Tim Treadgold Colaborador
Dieron los primeros pasos en un proceso complejo que podría derivar en la creación de dos compañías mineras dominantes a nivel global, valuadas en US$ 315.000 millones. Rio Tinto y Glencore se acercan a una posible fusión, mientras BHP analiza una nueva oferta de compra sobre Anglo American.
Las versiones sobre posibles acuerdos generaron una fuerte disparidad en el comportamiento del mercado de acciones. Los inversores siguieron el consejo clásico: compraron las acciones de las empresas que podrían ser adquiridas y vendieron las de las que buscan comprar.
A pesar de que las cuatro tienen una exposición bastante similar a los metales industriales, el precio de las acciones de Glencore subió un 16%, mientras que las de Anglo American aumentaron un 24% en el último mes. Los posibles compradores siguieron el camino contrario. Rio Tinto bajó un 5% y BHP cayó un 1%.
Una combinación entre BHP, que tiene un valor de mercado de US$ 125.000 millones, y Anglo American (US$ 45.000 millones) formaría una empresa valuada en cerca de US$ 170.000 millones, mientras que Rio Tinto (US$ 100.000 millones) y Glencore (US$ 45.000 millones) darían lugar a un negocio de aproximadamente US$ 145.000 millones.
Ninguna de las empresas hizo comentarios oficiales, pero una serie de hechos indica que hay preparativos para un par de acuerdos.
En Glencore, con sede en Londres y fuertes vínculos con Suiza, avanza un proceso de "limpieza de cubierta" para crear una compañía separada que agrupe activos de carbón políticamente impopulares, mientras otra se dedica a la comercialización de cobre y materias primas.
El plan para formar un negocio atractivo para Rio Tinto, con fuerte presencia en el cobre, empezó a principios de este año, cuando Glencore transfirió US$ 20.000 millones en activos internacionales a los libros de una filial australiana, Glencore Investments.
DirtyCo y RemainCo
Apodada "DirtyCo" por los bancos de inversión, Glencore Investments concentrará todos los activos de carbón térmico y de coque de Glencore, además de ferroaleaciones como cromo, vanadio y manganeso. Por su parte, "RemainCo", además del cobre y un amplio negocio de comercialización, se perfila como el espacio que agrupará los activos de zinc, níquel y alúmina.
Barrenjoey, un banco de inversión australiano, afirmó que la reestructuración facilitaría avanzar en una posible fusión con Rio Tinto, luego de que las conversaciones iniciales se cortaran hace ocho meses.
Otro indicio de un movimiento de Rio Tinto para quedarse con Glencore fue la renuncia inesperada del presidente ejecutivo de Rio Tinto, Jakob Stausholm, aparentemente tras un desacuerdo con su presidente, Dominic Barton, sobre la situación de Glencore. Ben Cleary, gestor de cartera del fondo australiano Tribeca Investment Partners, le dijo al diario Australian Financial Review que ningún interesado en Glencore quiere carbón ni activos en Sudáfrica.
Algo parecido pasó con Anglo American, que el año pasado logró frustrar una propuesta de compra por parte de BHP, al negarse a vender antes sus activos de platino en Sudáfrica y sus minas de carbón en Australia.
Los acuerdos de Anglo American para salir del negocio del carbón están cerca de cerrarse, y los intereses en platino se trasladaron a una nueva empresa llamada Valterra, que comenzó a cotizar en la bolsa de Johannesburgo la semana pasada y en Londres ayer.
Otro activo de Anglo American que BHP no quiere es la participación mayoritaria en el negocio de diamantes de De Beers, que ya se prepara para su venta, posiblemente antes de Navidad.
Una vez que tanto Glencore como Anglo American terminen su reordenamiento interno, quedará abierta la posibilidad de un acuerdo que dé lugar a mega mineras con mayores chances de captar el interés de los grandes fondos de inversión.
Conductor de cobre
El apetito mundial por el cobre, el metal más buscado por quienes producen y consumen electricidad, es la principal fuerza detrás de las fusiones que empiezan a tomar forma en el sector minero.
Tanto BHP como Rio Tinto dependieron durante los últimos 20 años de sus unidades de mineral de hierro. Pero como la demanda de acero en China empieza a caer, el próximo terreno de crecimiento para ambas es el cobre.
Antes de que cualquiera de los dos acuerdos pueda concretarse, será necesario obtener múltiples aprobaciones de distintos gobiernos. Aun así, el incentivo es claro: convertirse en un proveedor clave de cobre, que BHP definió como un metal clave "de cara al futuro".
*Con información de Forbes US.