La trayectoria profesional tradicional cambió drásticamente, llevando a una generación al borde del agotamiento. Mientras que las generaciones anteriores solían trabajar para un solo empleador, los millennials se dieron cuenta de que necesitan múltiples trabajos para mantener su estilo de vida, lo que, en muchos casos, implica un sacrificio de su salud mental. Según un estudio de Academized, el 52% de los millennials en EE.UU. tienen trabajos secundarios para complementar sus ingresos. De este grupo, una cuarta parte compagina tres empleos, y un tercio maneja cuatro o más fuentes de ingresos simultáneamente. Mucho peor puede llegar a ser en Sudamérica, donde las condiciones de trabajo muchas veces distan de ser las mejores.
Este fenómeno, conocido como "politrabajo", no es solo una moda pasajera. Es una respuesta directa a la necesidad económica. Como los salarios siguen corriendo detrás del aumento del costo de vida, muchos millennials necesitan más de una fuente de ingresos para poder mantenerse.
Por qué los millennials eligen el politrabajo
Hay varios factores que hacen que los millennials estén más inclinados a tener varios empleos:
Necesidad financiera
Los millennials cargan con presiones económicas como deudas y salarios que no aumentan al ritmo de la inflación.
Facilidades tecnológicas
Las plataformas digitales y el trabajo remoto redujeron de manera significativa las barreras para conseguir empleos adicionales. Una encuesta de Academized indicó que el 35 % de los millennials en EE.UU. usa herramientas digitales y de inteligencia artificial para organizar sus trabajos extra, sobre todo en tecnología.
La seguridad laboral, en otros términos
Después de atravesar varias crisis económicas, los millennials entendieron que diversificar sus ingresos es una forma de protegerse frente a la pérdida del empleo. La idea clásica de seguridad laboral quedó desplazada por una seguridad basada en tener distintas fuentes de ingreso.
Otra escala de valores: más autonomía
Muchos millennials priorizan la flexibilidad y el sentido de lo que hacen antes que el desarrollo profesional tradicional. Tener varios empleos les permite involucrarse en proyectos que les importan y, al mismo tiempo, sumar ingresos concretos.
Más que plata: lo que ganan los millennials con el politrabajo
Aunque la necesidad económica suele ser el motor principal, hay beneficios menos evidentes que explican por qué tantos millennials eligen trabajar en más de un lugar.
Tener más ingresos da cierta calma
Contar con distintas fuentes de ingreso ofrece una tranquilidad psicológica que permite asumir riesgos laborales con más margen.
Aprender oficios distintos hace crecer más rápido
Las habilidades que se adquieren en un trabajo pueden mejorar el rendimiento en otro. Esa combinación genera un circuito de aprendizaje que impulsa el crecimiento profesional.
Conocer gente de distintos sectores abre puertas
Ampliar la red de contactos en diferentes industrias crea oportunidades que, de otra forma, no aparecerían.
Tener más control también baja el estrés
Cuando no dependés de un solo empleador, ganás margen para poner límites y decir que no a proyectos que no suman a tu bienestar.
El politrabajo también desgasta
A pesar de las ventajas, el agotamiento es una amenaza concreta. Un estudio reciente de Moodle muestra que el 66 % de quienes trabajan en Estados Unidos siente ese desgaste, empujado por varios factores:
- La sensación de que hay más tareas que tiempo para cumplirlas.
- La falta de recursos y de herramientas adecuadas.
- La percepción de una economía frágil que afecta su estabilidad.
- La sobrecarga laboral por falta de personal.
- El miedo a que la inteligencia artificial reemplace sus tareas.
- La encuesta de Academized también señala que el 42 % de los millennials que manejan varios trabajos sufre agotamiento por las jornadas extendidas, y el 26 % dice que eso afecta sus relaciones personales.
Claves para bancarse más de un trabajo sin fundirse
Si sos parte del grupo cada vez más grande de quienes llevan adelante más de un empleo, estas estrategias pueden ayudarte a sostener esa rutina sin dejar de cuidar tu bienestar:
Elegí un modelo que se adapte a tu situación
No todos los esquemas de politrabajo funcionan igual. Estas son algunas de las formas más comunes:
- Modelo ancla y órbita: Consiste en tener una fuente de ingreso estable como base —suele ser un trabajo remoto o de medio tiempo— y sumar varios proyectos alrededor. El trabajo principal da estabilidad, mientras que los otros pueden ofrecer crecimiento y más satisfacción.
- Carreras por portafolio: En vez de tener un empleo de tiempo completo, se arma un conjunto de trabajos de medio tiempo vinculados a distintas habilidades, pero aplicadas en contextos diferentes, con empleadores o clientes distintos.
- Modelo clásico de trabajo secundario: Implica conservar un empleo de tiempo completo como eje principal y sumar tareas por fuera —aunque no estén relacionadas— para reforzar los ingresos.
Poné límites claros y armá sistemas
Para que el politrabajo funcione, necesitás separar bien tus distintos roles laborales.
- Reservá tiempo fijo para cada actividad: Asigná horarios concretos para cada tarea y respetalos. Eso te ayuda a evitar los cambios constantes de foco, que te desgastan más rápido de lo que parece.
- Separá los espacios de trabajo siempre que puedas: Incluso si trabajás desde casa, intentá armar sectores distintos para cada actividad. Esa división física también ayuda a ordenar la cabeza.
- Usá la tecnología con inteligencia: Podés crear correos electrónicos, calendarios o usar dispositivos distintos para cada rol profesional. Eso te permite organizarte mejor y reducir el ruido.
- Automatizá todo lo que se pueda: Configurá pagos automáticos, planificá las comidas de antemano y usá herramientas que te ahorren tiempo en tareas administrativas.
Dale espacio a la recuperación
Quienes mejor se organizan con el politrabajo hacen lugar en sus agendas para descansar. Eso no es opcional.
- Agendá descansos como si fueran reuniones: Reservá tiempo para frenar y tratá esos momentos como intocables.
- Incluí pausas entre tareas: Entre un rol y otro, dejate un rato para cambiar el chip. Esa transición ayuda a no saturarte.
- Cuidá tus niveles de energía
- Ubicá las tareas más demandantes en los momentos del día donde sabés que rendís mejor.
Prestá atención a las señales del agotamiento
Identificar el cansancio a tiempo es clave para no pasar el punto de quiebre. Fijate si aparece alguno de estos síntomas:
- Síntomas físicos: cansancio constante, dolores de cabeza o problemas para dormir.
- Señales emocionales: irritabilidad, cinismo o sentirte desconectado de lo que hacés.
- Caída en el rendimiento: bajás la calidad del trabajo, no llegás con los tiempos o te cuesta concentrarte.
Ponete metas claras con la plata
Tener más de un trabajo es más llevadero cuando sabés para qué lo hacés. Si tus objetivos financieros están definidos, es más fácil no pasarte de rosca.
- Definí qué significa "alcanzar lo suficiente": ¿Trabajás en varios lugares para pagar deudas, juntar para una casa o armar un fondo de emergencia? Tenerlo claro te evita caer en el trabajo sin fin.
- Seguimiento: clave para no perder el rumbo: Ver cómo avanzás hacia tus metas te da impulso, sobre todo en los momentos complicados.
- Revisá tus objetivos cada tanto: Si tu situación económica cambia, también puede cambiar tu necesidad de tener más de un ingreso.
Saber cuándo bajar el ritmo
Lo más importante es identificar cuándo el politrabajo ya no te está sumando.
- Marcá un límite de tiempo: Si sumás trabajos extra para alcanzar una meta puntual, ponete un plazo. Saber hasta cuándo vas a sostener ese ritmo te ayuda a no quedarte atrapado en la rueda.
- Definí cuándo dar un paso al costado: Antes de arrancar, pensá en qué condiciones dejarías alguno de los trabajos o reducirías la carga general.
- Escuchá a quienes tenés cerca: Muchas veces, el entorno nota antes que vos los signos de agotamiento. No descartes esas señales.
El politrabajo ya es parte del presente laboral
Los millennials están diversificando sus ingresos, empujados por las presiones económicas y las ganas de manejar su plata con más libertad. Según la encuesta de Academized, el 58 % planea seguir con más de un empleo o fuente de ingreso en el largo plazo. Todo indica que esta forma de trabajar no es una moda.
La clave para que funcione sin fundirse está en cómo lo armás. Si elegís tareas que se complementan, ponés límites claros y respetás tus tiempos de descanso, podés construir una carrera que te dé estabilidad económica y te llene, sin que eso te cueste la salud.