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Gina Moseley Rolex
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Gina Moseley, ganadora del Premio Rolex a la Iniciativa en 2021, concretó su misión a una cueva en la que, con su equipo, pudieron tomar muestras que pueden ayudar a obtener información sobre el cambio climático futuro.

21 Diciembre de 2023 17.21

La investigadora climatológica británica Gina Moseley cruzó una de las últimas fronteras del mundo de la exploración este año, cuando descendió a las cuevas más septentrionales del planeta, en el extremo norte de Groenlandia, para buscar indicadores sobre el pasado climático del planeta. Espeleóloga y exploradora polar veterana, y científica pionera que siempre está en búsqueda de su próximo desafío, Moseley decidió que había llegado el momento de exponer el historial geológico oculto de las cuevas y, de esta forma, adquirir conocimiento sobre los periodos de calentamiento y enfriamiento del pasado remoto y sus efectos tanto en el entorno global como en el Ártico. 

Líder de tres expediciones previas a Groenlandia, convertirse en una de las Laureadas de los Premios Rolex a la Iniciativa en 2021 le dio la visibilidad y el financiamiento que necesitaba para llevar adelante su proyecto de estudiar la historia química de las cuevas donde se encuentra una de las mejores maneras de comprender el calentamiento global. "Para los académicos, es muy importante acercarnos al público y contarles sobre la ciencia y lo que estamos haciendo. Ser parte de la familia de Rolex nos ayudó a transmitir y comunicar nuestro mensaje. Recibir el Premio de Rolex me dio los recursos y la motivación para realmente desarrollar este proyecto", cuenta la científica, en una entrevista exclusiva con Forbes.

Los Premios Rolex a la Iniciativa, que apoyan proyectos innovadores que benefician al planeta desde hace más de 45 años, son parte de la iniciativa Rolex Perpetual Planet, que apoya a individuos y organizaciones que usan la ciencia para entender los desafíos ambientales del mundo y diseñar soluciones para restaurar el balance de los ecosistemas. 

La expedición de Moseley puso a prueba los límites de la resistencia humana. Su equipo de seis personas realizó una larga y dura travesía a pie a través del hielo y la roca. "Fue espectacular, pero muchísimo trabajo, más de lo que hubiéramos podido imaginar. Tuvimos enormes desafíos logísticos", admite. Pero valió la pena: "Nunca vi un lugar tan hermoso como el norte de Groenlandia. Espectacular. Es un paisaje tan vasto y tan hermoso. Increíble". 

Gina Moseley Rolex
 

Y a pesar de que el clima fue mucho más desafiante que lo previsto, y obligó a los miembros de la expedición a estar más tiempo del que pensaban en el campamento base, los resultados fueron los esperados. "Logramos entrar a la cueva con la que soñé durante 15 años. La exploramos, la documentamos, pudimos ir incluso a otra cueva, y en todas logramos tomar muestras. Sabemos que hay un potencial enorme para nuevos proyectos y muchísima información sobre la que construir", es el balance de Moseley.

 

El secreto de las cuevas 

Es en esas cuevas que se encuentra un valioso secreto geológico: los depósitos de calcita, denominados “espeleotemas”, que aportan información sobre la enigmática huella de los climas del pasado. "Las cuevas son como máquinas del tiempo. La calcita forma capas, como los anillos de los árboles, y se puede analizar cada capa para obtener información sobre el clima pasado –explica Moseley–. Pudimos recolectar espeleotemas y lo importante es que no podrían formarse hoy en Groenlandia, porque es un desierto polar, muy seco y con el suelo congelado. Pero al haber encontrado espeleotemas sabemos que fue más húmedo en el pasado", añade. 

Esta información es útil para generar predicciones de cara al futuro y el cambio climático que estamos viviendo. "Si analizamos épocas del pasado que eran más cálidas que hoy en esa zona y qué condiciones la llevaron a eso, podemos empezar a pensar qué podría suceder cuando el mar de hielo ya no esté, que no va a ser tan lejano en el tiempo. Los espeleotemas nos ayudan a entender mejor los procesos y hacer mejores predicciones sobre el futuro", resume.

Moseley tuvo su primera experiencia en una cueva de adolescente, en unas vacaciones familiares, y desde ese instante se encendió su pasión. Se combinó con su sentido de la aventura, su gusto por la ciencia y el responder preguntas, y su fanatismo por las historias de detectives. "Este trabajo es como ser detective, pero resolviendo preguntas de la naturaleza. Cuando estudiaba en la universidad me empecé a interesar también por el cambio climático, y viendo la realidad que vivimos hoy me impulsa todavía más". 

Gina Moseley Rolex
 

Para la científica, es cada vez más importante y urgente apuntar a la emisión cero de carbono. "Necesitamos de ambos tipos de soluciones: la reducción de las emisiones y cómo extraer el CO2 y el metano que están en la atmósfera. Hay muchas iniciativas y, aunque parece lejano que podamos lograr la emisión cero, no tenemos que rendirnos. Cada grado que no suba es importante. Cuanto más se caliente el planeta, más significativos serán los cambios y más cerca estaremos del punto de no retorno", advierte.

Con esta expedición realizada, los próximos pasos de Moseley serán en el laboratorio y con trabajo en equipo, analizando las muestras, generando hipótesis y publicando los resultados. "Siempre pensamos en volver. Quizá no el año que viene, pero todavía hay cientos de cuevas sin explorar".  
 

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