El año 2025 marcó un punto de inflexión para el mercado laboral argentino. La desaceleración de la inflación, aunque leve, comenzó a modificar los patrones de contratación, ajustes salariales y modalidades de trabajo. De acuerdo con la Guía Salarial 2025-2026 elaborada por Adecco Argentina, la inflación acumulada a octubre alcanzó el 24,8%, con una interanual del 31,3%. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) proyecta un IPC anual del 28,2%, lo que evidencia una baja frente a años anteriores.
El estudio, que se basó en información relevada de 305 empresas y más de 216 posiciones, funciona como referencia para decisiones en políticas de compensación, beneficios y recursos humanos.
Salarios fuera de convenio y ajustes cada vez más espaciados
En el segmento fuera de convenio, los ajustes salariales promedio fueron del 36%, superando por 7,8 puntos el IPC estimado por el REM. Esto implicó una mejora parcial del salario real. En 2024, el ajuste había sido del 110,05%, pero sin poder ganarle a la inflación de ese año, que llegó al 117,76%.
Para 2026, las empresas prevén incrementos de entre 16% y 20%, con revisiones que, en su mayoría, seguirán un ritmo trimestral. El 42% de las firmas combina distintos indicadores para definir los aumentos, con las paritarias como el criterio de mayor peso, seguido de cerca por la combinación IPC + Paritarias. @@FIGURE@@
La frecuencia de actualización también muestra un cambio respecto del año anterior. Mientras que en 2024 el 46% de las empresas realizaba ajustes mensuales, en 2025 ese porcentaje cayó al 15,4%, y el 42,3% adoptó el esquema trimestral. La baja inflación permitió una mayor previsibilidad para planificar. Las revisiones semestrales alcanzan al 19,3%, mientras que otras opciones como la cuatrimestral o bimestral tienen menor adopción.
El impuesto a las Ganancias sigue generando tensiones. Solo el 12% de las compañías afirma tener una política formal para amortiguar su impacto. Entre las estrategias utilizadas figuran: absorción parcial de las retenciones, entrega de beneficios para mantener el salario neto y prorrateo de los descuentos durante el año. Algunas empresas incluso recurren al pago informal de una parte del salario como mecanismo para esquivar retenciones.
Contrataciones, rotación y nuevas demandas laborales
El 60% de las compañías consultadas afirmó haber contratado o tener previsto contratar personal en 2026. Entre los perfiles más buscados se destacan los operarios y trabajadores vinculados a producción, impulsados por la reactivación de la industria. La demanda de ingenieros y técnicos también crece, sobre todo en mantenimiento y automatización.
El sector IT y digital mantiene su protagonismo, mientras que las áreas de ventas, administración y finanzas muestran un repunte constante. Un dato novedoso es la aparición de perfiles relacionados al sector agro, una tendencia que hasta ahora no figuraba en los informes anteriores de Adecco.
La rotación de personal también mostró una caída significativa. En 2024 había sido del 8%, pero en 2025 se ubicó en 5,8%, con el 5% como el valor más mencionado por las empresas. Esta baja indica una menor movilidad laboral en un escenario que tiende a estabilizarse.
Respecto a las acciones de retención de talentos, el 28% de las firmas declaró tener estrategias activas. Las prioridades pasan por compensación económica, bienestar y desarrollo profesional, tres aspectos que las empresas consideran claves para evitar fugas de personal calificado. @@FIGURE@@
Más presencialidad, menos híbrido
La modalidad de trabajo también cambió en 2025. El 58% de las empresas trabaja de forma presencial, un aumento considerable respecto al 48% registrado en el segundo trimestre del año. Por su parte, la modalidad híbrida cayó 10 puntos y hoy representa al 40% del total.
Dentro de ese 40%, el 63% ofrece solo un día remoto por semana. Además, el 12,5% de las empresas prevé cambiar su organización laboral en los próximos meses, lo que podría seguir incrementando la presencialidad.
El informe de Adecco permite observar una transformación paulatina pero clara en el mundo del trabajo. Con la inflación algo más contenida, las empresas ajustan sus políticas de manera más previsible, exploran nuevas formas de compensar al personal afectado por Ganancias y diversifican los perfiles buscados, con una apertura hacia sectores productivos que antes no estaban en la mira.