Con un arranque imponente, la nueva entrega de la saga creada por James Wan dejó atrás los tropiezos del estudio y se trepó al podio histórico del género, desplazando a otros tanques del año como "Sinners" y "Weapons".
El director de la película, James Wan, llevó al cine el infierno que debió atravesar una familia al mudarse a una pequeña casa en Rhode Island. La familia, católica y romana, no estaba predispuesta a creer en fantasmas. Eso cambió en cuanto se mudaron a la casa el 11 de enero de 1971.