Forbes Argentina
summit agro 2025 - 7mo panel - en foco - esteban turic - biogenesis bago - 0139
Summit

Turic, de Biogénesis Bagó: "Competir no es algo que nos asuste, es algo que nos desafía"

Redacción Forbes

Share

En el marco del Agrotech & Campo Summit organizado por Forbes Argentina, el CEO de Biogénesis Bagó, Esteban Turic, habló sobre cómo la compañía pasó de ser un actor local a convertirse en líder mundial en salud animal, con presencia en más de 60 países. Cuál es, según el ejecutivo, el potencial productivo argentino, las oportunidades de innovación y el rol estratégico de la sanidad para competir en los mercados internacionales.

1 Octubre de 2025 07.30

En un contexto en el que el agro argentino busca afianzar su competitividad a nivel global, la sanidad animal se posiciona como un pilar estratégico para impulsar productividad, innovación y apertura de mercados. Durante el Agrotech & Campo Summit, organizado por Forbes Argentina, la periodista Virginia Porcella conversó con Esteban Turic, CEO de Biogénesis Bagó, una de las compañías más influyentes del sector a nivel regional y mundial. 

Aunque su nombre suele asociarse rápidamente con la vacuna contra la aftosa, Biogénesis Bagó es mucho más que eso. Fundada en Argentina, la empresa se transformó en un referente global: es la número uno mundial en vacunas antiaftosa y antirrábicas por capacidad industrial, desarrollo tecnológico y alcance geográfico, y se ubica dentro de las 20 mayores compañías de salud animal del mundo. Con presencia directa en más de 60 países y plantas productivas distribuidas estratégicamente, su modelo combina innovación científica con una mirada cercana a las particularidades de cada mercado.

En este mano a mano, Turic analiza cómo se adapta la compañía a distintos sistemas productivos —desde Estados Unidos y Europa hasta Asia y América Latina—, el potencial que tiene la Argentina en términos de productividad y adopción tecnológica, y el rol cada vez más relevante del mercado de mascotas en la facturación global. También profundiza en los factores que permitieron la internacionalización sostenida de Biogénesis Bagó, su estrategia frente a los cambios regulatorios y las oportunidades que abre el sólido estatus sanitario argentino en el comercio exterior.

Cuando uno piensa en Biogénesis Bagó una de las primeras cosas que se le vienen a la cabeza es la vacuna contra la aftosa. Pero es mucho más que eso, ¿cierto?

Biogénesis Bagó es una empresa de origen argentino, pero que hoy es en el rubro de salud animal, la empresa más grande de todas las de América Latina. Si tenemos que colocar en el ranking internacional, estamos dentro de las 20 empresas más grandes a nivel mundial, especializadas en salud animal. Y en algunos segmentos específicos, obviamente, destacamos más. Si hablamos de reproducción, estamos dentro de las cuatro empresas más importantes. Y en aftosa y vacunas antirrábicas, somos líderes a nivel mundial, número uno por capacidad industrial, por desarrollo tecnológico y por alcance geográfico también y de portafolio de productos. Son más de 9 las vacunas que elaboramos y exportamos a 26 países. 

Desde acá se exportan a 26 países, pero también tienen plantas que producen en otros lugares... 

Sí, empezamos como una empresa nacional, después con algunas exportaciones a algunos mercados, nos expandimos regionalmente primero a países del Mercosur. Hoy tenemos 7 filiales en América Latina y 6 filiales fuera de América Latina (Estados Unidos, Europa, Medio Oriente, China, Corea del Sur, Vietnam, Tailandia), donde tenemos equipos propios con gente propia y desarrollando negocios. Desde esas filiales obviamente llegamos a más países y en total son más de 64 países en los cuales tenemos exportación y si lo metes dentro de lo que es el ranking de la industria pharma argentina, en el capítulo específico de salud animal, somos lógicamente el número uno en exportaciones, pero si lo comparamos con el mercado humano estamos en la tercera posición. 

¿En qué se compara el mercado argentino con el norteamericano, el europeo o el de Vietnam o China? 

Bueno, cambian un poco, tienen sus particularidades lógicamente y eso es lo que nos caracteriza a nosotros; poder atender necesidades más específicas, a veces para la misma problemática. Nosotros ofrecemos productos distintos para una misma problemática que pueden ser desde vacunas para la prevención, y lo común es esto, que la tendencia es a la prevención de enfermedades, entonces a un mayor uso de vacunas, a un mayor uso de antiparasitarios, a un mayor uso de desinfectantes y de higiene, termina siendo la tendencia dentro de lo que son los animales de producción. 

Si hablamos de animales de compañía es más sofisticado aún, pero digamos que es la tendencia, y lo que nos hace un punto de encuentro es la prevención de enfermedades. Los sistemas productivos si van cambiando, aunque en general pueden parecer iguales, pero tienen sus particularidades, o de escala, o de sistema productivo, pero en definitiva son especies que se encuentran en todos lados. Las problemáticas locales son lo que requieren a veces las adaptaciones, estar cerca de esos clientes, y entender cuáles son las necesidades que tienen.

El campo argentino como uno de los sectores locales más competitivos a nivel mundial. Dentro del mundo campo, ¿qué tan desarrollado está el mercado de la sanidad animal respecto de estos otros mercados en los que operan? 

Argentina tiene mucho potencial. Cuando miramos todo el mapa y la evolución de las producciones animales o de la medicalización de las mascotas, lógicamente Europa o Estados Unidos crecen a una tasa mucho más baja. Cuando te metés en otros mercados como el asiático, como el medio oriente o África o América Latina, las tasas de crecimiento son más significativas, con lo cual hay más potencial y no pasa solamente por cantidad de cabezas, sino por la productividad. Hay mucho más margen todavía para crecer con producción de tecnología que multiplicando lo que ya tenemos. Y esa creo que es la gran oportunidad que hay. 

O sea, la Argentina, ¿está atrasado en materia de productividad? 

Te diría que con los países vecinos de la región no, pero cuando mirás lo que hace el primer mundo, no te diría que estamos atrasados, pero hay un margen para seguir creciendo en eficiencia que viene de la mano de mayor adopción de tecnología. Esas tecnologías afortunadamente están en el sector de salud animal. No nos falta nada que tengan esos países del primer mundo que han alcanzado la frontera de la productividad. Y ese es el desafío, pero viene de la mano también a lo que nosotros siempre decimos del asesoramiento profesional: de transformar producciones tradicionales o familiares en producciones más profesionales y para eso se requiere el asesoramiento médico-veterinario de algún profesional que esté mirando los planes sanitarios y que se vaya volcando hacia una mayor adopción de tecnología.

Es un sector bien regulado, por supuesto, y sin embargo requiere permanentemente innovación. ¿Cómo se logra el equilibrio? 

Con planificación estratégica, con inversión, adelantándote mucho a lo que va a suceder, a lo que va a pasar. A veces es tan sencillo como mirar lo que ya ha pasado en otro lugar del mundo, que está en ese camino y copiar, tratar de innovar sobre eso y generar diferenciales. O sea, que eso es un desafío pero que es totalmente factible. 

¿Qué pasa en el mercado de las mascotas?

Ahí lo que hay es una posibilidad de innovación mucho más fuerte, mucho más intensa, de mayor valor y una población que fue creciendo. Argentina no es distinta a otros países del mundo donde había menos medicalización de las mascotas y hoy están más incorporadas a la familia, reciben mayor atención veterinaria y en consecuencia demandan también mayor tecnología. Inclusive el paralelismo con los humanos es parecido, con una expectativa de vida mayor en consecuencia del desarrollo de enfermedades que antes no existían como la obesidad, el sedentarismo, la demencia. Hay una tendencia en la industria de los alimentos que tienen dietas para reducir el peso de los animales, hay también una tendencia al uso de algunas medicaciones, como ha pasado en humanos, para reducir el apetito y con eso tratar de bajar el peso de los animales, porque hay más sedentarismo en las mascotas. Hace 20 años el 60% de la facturación de las industrias de salud animal era animal de producción, hoy está más 40-60. 

O sea, hoy las mascotas generan más ganancias 

En términos de facturación sí, pero en unidades no, porque las poblaciones son 5.000 millones de animales de producción en su totalidad, mientras que perros y gatos tienen más o menos 1.000 millones. Pero hay un peso significativo en la inversión que se hace en esos animales. Los dueños obviamente buscan que esas mascotas tengan una mejor calidad de vida y lo más prolongada posible.

¿Cómo trabajan esos distintos segmentos dentro de la empresa?

A nivel mercado son distintos. Cuando hablamos de animales de producción siempre hablamos de tratamientos poblacionales o medidas preventivas diseñadas estratégicamente. Cuando hablás de animales de compañía es un tratamiento individual que viene a cada animal, más dirigido y con tecnologías más sofisticadas. A nivel quirúrgico también las cirugías que se practican en animales de compañía son equivalentes a las que se practican en humanos.

Igual que muchos sectores de la industria la tuya está atravesada por cambios regulatorios, cambios del régimen económico, ¿cómo están navegando esas aguas?

Uno de los factores de éxito de la compañía para poder internacionalizarse es que siempre estuvimos enfocados en la calidad, en tener estándares de calidad más allá de las exigencias locales. Tener estándares de calidad que te permitan llegar a los mercados más sofisticados, ampliar la mayor cantidad de mercados posible. Porque entendemos que esa es la forma de crecer. Nosotros estamos acostumbrados a trabajar con más que los regulatorios de este sector, que son muy particulares y que lo que tienden es a dar seguridad a los productos. Con lo cual el marco regulatorio siempre parte de esa base. Nosotros, como compañía, nos autodesafiamos a tener los estándares de calidad más altos y por eso somos proveedores de países muy exigentes y tenemos una gran participación en el mercado. Entonces, nosotros nos adecuamos siempre a lo que hacen los países, destacando que Argentina goza de un muy buen estatus sanitario a todo nivel. 

Una de las cosas que hay que reconocer y cuidarse del estatus sanitario, tenemos condiciones sanitarias para la producción bovina, para la producción de cerdo, para la producción de aves, que no tienen la mayoría de los países del mundo y eso es lo que nos abre puertas para la exportación. Entonces, a veces tomar medidas no debidamente analizadas en todos sus impactos, tiene su riesgo. Nosotros siempre estamos preparados para esto, de hecho competimos en más de 60 países, con lo cual competir no es algo que nos asuste, es algo que nos desafía. Siempre te permite pensar, mejorar, innovar y seguir desarrollándonos. Hace más de 70 años que venimos con un crecimiento constante, desde el año 52 que tenemos la primera licencia y hemos ido evolucionando hasta llegar a esto de tener contratos de 15 años con países del primer mundo, no lo firman con cualquiera.

 

10