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Innovacion

El futuro de la innovación será estructurado, medible y escalable a partir del lanzamiento de la norma ISO 56001

Pablo Wahnon

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En la presentación de la nueva norma ISO 56001 que promueve la innovación en las empresas, personalidades influyentes a nivel global destacaron el papel de la innovación como un factor clave para el crecimiento de los negocios

22 Noviembre de 2024 19.36

El desarrollo vertiginoso a nivel global de los negocios exige que las empresas sean cada vez más competitivas. Por eso, innovar es un must de época y esta lejos de ser una moda o un capricho del ejecutivo de turno. El problema es que dentro de las organizaciones queda muy bien decir que se está innovando y otro tema es que ello realmente se esté realizando.

Y si bien la innovación puede parecer inalcanzable, la realidad es que todo comienza por lograr que se incorpore dentro de la cultura empresarial de la manera adecuada. Para agregar valor de forma continua y sostenible, la innovación debe ser no sólo una estrategia, sino también una mentalidad que forme parte del ADN de una compañía. 

Dentro de este contexto, el lanzamiento oficial de la norma de gestión de la innovación ISO 56001 que establece un nuevo estándar global que busca potenciar la forma en que las empresas gestionan y escalan la innovación, estableciéndose como un componente vital de la competitividad y la sostenibilidad en el panorama empresarial moderno. 

En el marco del lanzamiento de la norma, organizado por la Universidad del Pacífico y que contó con 58 expertos en innovación de más de 36 países presentes, Johan Claire, el presidente de ISO TC 279, uno de los comités técnicos dentro de ISO, especializado en Gestión de la Innovación, Mikael Rönnholm, el director de Tecnologías Emergentes de Volvo y Alan Zettelmann, CEO de INNOCONSULT y autor de Commanding Innovation, conversaron con Forbes sobre la importancia de contar con una norma que regule la innovación. 
 

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La creatividad es un activo intangible pero indispensable en el futuro de las empresas

"No existe nada que regule la innovación. IS0 56001 es más bien un marco para apoyar el desarrollo de capacidades y la profesionalización de la gestión de la innovación dentro de todas las organizaciones a nivel global", indica Johan Claire. El mundo necesita que todas las empresas se tomen en serio la innovación para afrontar los numerosos desafíos de este tiempo. Y por eso, es necesario que las organizaciones innoven más y mejor. 

Sin embargo, la disponibilidad de esta norma no implica que haya una sola forma de innovar. Por eso, el principal desafío "es evitar malentendidos y no creer que IS0 56001 va a estandarizar la innovación". Lo que aporta es "un sistema de gestión de la innovación y al mismo tiempo proporciona un marco para que cualquier organización pueda implementar las actividades necesarias para favorecer el desarrollo de ella", comenta Claire. 

Para el caso de las empresas latinoamericanas, la norma IS0 56001 abre una gran oportunidad, en el sentido de poder expandir su oferta local e internacional. La mayoría de ellas ya están acostumbradas a otros estándares de sistemas de gestión como ISO 9001 e ISO 14001 y al incorporar ISO 56001, no sólo van a mejorar su desempeño sino que también "compartirán un lenguaje común y aumentarán su capacidad de realizar evaluaciones comparativas y colaborar. La innovación no surge por casualidad ni siguiendo un único proceso sino por el resultado de la implementación exitosa de actividades y procesos de manera sistémica" asegura Claire . 

Las organizaciones suelen trabajan en silos, o sea con equipos descoordinados lo cual atenta contra el valor de la alineación, la colaboración y la comunicación. "En un gran grupo corporativo, los estándares permiten a la organización colaborar entre varios equipos independientes de innovación e I+D; colaboraciones que de otro modo serían difíciles debido a diferentes enfoques, diferentes terminologías, diferentes gobiernos y procesos. En este sentido, una norma de innovación disolverá y reducirá la mentalidad y las actividades de silo", afirma Rönnholm
 

Una vez que un proyecto de innovación se encara de esta forma los impactos positivos se van retroalimentando. "Se logra también mayor velocidad -excelencia operativa- en I+D a través de procesos estandarizados para ideación, creación de prototipos y prueba y verificación".  Todo esto surge no porque se estandarice la innovación que justamente siempre es la que rompe el status quo sino los procesos que permiten que emerja. "A medida que podemos agrupar ideas a partir de ideas separadas ejecutadas por diferentes equipos en diferentes unidades organizativas, hay mayor transparencia y una cultura de innovación entre organizaciones", asegura Rönnholm. 

Una herramienta estratégica para el éxito a largo plazo

Una de las participaciones más valoradas fue la de Alan Zettelmann, CEO de INNOCONSULT y autor de Commanding Innovation -un libro recientemente lanzado en Amazon que recoge sus experiencias en Dubái-. Zettelmann, reconocido proporcionó una hoja de ruta visionaria sobre cómo incorporar la innovación en el ADN corporativo a través de la gestión avanzada de la innovación y la inteligencia artificial.

"La gestión de la innovación ya no es un esfuerzo ad-hoc, sino un imperativo estratégico. El ISO 56001 ofrece un marco integral para gestionar, medir y mejorar los procesos de innovación con precisión, haciéndolo tan integral para las operaciones empresariales como el ISO 9001 (gestión de calidad) y el ISO 14001 (gestión ambiental)", destaca Zettelmann.

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Se pueden generar procesos de innovación que sean escalables y medibles para la organización

El autor introdujo el concepto de "Cociente de Innovación", subrayando que la innovación debe integrarse profundamente en la estrategia corporativa, y no ser solo un requisito de cumplimiento con ISO 56001 y 56004, y señaló que las empresas con una estrategia cohesiva que alinea las aspiraciones con la ejecución tienden a crecer un 10% más rápido y a obtener un 22% de mejores resultados que sus competidores. 


"La innovación debe ser parte del ADN corporativo. Las empresas ahora tienen la oportunidad de ponerse al volante de un Fórmula 1, pero sus empleados aún necesitan graduarse de la escuela de karting", bromea Zettelmann, subrayando la necesidad de una formación adecuada para aprovechar el poder de la innovación sin riesgos innecesarios.

Dentro de una agenda 2030 que ya están diseñando algunas organizaciones, ISO 56001 se posiciona como un estándar de oro para la gestión de la innovación, ofreciendo a las empresas una herramienta crítica para navegar los desafíos de la era digital. Las compañías que adopten ISO 56001 estarán mejor equipadas para gestionar la innovación de manera sistemática, mejorar la toma de decisiones y asegurar una ventaja competitiva. "El futuro de la innovación es estructurado, medible y escalable y el ISO 56001 es la clave para desbloquearlo", afirmó de manera contundente Alan Zettelmann.

Mindset innovador

Fomentar una cultura de la innovación empieza desde arriba. El rol de los líderes para lograr en sus equipos un mindset innovador es fundamental porque son ellos los encargados de inspirar, capacitar y dar el espacio para que sus colaboradores comiencen a pensar de modo diferente. "Esto implica que puedan generar espacios donde equivocarse no sea visto como un fracaso sino como parte del proceso y una oportunidad para aprender; que motiven la curiosidad y la creatividad y que propicien entornos dónde la colaboración, el riesgo calculado y la experimentación sean parte del día a día. No se trata solo de tener "ideas locas", sino de dar espacio para que esas ideas se desarrollen sin miedo a equivocarse", señala Zettelmann.

La innovación comienza y termina con la cultura la cual, al interior de las organizaciones, es fomentada por los líderes. Si los líderes no comprenden los principios básicos de la innovación, no pueden fomentar una cultura de innovación. Ellos deben comprender que diferentes perspectivas de innovación -u horizontes de innovación- necesitan diferentes modelos operativos y que no se pueden mezclar modelos operativos. 

"Es ingenuo creer que los ejecutivos de las empresas de la generación actual son los mejores para decidir sobre las innovaciones empresariales de la generación futura, ya que pueden desafiar las estructuras comerciales y de poder existentes y, por lo tanto, pueden amenazar la posición y el poder de los propietarios de las empresas existentes. Si realmente desean fomentar una cultura de innovación, deben separar a los líderes que deciden sobre su crecimiento futuro de los que generan el crecimiento actual. Esa decisión en sí misma fomentará una cultura de innovación", concluye Rönnholm. 

 

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