente. Ese vínculo político lo convierte en un actor de peso para países que, como Argentina, buscan recuperar el acceso al crédito internacional y reinsertarse en el sistema financiero internacional.
Crece la influencia del JP Morgan en Argentina
El banco norteamericano viene reforzando su presencia local durante los últimos años. Recientemente, concretó el mayor acuerdo de alquiler corporativo en Buenos Aires en las últimas dos décadas. La firma ocupará más de 20 pisos en un nuevo campus de oficinas en la esquina de Manuela Pedraza y Arribeños, en el barrio porteño de Núñez. El desarrollo, a cargo de Raghsa, contempla la construcción del Centro Empresarial Núñez (CEN) y el Centro Empresarial Libertador (CEL), con entregas previstas para 2026 y 2027. El proyecto permitirá duplicar la capacidad operativa del banco en la Argentina.

A esto se suma uno de los últimos anuncios del banco: invertirá US$ 1,5 billones en cuatro sectores y 27 subsectores considerados estratégicos por el gobierno estadounidense, entre ellos minería, energía y bienes industriales. El objetivo es fortalecer las cadenas de suministro de insumos críticos para Estados Unidos, en un contexto de tensión comercial con China. La estrategia incluye apoyar a empresas estadounidenses que desarrollen fuentes de abastecimiento seguras. "Ojalá, una vez más, como lo ha hecho Estados Unidos en el pasado, nos unamos para afrontar estos inmensos desafíos. Necesitamos actuar ya", señaló el banco en un comunicado.
El banco también jugó un rol central para mantener a raya al dólar durante la etapa previa a las elecciones. El Tesoro de Estados Unidos intervino con ventas directas de divisas en el mercado oficial argentino, utilizando al banco Santander como canal principal, operación que luego replicaron Citi y JP Morgan. En ese contexto, JPMorgan también fue designado para asistir al Gobierno en la operación "Deuda por Educación", anunciada por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno.
El objetivo del Ejecutivo argentino es recomprar deuda soberana en el mercado y reemplazarla por nuevos instrumentos con tasas más bajas, gracias al respaldo de organismos multilaterales, para liberar fondos destinados al sistema educativo. La iniciativa apunta a reducir el costo de financiamiento del Estado y, al mismo tiempo, a canalizar recursos hacia un área clave, en un contexto de restricciones presupuestarias. "Para su estructuración, se ha designado a JPMorgan como el banco que nos asistirá en este proceso", precisó Quirno en su publicación.
La estadía de Dimon en Buenos Aires confirma el peso estratégico que JPMorgan viene ganando en la economía argentina. Hoy, es un actor central en un momento donde las definiciones financieras dependen tanto del respaldo internacional como de la capacidad del gobierno de Milei para ofrecer garantías concretas. Mientras las gestiones continúan, el desembarco de una figura de este calibre marca un mensaje claro: Estados Unidos observa de cerca cada movimiento del nuevo rumbo económico argentino.