El Atlético de Madrid cambia de manos tras una de las ventas más caras en la historia del fútbol europeo
El desembarco del fondo Apollo Sports Capital marcó el fin de tres décadas de control familiar y reconfiguró el mapa de poder en el club colchonero, con una inversión récord que promete impacto deportivo, financiero y urbano.

El Atlético de Madrid sacudió el tablero del fútbol europeo. Con la venta del 55% de sus acciones al fondo estadounidense Apollo Sports Capital, el club madrileño cerró una de las transacciones más caras de la historia este deporte.

La operación desplazó a Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo como principales accionistas, aunque ambos conservarán cargos ejecutivos —como consejero delegado y presidente, respectivamente— y una participación minoritaria para garantizar una transición estable.

El acuerdo, aprobado por los órganos reguladores del fútbol español y europeo, representa un cambio profundo en la estructura de poder del club madrileño y marca el cierre de una era de 33 años de control familiar por parte de los Gil.

 

Según Reuters, una fuente cercana a la operación dijo que el valor total del club estaría en aproximadamente 2.500 millones de euros (2.920 millones de dólares

 

Apollo, el nuevo socio del Atlético

Apollo Sports Capital, parte de la estructura de Apollo Global Management, entra al fútbol español con una inyección de recursos que busca mejorar aún más la realidad del club. Apollo gestiona activos por más de un billón de dólares y se presenta como un jugador que apuesta al largo plazo, con prioridades puestas en el crecimiento institucional y el avance deportivo.

A través de un comunicado, el fondo expresó que su plan apunta a "reforzar la solidez financiera del club, su competitividad deportiva y su contribución a la comunidad". Aunque no se detalló la cifra exacta, fuentes del mercado aseguran que se trata de la mayor operación de compraventa registrada en un club de fútbol español. La transacción abarca las franquicias que el Atlético tiene en Canadá y México. En el proceso intervinieron A&O Shearman, por parte de Apollo, y Ecija Abogados, por los vendedores.

Como parte del acuerdo, los accionistas sumarán capital propio antes del cierre de la temporada 2025-2026, destinado a proyectos deportivos e infraestructura.

Uno de los puntos centrales del plan de crecimiento es el impulso definitivo a la Ciudad del Deporte, un ambicioso proyecto que el club desarrolla en los alrededores de su estadio, el Cívitas Metropolitano. La iniciativa contempla un complejo de ocio y deporte sobre cinco parcelas públicas cedidas por 75 años, con una inversión total estimada en 800 millones de euros.

"Apollo Sports Capital es un gran aliado que respeta la historia, las tradiciones y la identidad del Atlético de Madrid y de su afición, al tiempo que aporta recursos y entusiasmo adicionales para ayudar a mantener nuestro crecimiento y competitividad", expresó Miguel Ángel Gil Marín en una nota de prensa.

El aporte económico del nuevo socio resultará clave para finalizar el proyecto de infraestructura, donde también participan Stoneweg, López Real Inversiones y Oak View Group, empresas vinculadas a la financiación de estadios y centros de entretenimiento en Europa y América.

Según informó Marketing Registrado, la nueva composición accionaria del Atlético de Madrid deja a Quantum Pacific Group como segundo accionista con el 25%, seguido por Gil Marín con el 10%, Ares Management con el 5%, Enrique Cerezo con el 3% y un 1,5% repartido entre inversores minoritarios. 

Un cambio histórico tras tres décadas de control familiar

La llegada de Apollo marca el fin de una etapa iniciada en 1992, cuando Jesús Gil y Gil, entonces presidente del club, adquirió el 95% de las acciones durante el proceso de transformación de los clubes deportivos en sociedades anónimas deportivas, dispuesto por la Ley del Deporte de 1990.

Durante los años siguientes, el Atlético pasó momentos de éxito deportivo con crisis financieras, aunque bajo la gestión de Gil Marín y Cerezo logró armar una estructura estable y un crecimiento sostenido de ingresos.

En la temporada 2023-2024, el club alcanzó una facturación récord de 425 millones de euros, con la previsión de cerrar el ejercicio 2024-2025 con 459 millones en ingresos. Cifra que cuadruplica los números registrados en 2011-2012, cuando Diego Pablo Simeone asumió como entrenador.

Desde la campaña 2013-2014, el Atlético se mantuvo de forma constante entre los 20 equipos europeos con mayores ingresos, según el ránking anual de la consultora Deloitte.

La familia Gil había cedido participación accionaria en distintos momentos. En 2015, el grupo chino Wanda adquirió un 18% del club, luego traspasado al inversor israelí Idan Ofer. En 2021, el fondo Ares Management ingresó con un 33% del holding que controlaba la mayoría accionarial. Sin embargo, la llegada de Apollo supone la pérdida definitiva del control familiar y el inicio de una nueva etapa en la historia rojiblanca.

El auge del capital estadounidense en el fútbol europeo

La adquisición del Atlético de Madrid por parte de Apollo Sports Capital se suma a una serie de compras similares dentro del fútbol europeo. Los fondos de inversión de Estados Unidos llevan tiempo con la mira puesta en los clubes más relevantes del continente.

Durante los últimos años, inversores estadounidenses entraron con fuerza en las principales ligas europeas. En 2022, el Chelsea FC cambió de dueño por más de 4.500 millones de euros, una cifra sin precedentes. El comprador fue un grupo liderado por el empresario Todd Boehly junto al fondo Clearlake Capital, luego de la salida del ruso Roman Abramovich.

En 2023, Arctos Partners se quedó con el 12,5% del PSG a cambio de 500 millones de euros, lo que llevó la valuación del club francés a 4.250 millones. Unos años antes, en 2019, Silverlake pagó 444 millones de euros por el 10% del City Football Group, el conglomerado que controla al Manchester City y otras franquicias internacionales. Hoy, ese porcentaje creció al 18%.

 

En 2024, Oaktree Capital tomó el mando del Inter de Milán por 395 millones de euros, tras el incumplimiento de pagos del grupo chino Suning. Ese mismo año, el empresario Dan Friedkin, propietario de la AS Roma, amplió su participación en el fútbol de Italia al comprar el Everton por 456 millones de euros.

Otra operación fuerte fue la compra del AC Milan en 2022 por parte del fondo RedBird Capital Partners por cerca de 1.200 millones de dólares, lo que marcó el final del ciclo de Elliott Management. RedBird, que ya tenía presencia en el Liverpool FC, apostó por el impulso del club lombardo, que acababa de consagrarse en la Serie A después de muchos años sin títulos.

La expansión del capital de Estados Unidos en el deporte europeo responde a un patrón repetido: el interés por activos con fuerte peso de marca, capacidad para crecer en lo comercial y una base global de seguidores. El fútbol, por su enorme alcance y el aumento sostenido del valor de sus derechos televisivos, se transformó en un sector atractivo para fondos de inversión que apuntan a obtener retornos de largo plazo.

La compra del Atlético de Madrid por parte de Apollo Sports Capital confirma esa lógica y ubica al club español entre las instituciones deportivas con mayor valor del planeta. Con el apoyo de un fondo con recursos casi inagotables y una conducción que conservará parte de su esencia, el Atlético abre una etapa de expansión, con la mira puesta en ganar protagonismo dentro y fuera de la cancha.