La escalada militar entre potencias nucleares amenaza el suministro de crudo, gas y agua, con graves efectos para la matriz eléctrica paquistaní y los precios asiáticos.
Con abundantes reservas, infraestructura y tecnología probada, el país apuesta por el "hidrógeno azul" como puente para dominar la transición energética. La clave: combinar un marco regulatorio que impulse la inversión.
La advertencia llega a pesar de que los precios mundiales del petróleo están luchando por alcanzar incluso un tope de 90 dólares. De hecho, un evento de cisne negro que suba los precios, como un embargo petrolero árabe, parece muy probable.