Forbes Argentina
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La compañía alemana cumplió cuatro décadas en Argentina consolidada como líder en ventas. Volkswagen Group emplea a más de 5.000 personas y continúa con su plan de inversión de más de US$ 800 millones pese a los inconvenientes del coronavirus.

24 Mayo de 2020 13.17

Argentina fue el octavo país donde Volkswagen decidió producir automóviles fuera de Alemania. Y, desde el desembarco en 1980, la relación de la marca con el país no hizo más que fortalecerse. De las dos plantas originales de San Justo y Monte Chingolo (ex Chrysler Fevre), donde se producía el mítico VW 1500, pasó a sus dos centros industriales modelo: el de Pacheco, que ya produjo 1,5 millones de unidades, y el de Córdoba, que superó las 14 millones de cajas de transmisión para exportar. Entre los hitos que marcan la trayectoria de la marca en el país (los modelos Gol, Suran, Fox o Caddy) se destaca Amarok, la primera pickup  global del grupo, de la que se produjeron más de 568.000 unidades en Argentina hasta el momento.

2020 prometía ser un gran año para la marca, que ya comprometió una inversión de US$ 650 millones para hacer realidad el Proyecto Tarek, la nueva SUV de Volkswagen (que todavía no tiene nombre), y además montar una nueva planta de pintura al agua, la primera de su tipo en el continente. Además, para la planta de Córdoba, Volkswagen inviritó US$ 150 millones para la producción una nueva caja de transmisión de 6 velocidades MQ281, que se exportará 100% a Europa.

El coronavirus, previsiblemente, demoró la activación de estos proyectos. Pero, a dos meses de la instauración de la cuarentena obligatoria, Volkswagen volvió a producir. Y la reapertura contó con la presencia del presidente Alberto Fernández y el gobernador de la Provincia, Axel Kicillof. “Tuvimos una reunión muy interesante”, dijo al respecto el presidente y CEO de Volkswagen en Argentina, Thomas Owsianski, en una conferencia de prensa virtual. “Mi opinión es que Argentina fue exitosa en el control de la pandemia, pero la cuarentena no es barata”, afirmó. “Dos meses sin producción y sin ganancias es un desafío. Pero la salud es la prioridad en este momento. La liquidez y las ganancias no son la prioridad. El presidente conoce la gravedad de la situación”, aseguró Owsianski.

Con la implementación de los protocolos dispuestos por las autoridades y los que la compañía aplica a nivel global, Volkswagen volvió a producir en Pacheco con la mitad de sus operarios, 1.500 personas, un aspecto de la crisis fundamental para la compañía: “Lo más importante es mantener el equipo”, dijo Owsianski. “Personalmente, como presidente de la compañía, lo más importante es mantener a nuestros empleados, algo súper difícil en este momento”. Aunque todavía no hay un diagnóstico claro de la situación, “este año va a ser muy desafiante; no el peor, pero sí muy difícil”, admitieron desde la compañía.

A la caída del mercado interno, que, se estima, no superará las 400.000 unidades, se suman además las complicaciones en Brasil. “El mercado está bajando y con una competición muy intensa”, dijo Owsianksi. “Es muy difícil generar ganancias en Brasil. Es un mercado más grande que las expectativas (2 millones de unidades) pero los márgenes son muy pequeños porque hay mucha capacidad”. El mercado brasileño es “primo” del argentino y su interrelación es total, como lo demuestra el esquema de mercado de la pickup Amarok.

Pese a todo, Volkswagen apuesta a la recuperación. Este mes ya estarán listas las primeras cajas de la planta de Córdoba y entre julio y agosto estarán funcionando a full el proyecto Tarek y la planta de pintura. Como dice Thomas Owsianski, “seguimos invirtiendo y produciendo pensando en el futuro”.

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