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Numerosas investigaciones muestran que el estrés laboral provoca enfermedades me
Liderazgo

Karoshi, la palabra que explica por qué cada vez más empleados mueren por estrés y agotamiento

Bryan Robinson, Ph.D.

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Aunque el término nació en Japón, el fenómeno del karoshi está más presente que nunca en todo el mundo. Las jornadas interminables, el estrés crónico y el agotamiento extremo están provocando enfermedades físicas, mentales y, en muchos casos, la muerte silenciosa de miles de trabajadores cada año. En muchos países, el problema se esconde detrás de diagnósticos como infarto o ACV, pero la raíz es la misma: una cultura laboral que celebra el sacrificio y descuida el bienestar.

5 Junio de 2025 14.15

Numerosas investigaciones muestran que el estrés laboral provoca enfermedades mentales y físicas. Sin embargo, pocas personas entienden que existe otro paso peligroso después del agotamiento, capaz de arruinar una carrera profesional y terminar en la muerte. Todo empieza con un estrés crónico que no se controla, desemboca en el agotamiento y, si nadie lo frena, puede terminar en karoshi, el término japonés que significa muerte por exceso de trabajo.

Distintos estudios confirman que las jornadas laborales extensas llevan al agotamiento. Investigadores británicos señalaron que quienes trabajan más de 11 horas por día tienen un 67 % más de posibilidades de sufrir un infarto. También indicaron que quienes superan las 54 horas semanales corren un riesgo mayor de morir por karoshi.

La Organización Mundial de la Salud informó que en 2016 el exceso de trabajo causó 745.000 muertes por infartos y accidentes cerebrovasculares. Entre 2000 y 2016, los fallecimientos por enfermedades cardíacas relacionadas con jornadas largas aumentaron un 42 %, y los vinculados a ACV crecieron un 19 %. Cada año, unas 750.000 personas mueren por enfermedad coronaria causada por trabajar de más.

Es una paradoja, ¿no? Los trabajos que hacemos todos los días para sobrevivir —pagar cuentas, poner comida sobre la mesa— también nos están matando. Y casi nadie lo dice. Pero en Japón sí. A eso le llaman karoshi, por los miles de trabajadores que mueren cada año después de pasar entre 60 y 70 horas por semana en su puesto. Es tan frecuente que al lugar de trabajo ya lo apodan "campo de la muerte". Algunos economistas en India hablan de la muerte por exceso de trabajo como "un veneno a cámara lenta".

Los casos de ansiedad, depresión, suicidios y enfermedades relacionadas con el estrés siguen creciendo. Los estudios muestran que el estrés laboral sin control golpea nuestro sistema nervioso, nos deja atrapados en un estado de alerta constante y genera hipertensión, enfermedades del corazón, diabetes tipo 2 y defensas bajas. Además de dañar la salud, trabajar de más sin pausa también lleva a una vida desordenada, a la ruptura de vínculos familiares e incluso al karoshi.

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El estrés laboral genera hipertensión, enfermedades del corazón, diabetes tipo 2 y defensas bajas.

 

En Estados Unidos todavía hay cierta resistencia a llamarlo por su nombre. Allí, el 45 % de los trabajadores se define como adicto al trabajo. Y otro 59 % sufre agotamiento moderado o alto, según el Informe de Fuerza Laboral de Aflac 2024-2025.

En Estados Unidos no se habla de karoshi porque el inglés no tiene una palabra para nombrarlo. Cuando un trabajador se desploma en su escritorio por culpa del karoshi, acá se lo llama infarto, ACV o diabetes. Pero en realidad, son consecuencias del estrés laboral sin tratar y del agotamiento extremo que desemboca en karoshi. Por eso, hay que ponerle nombre a este asesino invisible. Y por ahora, alcanza con decirle karoshi.

Los trabajadores abandonan el barco para escapar del agotamiento y el karoshi

Un informe nuevo muestra que el 62 % de los empleados está más estresado en 2025 que hace un año. Eso eleva el riesgo de morir por agotamiento y karoshi, y empuja a muchos a tomar la decisión de renunciar. El 65 % sueña con dejar su trabajo solo para dedicarse a sí mismo. La historia es bastante más profunda de lo que parece.

Según el Informe de Fuerza Laboral de Aflac, el 64 % de quienes tienen un nivel alto de agotamiento planea cambiar de empleo en los próximos 12 meses. Los millennials son la generación más afectada: el 66 % dice sentirse agotado, en un nivel moderado o alto. Claro, no hay estadísticas sobre karoshi porque nadie recolecta esos datos.

Pero el karoshi no discrimina. Afecta a todos por igual. Nuevas cifras de Vistage confirman que el agotamiento también llegó a las cúpulas empresariales. El 71 % de los directores ejecutivos se siente agotado de manera regular u ocasional. Y uno de cada tres (32 %) admite haber sentido agotamiento "con frecuencia" o "casi todos los días" durante el último año.

Según Carl Niedbala, cofundador y director de operaciones de Founder Shield, cada vez más altos ejecutivos deciden renunciar. En 2024, un récord de 2221 CEOs dejaron su cargo en Estados Unidos, frente a los 1914 del año anterior. Y ese número sigue creciendo, me dijo por correo electrónico. El puesto se volvió extremadamente estresante: hay que lidiar con la inteligencia artificial, las amenazas cibernéticas que muchas veces terminan en juicios, la presión constante de las juntas directivas y del público, y encima soportar expectativas que parecen imposibles de cumplir.

"El talento de primer nivel redefine con valentía el significado del 'éxito' a medida que continúa el éxodo de directores ejecutivos, impulsado por exigencias incesantes, un escrutinio intenso y la insatisfacción personal", explicó Niedbala. "Las empresas deben implementar estrategias inteligentes de gestión de riesgos para apoyar eficazmente a los líderes emergentes y evitar que sus altos ejecutivos se queden sin trabajo", agregó.

Así que olvidate de relajarte después de la jornada. Un estudio nuevo muestra que la mayoría de los empleados usa su tiempo libre solo para recuperarse. Una encuesta de la app Headway, hecha a 2000 trabajadores, reveló que el 60 % pasa su tiempo libre agotado, sin disfrutar nada. Uno de cada cuatro se siente culpable por hacer algo tan simple como dedicarse a una afición, y una cuarta parte dice que ya ni siquiera tiene personalidad fuera del trabajo.

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Un estudio nuevo muestra que la mayoría de los empleados usa su tiempo libre solo para recuperarse.

 

Los expertos de Headway lo ven como un punto crítico. El 36 % de los empleados dejó de hacer ejercicio por culpa del trabajo, el 32 % ya no se relaciona con otros y el 27 % dejó de viajar por completo. Uno de cada cuatro ya no realiza ninguna actividad recreativa.

"Los empleados que pasan las tardes y los fines de semana simplemente recuperándose del trabajo no se ganan la vida, apenas sobreviven", afirma Cindy Cavato, coach de productividad certificada de la app Headway. "Con el tiempo, eso desgasta la motivación, la creatividad y la autoestima, que son las que impulsan el éxito. Las empresas que no prestan atención a esto corren el riesgo de perder talento y ver cómo aumenta la rotación. La productividad sostenible no se consigue exigiéndole al máximo a la gente, sino dándole tiempo y espacio para que pueda ser humana", añade.

Qué hacer para evitar el agotamiento y el karoshi

Los estudios muestran que el autocuidado es la primera barrera de protección. Las empresas que lo fomentan entre sus empleados también mejoran sus propios resultados. Sin embargo, muchos todavía creen en el mito de que el estrés y el desgaste son necesarios para avanzar. La ciencia dice lo contrario: el estrés laboral y el agotamiento frenan las carreras.

Si vivís sacrificando tu bienestar para cumplir con lo que el trabajo exige, es muy difícil que llegues a tu mejor versión. El autosacrificio no es una medalla; es una sentencia. El autocuidado no solo te protege: también te prepara para rendir más, con más salud y por más tiempo. Cuando te cuidás, tenés más para ofrecer.

La Generación Z viene empujando con fuerza por una mayor flexibilidad laboral y un equilibrio real entre trabajo y vida personal. Están al frente de los llamados microcambios microjubilaciones. "El auge de las microjubilaciones refleja un cambio más profundo en el estilo de vida; indica que la relación entre las personas y el trabajo continúa evolucionando", me dijo la Dra. Marais Bester, consultora sénior de SHL. "La gente busca un respiro para reordenar sus prioridades, en un mundo donde los modelos tradicionales de empleo ya no le sirven a todos. Para los empleadores, puede parecer una tendencia desconcertante, pero también representa la oportunidad de aplicar una estrategia de talento más flexible y con foco en las personas", explicó.

Es clave que los líderes alienten a sus equipos a desconectar. Casi la mitad (47 %) de los empleados considera que tener un jefe que respeta su tiempo libre es fundamental para lograr un buen balance entre trabajo y vida personal. El 51 % cree que más días de descanso pagos es la forma más efectiva de aliviar el agotamiento. Le siguen los programas de autocuidado (47 %) y la posibilidad de trabajar desde casa (43 %).

El engaño colectivo que lleva al karoshi

Cada vez son más las voces que piden revisar qué significa bienestar dentro de las empresas. Y eso implica, primero, abandonar la idea equivocada de que es un mérito llegar al agotamiento o incluso poner en riesgo la vida para alcanzar el éxito.

Cuanto más organizaciones abandonen ese engaño colectivo y más personas lleven una mente, un cuerpo y un espíritu sanos al trabajo, más posibilidades habrá de sostener una carrera laboral sana, junto con buenos resultados para la empresa.

Prevenir el karoshi tiene que ver con lograr un equilibrio real entre trabajo y vida. No se trata de beneficios contra la humanidad. Y eso seguirá siendo un problema en 2025 si no se cambian en serio las prácticas laborales, la sobrecarga de horas extras y la ineficiencia de las reuniones. El desafío será construir culturas de trabajo que mezclen productividad y rentabilidad con humanidad y bienestar. Porque todo eso va junto.

Con información de Forbes US.

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