Fin de año y el balance laboral

En el contexto de las fiestas y un año que se cierra, puede resultar casi imposible no tomarse un momento para reflexionar: ¿Año nuevo, implica desafíos laborales nuevos? Un cambio calendario es un hito importante donde muchas personas aprovechan para hacer balances y proponer cambios por delante en caso de que el saldo del año laboral no haya sido muy positivo.

Mientras por el lado de las compañías, aún quizás con falta de presupuesto, organizan los festejos para agasajar a sus colaboradores por fin de año, reparten la caja navideña, entregan premios, asignan bonos y los sectores de recursos humanos constituyen los calendarios de vacaciones de verano junto a los mandos medios para organizar las tareas; los trabajadores del otro lado, consideran este momento como instancia clave para plantearse objetivos profesionales y mirar el año que se aproxima con una sensación de optimismo cauteloso, ya sea dentro o fuera de la compañía

El año nuevo invita a renovar el acuerdo laboral tácito que casi cada colaborador tiene con su compañía: poder mantener el “work and life balance”, desarrollar sus competencias y crecer profesionalmente, tener buen clima laboral y ser bien retribuido económicamente. Quizás algunas de estas expectativas mencionadas podrían variar de acuerdo a lo que valore cada persona en función del trabajo que desempeñe y el momento que se encuentre de su carrera profesional, pero estos ítems suelen ser los deseos que manifiestan frecuentemente las personas y por los cuales incluso, se trabaja durante el año en sus sesiones de terapia, sobre todo cuando no logran conseguirlos y producto de ello, emociones displacenteras como frustración, enojo y falta de motivación comienzan a repercutir en su cotidianeidad.

 

El año nuevo y por consiguiente las vacaciones de verano, donde hay mayor tiempo de descanso para replantearse la situación laboral de cada uno, lleva a diferentes principales resoluciones entre las que podemos encontrar:

*Reducir y reorganizar el tiempo de trabajo: en épocas de fiestas donde la compartir con los seres queridos se pone en manifiesto, en conjunto con las vacaciones escolares de los hijos que muchas veces son quienes demandan no haber estado presentes; una de las principales resoluciones de los trabajadores tiene que ver con establecer mejores límites en el trabajo, para poder reorganizar sus agendas laborales, establecer mejor las prioridades y poder el año próximo por ejemplo, compartir más tiempo con su familia.

*Crear mejor equilibrio vida personal / laboral: junto con el deseo mencionado anteriormente, crear este anhelado equilibrio suele ser la respuesta directa a los patrones negativos que nadie quiere repetir el año entrante. Poder contar con más espacios de recreación, tiempo para invertir en su salud física y emocional suele ser un deseo de todos, que lamentablemente durante el trascurso del año, suele licuarse ante las demandas cotidianas.

*Aumentar sus ingresos: con un contexto inflacionario que muchas veces no da respiro, el aumento de la motivación extrínseca monetaria sigue siendo pieza clave a alcanzar. Elegir el momento exacto para dialogar sobre el tema, o evaluar la proyección de ingresos del año entrante en función de los compromisos que deben afrontarse, es sin dudas un factor determinante a la hora de definir metas.

*Cambiar de compañía: el verano suele aprovecharse como un momento de evaluar el mercado laboral y analizar cómo se encuentra la empleabilidad de cada uno, conocer cuánto vale nuestro perfil de puesto, muchas veces conlleva a tomar la decisión de que, en marzo, cuando solemos expresar que “arranca el año”, estemos apuntando a un cambio de empresa en pos de mejores condiciones y mayor valoración de nuestras competencias.

 

*Plantearse nuevos rumbos: hay incluso quienes, al momento de hacer un balance, toman la decisión de plantearse giros radicales en vistas del año entrante, tanto es así que aquí podemos encontrar personas que deciden tomar las riendas de ese emprendimiento que venía perfilándose por lo bajo o quienes toman las agallas de comenzar a estudiar una nueva carrera universitaria y comienzan a proyectar un cambio radical en sus vidas laborales en el mediano o largo plazo, como así también, quienes deciden finalmente comenzar a organizar su retiro activo para dar inicio a nueva instancia de su vida.

Si bien un año nuevo, nos plantea siempre un futuro incierto, son muchos los trabajadores que siempre tienen la esperanza de que un cambio de año calendario, traiga consigo cambios significativos positivos en sus vidas profesionales, acercándolos a las condiciones laborales que uno sueña y anhela. Durante el proceso de balance, es importante buscar alternativas y volver a centrarnos en dirección de nuestros objetivos para alcanzar nuestras metas, sabiendo que para materializar aquello que queremos y obtener resultados sin dudas habrá que ser consecuente con lo que efectivamente se haga durante el resto del año.

 

*La columna fue escrita por Melisa Mirabet, psicóloga especialista en gestión emocional y alto rendimiento (MN. 65.390) , Instagram: @melisamirabet