Hacer negocios fuera de la Tierra: la nueva obsesión de los multimillonarios
Cómo es la carrera entre los principales multimillonarios del mundo para dar los primeros pasos en el mercado del turismo espacial.

Las competencias fálicas entre los hombres poderosos se remontan a tiempos inmemoriales: desde ostentar la construcción más alta de la ciudad en la antigüedad hasta manejar el automóvil más tuneado en tiempos recientes. Esta puja acaba de superar una nueva barrera: algunos de los principales multimillonarios más importantes del planeta están corriendo hacia sus respectivos cohetes para poder contar a sus amigos que fueron de las primeras personas del mundo en hacer turismo por el espacio.

Richard Branson, creador de la emblemática vendedora de discos Virgin Records, cambió de mañas pero no de nombre: con Virgin Galactic, se convirtió en el eventual adelantado en esta carrera por apenas unos días. El 11 de julio pasado, su SpaceShipTwo, un avión con alas y motor de cohete cuyo desarrollo demandó alrededor de dos décadas completas, salió con él, otros tres empleados de la compañía y dos pilotos y convirtió a Branson en la primera persona del mundo en viajar al espacio a bordo de una nave autofinanciada.

Ver: Jeff Bezos y Elon Musk se enfrentan ahora por sus negocios espaciales

Si bien Branson ya piensa a las vacaciones como algo que sucede más allá de los límites de la atmósfera terrestre, para el resto de los mortales ?o, al menos, para aquellos que pueden pagarlo? tiene una línea de propiedades para viajeros extremadamente exclusivas en algunos de los puntos más sorprendentes del planeta bajo la marca Virgin-cuándo no- Limited Edition: Sudáfrica, Kenia, Marruecos, Suiza y las Islas Vírgenes (o sea, las Virgin Island, para continuar con la obsesión por el nombre) albergan algunos de los destinos propuestos.

Nueve días tarde

Por apenas nueve días, a Jeff Bezos, el hombre detrás de la creación de Amazon y el patrimonio más grande del mundo, valuado en US$ 177.000 millones, quedó en un cercano segundo puesto. Su viaje, el 20 de julio, fue a bordo de una nave creada por Blue Origin, la empresa dedicada a las actividades espaciales.

Seguramente, Bezos comentará en las charlas de café que le queden de aquí en más que hay un punto en el que le ganó a Branson: llevó consigo, además de a su hermano Mark, a Wally Funk ?pilota de 82 años, una Mercury 13 entrenada para ir al espacio en el siglo XX pero que nunca había llegado a volar? y, he aquí la victoria, al primer cliente pago, al menos de esta nueva era: un recién graduado de la escuela secundaria llamado Oliver Daemen, cuyo padre abonó US$ 28 millones por el viaje de tan solo 11 minutos.

En tierra quedó, hasta el momento, el tercer gran protagonista de esta historia. Elon Musk, reconocido por su trabajo en los vehículos autónomos con Tesla y habitué de los medios por los sacudones que hace dar a las monedas virtuales a partir de sus declaraciones en las redes sociales. Musk tiene anunciada la salida de Dragon, la nave insignia de su empresa de turismo espacial SpaceX, para fines de este año, en el marco de la misión Inspiration4, que llevará al magnate Jared Isaacman con otros tres pasajeros. Por lo pronto, la forma que encontró de ser más excéntrico que sus excéntricos colegas es mantener el misterio sobre si él formará parte o no de la primera tripulación. Musk también trabaja en Starship para volver a llevar astronautas a la Luna, algo que no sucede desde 1972.

El gran pionero

Con menos pompa, el turismo espacial fue inaugurado por la empresa Space Adventures en 2001: el 30 de abril de 2001 llevó de paseo a las estrellas a Dennis Tito, primer turista espacial, en una nave rusa Soyuz que partió desde Kazajstán. Pagó US$ 20 millones por una travesía de siete días en la Estación Espacial Internacional. Le siguieron otros seis civiles, incluyendo al fundador de Cirque du Soleil, Guy Laliberte, que viajó el 30 de septiembre de 2009 (a esta altura ya costaba US$ 35 millones). ¿Es negocio el turismo espacial? Se estima que Virgin Galactic lleva vendidos unos 600 pasajes para 2022 a un valor que oscila entre los US$ 220.000 y los US$ 250.000 y, aunque ya se habla de un tarifazo para las ventas futuras, lanzó también un sorteo para que dos personas pudieran ir gratis.