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Bandera de Brasil. Foto: Pexels.
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Brasil cocina el futuro financiero: Nu, MELI, PIX y regulación audaz

Martín Guerra Socio fundador de InCapital, Paigo y Handy

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A continuación, la duodécima entrega de una serie de columnas que Martín Guerra, socio fundador de InCapital, Handy y Paigo escribe para Forbes Uruguay.

9 Octubre de 2025 10.21

Cerca del 60% de la población adulta de Brasil es hoy cliente de Nubank. Son unos 107,3 millones de personas. 

Mercado Pago, el brazo financiero de Mercado Libre, al cumplir 20 años de existencia en 2024 ya contaba en Brasil con 48,8 millones de usuarios activos mensuales. Y en 2025 alcanzó los 68 millones de usuarios activos mensuales en toda la región, con Brasil como uno de sus principales mercados. 

Tanto Nubank como Mercado Pago siguieron la misma lógica. Apuntaron a un segmento históricamente excluido: personas con ingresos de hasta tres salarios mínimos, muchas veces con historial crediticio negativo. 

Su estrategia fue el "arte del escalamiento". Se trata de comenzar con créditos chicos e incrementarlos de forma gradual según el comportamiento de pago. De esa manera gestionaron el riesgo. 

El impacto social y económico ha sido contundente. 

En Brasil se rompió el mito de que la "renta masiva" no es negocio. El "ticket chico", bien gestionado, genera escala, rentabilidad e inclusión.

El rol decisivo del regulador 

El Banco Central de Brasil impulsó una verdadera revolución financiera al habilitar la innovación y promover la competencia.

 Todo cambió a partir de mecanismos cruciales: 

  • PIX: el sistema de pagos instantáneo es hoy usado por más del 75% de la población y se convirtió en el método de pago más utilizado del país. 
  • Open Finance: permite que se compartan datos financieros entre instituciones con la autorización del usuario, lo que amplió la capacidad de analizar riesgo y diseñar productos a medida. 
  • Tope del 100% al crédito rotativo: la deuda con tarjeta no puede superar el doble del capital original en 12 meses. Antes, los intereses superaban el 430% anual. Fue un cambio histórico, aunque limitado sólo a las tarjetas de crédito. 
  • No tiene tope el préstamo personal. El límite al crédito rotativo no alcanzó a los préstamos personales en efectivo, que se mantienen en niveles más razonables y permitieron que esta industria siguiera creciendo. 

Este diseño mostró que es posible proteger a los consumidores sin frenar el crédito en general. 

Allí se abrieron espacios para fintechs y financieras que ofrecen microcréditos y préstamos inmediatos, motor clave para rentabilizar la base masiva. 

Además de Nubank y Mercado Pago, el ecosistema brasileño está lleno de jugadores exitosos como Stone (adquirencia y servicios financieros para pymes). PagBank  (superapp de pagos, crédito y cuentas digitales con más de 30 millones de clientes); InfinitePay (adquirencia low-cost y crédito a micro comercios); Inter, C6, PicPay, entre otros. 

El resultado es un mercado competitivo con múltiples challengers. Las fintech brasileñas atraen la mayor parte de la financiación de este sector en América Latina. En 2024 obtuvieron US$ 1.000 millones en financiación de capital de riesgo, el 42% de las inversiones en fintech de la región, según datos del informe State of Fintech 2024 de CB Insights .

Lecciones para Uruguay 

El caso brasileño deja aprendizajes claros.

Por un lado, la necesidad de talento especializado en retail masivo. Sin profesionales expertos en consumo y microcrédito, no hay escalamiento posible.

Es imprescindible una inversión fuerte en producto y comunicación, para una experiencia de cliente impecable y campañas que generen confianza masiva. 

La base para crecer es una regulación habilitante que brinde interoperabilidad, datos compartidos y controles razonables. 

Con topes inteligentes, Brasil mostró que se pueden limitar abusos sin frenar el crédito personal, dejando espacio para el crecimiento de la industria. 

En conclusión, Brasil probó que la inclusión financiera masiva es posible gracias a la combinación de escalamiento responsable, innovación tecnológica y regulación inteligente. Esa fórmula generó un círculo virtuoso en el que todos ganan: los consumidores, que acceden; las empresas, que rentabilizan; y la sociedad, que se fortalece. 

Brasil está cambiando la vida de millones de personas. En Uruguay, es hora de encender este motor. 

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