Las Maldivas siempre ofrecieron lujo y descanso: tratamientos de spa, algo de esnórquel y cenas descalzas a la luz de las velas sobre la arena. Una fórmula que funcionó para parejas y para quienes buscaban desconectar. Pero un empresario local detectó que los turistas que llegaban querían otra cosa.

Ahmed Siyam Mohamed empezó hace 35 años como guía turístico. Con el tiempo, levantó un imperio de seis resorts. En ese recorrido, notó que muchos viajeros no buscaban solo silencio ni una lista interminable de masajes: querían acción.

Entonces hizo una apuesta fuerte. Invirtió US$ 350 millones para construir Siyam World. Después, sumó al menos otros US$ 50 millones para mejorar el resort y agregar más experiencias. Lo inauguró hace cuatro años.

Hoy, ese complejo propone otra idea del lujo en las Maldivas.

"En nuestro resort, el lujo significa libertad. Libertad de movimiento, de experiencia y de alegría", dice Sara Siyam, directora de marketing del lugar e hija del fundador.

"No existe ninguna regla que diga que el lujo tiene que ser silencioso".

Siyam World abrió justo cuando empezaba a imponerse una nueva forma de viajar: la que gira en torno a las experiencias. Hoy, muchos turistas no solo eligen el destino por sus paisajes o su tranquilidad, sino por lo que pueden hacer allí.

Esa demanda fue la que el padre de Sara supo anticipar. Supo leer el momento justo de un cambio profundo en la manera de viajar.

Cronometrando una revolución en los viajes

Según analistas del sector, el mercado global vinculado a las experiencias en viajes mueve más de un billón de dólares. La mitad de los jóvenes de la Generación Z dice que prefiere gastar su dinero en vivencias. Ahorran en pasajes o alojamiento para usar esa plata en una clase de cocina, una salida de buceo o algún campamento deportivo. Entre los baby boomers, apenas un tercio piensa igual.

El cambio no se explica solo por la edad. El último informe Trendcast de TripAdvisor, que analizó millones de reseñas y reservas, mostró que si bien los adultos siguen buscando descanso, ahora también quieren una cuota de sorpresa y alegría.

Ya no están dispuestos a dejarle la diversión a los niños.

"En esencia, queremos brindarles a nuestros huéspedes las experiencias que buscan en sus vacaciones. Y lo hacemos, y mucho más, al más alto nivel", dice Sara.

Esa filosofía se siente en toda la isla, con propuestas lujosas y distintas.

Como resume Sara: "El aburrimiento simplemente no es una opción acá".

Quienes se hospedan pueden alquilar mini Mokes eléctricos de estilo retro y recorrer así las 54 hectáreas del resort.

A Sara y a su marido, Ausy Waseem —gerente del resort—, se les ocurrió la idea después de ver "Vive y deja morir", donde James Bond se mueve por una isla caribeña ficticia en un Moke parecido.

Cada vehículo costó US$ 25.000, así que no fue fácil convencer a todos. Pero, como cuenta Sara, "Afortunadamente mi padre estaba de acuerdo cuando vio lo geniales que se ven en esa escena de la película".

Caballos, karts y, claro, un Cat Café

Siyam World ofrece otras propuestas ambiciosas y únicas en las Maldivas. Es la única isla donde los huéspedes pueden andar a caballo. Y no en cualquier caballo: son marwaris del Rajastán, una raza poco común, conocida por sus orejas curvas y su fuerte vínculo con las personas.

Para alojarlos, construyeron un hospital veterinario en la isla. Después, sumar un pequeño zoológico interactivo con cabras, conejos, ovejas y varias especies de loros exóticos fue casi una consecuencia lógica.

En muchas islas de Maldivas hay gatos callejeros que quedaron abandonados por antiguos residentes. Mientras la mayoría de los resorts opta por retirarlos, Siyam World decidió transformar ese problema en una experiencia distinta para quienes se hospedan.

"Nuestro veterinario proporcionó los tratamientos necesarios y ahora vemos cuánto nuestros huéspedes, especialmente los niños, aprecian su presencia", cuenta Sara.

Ya están trabajando en un café para gatos, donde los capuchinos y las porciones de torta llegarán acompañados de un felino cariñoso.

Juguetes acuáticos poco comunes y estrellas del fútbol

En Siyam World, los deportes acuáticos suman propuestas que muchos huéspedes ni sabían que existían. Y que la mayoría de los hoteles ni considerarían: son caros, arriesgados y con una rentabilidad poco clara.

Está el CudaJet, una mochila subacuática con propulsores que permite a quienes hacen apnea desplazarse como si volaran bajo el agua. También el Seabreacher, un submarino individual que se sumerge y luego salta sobre las olas. Y los Jet Cars: lanchas rápidas con forma de autos deportivos, ideales para quienes alguna vez soñaron con manejar un Ferrari sobre el Océano Índico.

La decisión de no escatimar se extiende más allá del agua. En tierra firme también se apuesta fuerte, sobre todo en el fútbol. Anwar Abdul Gani, una leyenda local, lidera entrenamientos todos los días en canchas de tamaño reglamentario. ¿Campamentos juveniles? Están a cargo de figuras como Rio Ferdinand y Francesco Totti, que viajaron especialmente para estar ahí.

El alojamiento sigue la misma lógica. Cada villa sobre el agua tiene su propia piscina y un tobogán privado, comodidades que en otros resorts suelen estar solo en las suites más exclusivas.

"Decidimos ofrecer a todos los huéspedes la experiencia de vacaciones en Maldivas que han visto en las redes sociales, independientemente de su presupuesto", dice Sara.

Con 16 categorías de precios y casi 500 habitaciones, Siyam World apunta a un público amplio: viajan desde personas solas hasta parejas en luna de miel, grupos grandes y familias de varias generaciones.

Las villas más accesibles sobre el agua arrancan en US$ 700 por noche. Las residencias de playa con cuatro habitaciones, en el nivel más alto, parten desde los US$ 4.000.

Quienes visitaron el resort devolvieron esa apuesta con lealtad y buenas reseñas.

Siyam World acaba de alcanzar el décimo lugar en los premios Travelers' Choice de TripAdvisor. Es el único resort de Maldivas en la lista. También quedó segundo en la categoría de Mejor Hotel Todo Incluido del mundo, y primero en Asia. Hoy está en el 1% más alto del ranking global de TripAdvisor.

"Siyam World fue un concepto completamente nuevo en las Maldivas, uno que nunca se había probado antes", dice Sara. "Pero la enorme inversión valió la pena".

Mientras muchos resorts todavía intentan adaptarse a la transformación que impusieron los viajes centrados en experiencias, Siyam World ya respondió a esa demanda. El éxito del resort sugiere que el futuro del turismo puede ser más atrevido, inesperado y entretenido de lo que imaginábamos.

Como me dijo una vez Ian Schrager, fundador del mítico Studio 54: "A todos nos gusta divertirnos cuando podemos. Ha sido así durante 5000 años, y no creo que cambie nunca".

Nota publicada en Forbes US.