En un contexto como en el que vivimos todos los argentinos, se vuelven un lugar para acudir como escape a la incertidumbre económica, aun cuando el precio de estos activos es sumamente volátil.
El patrimonio de una persona es considerado una manifestación directa de la capacidad contributiva y, como tal, algo que se puede alcanzar con impuestos sin romper con los principios básicos de la tributación.