ADN solidario como parte de la cultura corporativa
Belén Arce Líder de Inversión Social de Banco Galicia
El mundo actual plantea grandes desafíos a las compañías y seguir siendo relevantes en contextos sumamente cambiantes es el escenario diario en el que navegan en la actualidad.
En Banco Galicia, es posible transitar estas grandes transformaciones a partir de bases sustentadas en una fuerte cultura corporativa. Podemos decir que esta cultura está compuesta por un ingrediente clave, un ADN solidario que nos permite gestionar nuestro negocio con el foco puesto en generar valor real y sustentable; y así lograr un impacto positivo en las personas, las comunidades y el planeta.
Un negocio con propósito implica contemplar una política sustentable y, en nuestro caso, esta se estructura en torno a cinco ejes principales de trabajo: Desarrollo Local, Diversidad e Inclusión, Cambio Climático, Educación Financiera y Financiamiento de Impacto. Cada uno de estos ejes son el paraguas de desarrollo de programas que buscan dar una respuesta a los diferentes requerimientos donde trabajamos con la mira en el desarrollo sustentable y equitativo de la sociedad.
Cuando el ADN solidario es parte de la estrategia del negocio
Decir que nuestra cultura está conformada por un ADN solidario, quiere decir que la vivenciamos a través del involucramiento activo de nuestros colaboradores en el logro de los objetivos planteados en términos de sustentabilidad. Podemos mencionar como caso concreto al Programa Interactivo de Ayuda por Regiones (PRIAR) que surgió hace 20 años por iniciativa propia de nuestros colaboradores y excolaboradores. Desde los inicios del programa, y con todo el camino recorrido desde hace 2 décadas de trabajo solidario continuo, por PRIAR han pasado 13.013 voluntarios en todo el país, se realizaron 394 proyectos solidarios en beneficio de instituciones de bien público, que alcanzaron a 123.130 beneficiarios y durante 2022 proyectamos realizar 42 proyectos más.
El espíritu de PRIAR excedió las expectativas planteadas inicialmente, y hoy su objetivo es generar un cambio profundo que impacte en las personas a las que asiste, a través de campañas en beneficio de proyectos de mediano y largo plazo para las cuales se gestionan donaciones extraordinarias cuando surgen situaciones de emergencia que movilizan la sensibilidad. Como resultado del trabajo de servicio siguiendo un propósito, el programa obtuvo el Certificado de Excelencia en Gestión del Voluntariado Corporativo (V.C.) en la categoría “Excellence Plus”, que otorga la Red internacional de V.C. Voluntare.
Se trata de un certificado que es una herramienta autoevaluativa que permite analizar, a través de 53 cuestiones, punto a punto, la estrategia, la estructura de gestión, la comunicación, el liderazgo, la formación de los voluntarios corporativos, la capacitación, el reconocimiento, la forma de colaboración con el sector asociativo y la medición del V.C. desarrollado.
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También forma parte de espacios de intercambio de buenas prácticas con otras organizaciones y empresas que, independientemente de su tamaño, les interesa poder canalizar y potenciar el compromiso social de sus empleados. De esta forma, no solamente se integra a nuestra estrategia, sino que ayuda a consolidarla dado que desde Banco Galicia consideramos que el desarrollo económico puede alcanzarse solamente si se tiene en consideración el cuidado ambiental y el desarrollo social de las comunidades en las que operamos.
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Sin duda, cuando el ADN solidario se integra a la estrategia del negocio como parte de un propósito mayor, podemos ir cumpliendo la misión de dar soluciones a las necesidades de los sectores más marginados y vulnerables de la sociedad, a través de proyectos sustentables de mejoras de infraestructura o equipamiento en instituciones de bien público en las áreas de nutrición, salud, educación y empleo como parte de nuestro aporte para mejorar un poco más este mundo.
*La columna fue escrita por Belén Arce, Líder de Inversión Social de Banco Galicia
