“La decisión de prorrogar pagos estaba contemplada en el proceso de reestructuración de la deuda”, dijo Guzmán anoche luego de conocerse el diferimiento de los vencimientos de deuda de este año. Y sostuvo que apunta “a un tratamiento equitativo para la deuda pública en dólares bajo la ley argentina y las leyes extranjeras”.

Como consecuencia de la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus, el gobierno nacional oficializó hoy la postergación hasta 2021 de los pagos de la deuda pública en dólares correspondientes a este año, que en su mayoría corresponde a los bonos Discount y Bonar.

Mientras el mercado procesa la noticia, la disyuntiva que se abre es si la Argentina se encamina al default o si el gobierno decidió priorizar el acuerdo con bonistas que hayan suscripto deuda con legislación internacional.

Las declaraciones del ministro respecto del “tratamiento equitativo” para los distintos tipos de deuda augura un “reperfilamiento” total abonan a la primera interpretación. De hecho, algunos analistas creen que algunos tenedores de bonos emitidos bajo ley local (como Fidelity o Pimco) podrían reclamar el default “cruzado” el los tribunales extranjeros que tienen jurisdicción sobre el otro tipo de deuda.

Quienes creen que esta medida lleva implícita una negociación de los bonos con ley extranjera, aseguran que el mercado ya había “descontado”, en el precio de los activos, esta postergación.

El DNU publicado esta mañana hace algunas distinciones. Se exceptuó del diferimiento a las Letras del Tesoro intransferibles denominadas en dólares en poder del Banco Central, y las Letras suscriptas en forma directa por el Fondo de Garantías de Sustentabilidad (FGS) de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). Tampoco se incluye en la postergación las Letes emitidas en virtud del Decreto N° 668/19, que obligó a todo el sector público a invertir en este instrumento.