Julio Velarde es sinónimo de credibilidad. Al frente del Banco Central de Perú desde el año 2006, logró una estabilidad inédita en un país sudamericano y emergió como la alternativa superadora para los empresarios del Coloquio IDEA en este debate sobre el futuro de la moneda argentina.

Al cierre de este evento, la amplia mayoría de las empresas que dialogaron con Forbes eligieron al panel de Velarde como su preferido y muchas confían en que la solidez de sus argumentos tendrá un efecto concreto en la realidad argentina.

“Se terminó la teoría de la dolarización. Está claro que el camino es por acá. Perú tenía los mismos problemas que nosotros y desde hace casi 20 años que con tres soles comprás un dólar”, destacó uno de los CEOs que pasó por el stand de Forbes en off the record. 

“Yo puedo ser removido si presto plata al gobierno o compro bonos. Tampoco puedo establecer tipos de cambio diferenciales. No puedo poner coeficientes para que los bancos presten a un sector en particular, ni obligar a los bancos a que compren bonos del Tesoro”, fue uno de los fragmentos de la exposición del peruano.

“Parte de la explicación es que hemos sido un país muy dolarizado, la meta de inflación es 2% más menos 1, porque competíamos con el dólar. Con moneda propia tenemos una inflación más baja incluso que Ecuador”, agregó respecto al modelo de un país dolarizado como propone La Libertad Avanza.

Velarde explicó que el tipo de cambio del país vecino funciona de manera flotante, pero con pequeñas intervenciones. “El tipo de cambio es único, pasamos de 34 tipos de cambio a uno solo. No se pueden diferenciar los dólares. Cuando se establecen precios diferentes, hay arbitrajes. No es una buena política, por eso en la mayoría de los países tienen tipo de cambio único”, remarcó sobre otro de los problemas argentinos.

El caso peruano tuvo tanta buena recepción en el empresariado que fue retomado por Carlos Melconian en su panel, donde aseguró que su equipo está estudiando este caso y que ya organizaron varias reuniones con Velarde. 

A pesar de otorgar el derecho constitucional de la libre tenencia y disponibilidad de los ahorros en moneda extranjera, sin necesidad del empresariado peruano de traer las divisas a su país, el Banco Central vecino acumuló reservas por 76.000 millones de dólares en la gestión Velarde.