Florencia Radici Forbes Staff
Philip Morris International (PMI) se encuentra inmersa en una trayectoria libre de humo, con la meta de que dos tercios de sus ingresos provengan de plataformas sin humo. Actualmente, se encuentran en un 42%, avanzando "muy positivamente" en esta dirección. Esta transformación conlleva un desafío "gigantesco" desde el punto de vista de recursos humanos, enfocado en asegurar que los equipos cuenten con las capacidades, conocimientos y experiencia necesarios para impulsar estos resultados de negocio. La marca empleadora de PMI, según Dominique Daintree, Head Regional de Market Engagement para Latinoamérica y Canadá de la organización, ofrece una "propuesta 360", integrando a los distintos tipos de personas en la organización y buscando que los beneficios y el valor agregado no se limiten al día a día, sino que también contribuyan a la experiencia a largo plazo del colaborador.
Para atraer al talento joven y a nuevos perfiles, PMI en Argentina cuenta con una diversidad de necesidades debido a sus fábricas, oficinas centrales y un centro de servicios. Así, se destacan dos programas. Por un lado, "In Compass", dirigido a jóvenes universitarios en sus últimos dos años de carrera, quienes durante 12 a 18 meses desarrollan proyectos específicos y muy vinculados con sus intereses. Este programa, según la ejecutiva, tiene una "tasa de efectividad de más de un 50%" de participantes que permanecen en la compañía. El segundo programa, "Emerge", de alcance global, busca inyectar nuevo talento en el mundo del consumo masivo comercial, especialmente en funciones de marketing, planificación y ventas y ofrece la posibilidad de que los participantes se muevan a roles en otros mercados, como Suiza, Austria o España.
Internamente, PMI se enfoca en el desarrollo del talento, involucrando a los líderes en la identificación y desarrollo de sus equipos, con conversaciones y discusiones planificadas a lo largo del año para asegurar la inversión adecuada en quienes requieren un próximo movimiento. Se busca empoderar a los colaboradores para que sean ellos quienes definan sus planes de desarrollo y encuentren las acciones necesarias para alcanzar sus objetivos. Finalmente, la experiencia del empleado se alinea con el ADN cultural de PMI a través de la definición de valores de forma "bottom up", donde los propios empleados fueron parte de la construcción de los mismos, lo que hace que hoy se sientan parte del día a día.