Al ritmo actual, la igualdad de género en la alta dirección se lograría recién en 2072
El avance de las mujeres en los puestos más altos de las empresas alcanzó una tasa de crecimiento de sólo el 0,5%, la más baja de la década, de acuerdo a un informe de S&P Global.

En un informe reciente de S&P Global, apareció una tendencia preocupante en el mundo empresarial estadounidense: las mujeres están perdiendo terreno en los puestos directivos por primera vez en dos décadas.

Mientras que los hombres vieron aumentar su representación en la cima, el camino hacia la paridad de género dio un paso atrás. El informe prevé que, al ritmo actual, es posible que no se alcance la igualdad de género en la C-suite hasta 2072.

  • El avance de las mujeres en los puestos más altos de las empresas alcanzó una tasa de crecimiento de sólo el 0,5%, la más baja de la década.
  • Las mujeres están perdiendo puestos en la C-Suite por primera vez desde 2005.
  • Las estimaciones sugieren ahora que alcanzar la paridad de género podría retrasarse entre 1 y 7 años.
  • Las empresas están descuidando los esfuerzos de diversidad e inclusión, con las menciones en las presentaciones de resultados en mínimos de varios años.

Fui testigo de primera mano de las diversas perspectivas e ideas innovadoras que las mujeres aportan a los puestos de liderazgo. El retroceso resaltado por S&P no es sólo una pérdida para las mujeres, sino para las empresas y las economías de todo el mundo. Los equipos de liderazgo diversos no son una mera muestra de progreso; son un motor probado de creatividad, resistencia y rendimiento financiero.

Esta es una llamada de atención para que las organizaciones reevalúen su compromiso con la diversidad de género. Es hora de ir más allá de la mera retórica y poner en marcha acciones tangibles que allanen el camino para que las mujeres prosperen en puestos de liderazgo. Ya sea a través de programas, políticas de trabajo flexibles o procesos de promoción transparentes, las empresas deben ser proactivas a la hora de crear un entorno en el que el talento, independientemente del género, pueda llegar a lo más alto.

No olvidemos que la diversidad no es sólo una métrica a alcanzar; es un catalizador para la innovación y el éxito.

El camino hacia la paridad de género en la C-suite es largo y supone un desafío, pero con un esfuerzo colectivo y un compromiso inquebrantable, podemos acelerar el ritmo y construir un escenario corporativo más inclusivo y próspero. Es un llamado a ir más allá de las cuotas y reconocer el potencial en cada candidato y desafiar los prejuicios.

Un informe reciente de The Muse y RecruitmentMarketing.com revela estadísticas alarmantes: El 55% de las mujeres en la C-suite se enfrentaron a preguntas inapropiadas en las entrevistas, y el 58% se sintieron discriminadas durante el proceso de la entrevista.

Aliados masculinos, su apoyo es crucial. Los desafíos a los que nos enfrentamos no son únicamente problemas de las mujeres; están profundamente arraigados en sistemas y prácticas que nos excluyen, desde los procesos de contratación hasta la cultura del lugar de trabajo, pasando por el diseño de los roles laborales.

Necesitamos que utilice su voz, abogue por el cambio e influya en las políticas. Sus esfuerzos no pasarán desapercibidos. A cambio, nos comprometemos a realizar un trabajo excepcional que fomente causas nobles, amplificando nuestro impacto colectivo.

Nota publicada por Forbes US