El gigante chino de autos eléctricos empieza a operar en Argentina y desafía a la industria local
BYD oficializa este miércoles su desembarco y promete una competencia que puede derivar en baja de precios. Cómo se preparan las demás compañías del sector para preservar su participación de mercado,

Una década atrás, tener un auto chino era inusual y hasta pintoresco. Pero la llegada de las marcas asiáticas irrumpió con fuerza en el mercado automotor y hoy pone en jaque a la industria nacional.

En enero pasado, el Gobierno habilitó —a través de un decreto— la importación de vehículos electrificados sin el arancel del 35% que normalmente se aplica a unidades provenientes de fuera del Mercosur y México.

Con esta reglamentación, 50.000 unidades no tributan el derecho de importación extrazona en 2025, siempre y cuando cumplan con ciertas condiciones técnicas en cuanto a potencia y autonomía. De hecho, esta última semana el Gobierno habilitó un nuevo cupo de importación para 2026. 

Este cambio ya generó anuncios significativos en los últimos meses. BYD, el gigante chino líder mundial en vehículos eléctricos, registró su sociedad para operar en el país y oficializa su llegada este miércoles. Great Wall Motor (GWM) inauguró su primera fábrica en Brasil y confirmó nuevas inversiones en Argentina. Por su parte, Dongfeng (DFSK) anunció el inicio de sus operaciones locales, con un enfoque en vehículos utilitarios y planes para fabricar eléctricos.

Estos anuncios marcan una ofensiva clara de los fabricantes chinos en el mercado argentino. Su desembarco podría transformar la industria automotriz local, desafiando la hegemonía de las marcas tradicionales y planteando nuevos retos y oportunidades para el sector.

Llegada con peso

BYD ya inició una preventa de tres modelos, con reservas de US$ 500 o su equivalente en pesos. Los modelos que traerá al país son: el Yuan Pro, un SUV urbano; el Dolphin Mini, un hatchback 100% eléctrico; y el Song Pro DM-i, un híbrido enchufable. 

Los precios oficiales se darán a conocer en los próximos días con el lanzamiento de la marca, aunque los concesionarios estiman que oscilarán entre US$ 23.000 y US$ 38.000.

En 2024, BYD vendió 4,27 millones de vehículos electrificados a nivel mundial, consolidándose como la tercera automotriz más grande del mundo, solo por detrás de Toyota y Volkswagen.

Además, el gigante chino no descarta invertir en una red de carga eléctrica en Argentina, probablemente en alianza con socios locales. Esto podría fortalecer la infraestructura necesaria para la adopción masiva de vehículos eléctricos, un aspecto que aún representa el talón de Aquiles de la movilidad sustentable en el país.

Lo cierto es que la llegada de las marcas chinas intensifica la competencia en un sector históricamente dominado por marcas como Volkswagen, Toyota y Stellantis. Todo esto ocurre en un contexto en el que la producción automotriz local viene en baja.

Según los últimos datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), en septiembre se fabricaron 47.108 unidades, un 5% menos que en el mismo mes de 2024. Es el tercer mes consecutivo de caída para la producción nacional.