El artículo anterior analizó las tendencias de las emisiones de carbono a nivel mundial y regional. Hoy, voy a repasar en detalle a los diez mayores emisores de carbono del mundo. Las emisiones de carbono se miden en toneladas métricas, pero el contexto resulta clave. Para comprender mejor la causa y el impacto de las emisiones de un país, conviene observar las emisiones per cápita y la productividad del carbono. Esta última se refiere a la eficiencia con que las naciones generan ingresos económicos por cada tonelada de emisiones equivalentes de CO₂, tal como se definió en el artículo anterior.
Una mirada más profunda a los diez principales emisores de carbono del mundo
En 2024, los mismos diez países encabezaron la lista de los mayores emisores de CO₂ del mundo, aunque Canadá y Corea del Sur cambiaron posiciones al final del ranking. Los datos de población y PBI, que provienen de agencias nacionales de estadística, del FMI y de estimaciones del Banco Mundial, brindan un contexto útil para analizar las emisiones según su escala, eficiencia y equidad.
En conjunto, estos diez países representan casi el 70 % de las emisiones globales de CO₂. Sin embargo, un análisis más detallado de las cifras muestra que no todas las emisiones tienen el mismo origen ni el mismo peso. El cuadro muestra diferencias estructurales entre las economías maduras y las emergentes, entre las emisiones per cápita y la productividad económica, y entre las naciones cuyas emisiones bajaron y aquellas donde todavía aumentan.
China: gran presencia, eficiencia modesta
China fue responsable de más emisiones que las de los siguientes cuatro países de la lista sumadas. Aunque realizó inversiones importantes en energías renovables, sus emisiones siguen en aumento, con un crecimiento de 1,8 % anual durante la última década. Resulta más llamativa la eficiencia de carbono de China. Por cada kilogramo de CO₂ que emite, genera apenas US$1,50 en producción económica, una rentabilidad modesta frente a economías más eficientes. Sus emisiones per cápita, de 8,9 toneladas, permanecen por debajo de las de muchos países desarrollados, pero superan ampliamente a las de otras economías emergentes.
Estados Unidos: menores emisiones, mayor consumo
Estados Unidos se ubica en el segundo puesto en emisiones totales, con 5.100 millones de toneladas métricas, lo que equivale al 12,5 % de la participación mundial. Sin embargo, las tendencias de fondo resultan alentadoras. Durante la última década, las emisiones de Estados Unidos bajaron un promedio de 1,0 % anual. En materia de eficiencia de carbono, el país ocupa el primer puesto entre los diez principales emisores. Cada kilogramo de emisiones equivalentes de CO₂ genera US$5,71 en producción económica.
De todos modos, el consumo individual se mantiene alto. Un estadounidense promedio emite 15 toneladas de CO₂ al año, más del doble que un ciudadano chino y casi siete veces las emisiones per cápita de un indio. Estados Unidos avanzó en la reducción de su huella de carbono, pero las emisiones vinculadas al estilo de vida y el consumo personal siguen siendo un gran desafío.
India crece rápido, pero aún no contribuye mucho
India refleja el dilema clásico del mundo en desarrollo. Sus emisiones crecieron 3,8 % anual durante la última década, más rápido que las de cualquier otro país entre los diez principales emisores, salvo Indonesia. Las emisiones per cápita se mantienen muy bajas, con apenas 2,2 toneladas, pero la productividad figura entre las más bajas de la lista, con US$1,21 por cada kilo de carbono emitido. Esto muestra el tamaño de la población india, su industrialización constante y los esfuerzos por sacar a millones de personas de la pobreza. En los debates sobre el clima, los líderes de India suelen señalar estas desigualdades para pedir objetivos más flexibles.
Contrastes y casos particulares
Otras naciones muestran contrastes claros:
- Arabia Saudita tiene las emisiones per cápita más altas de la lista, con 20,9 toneladas, aunque aporta solo el 1,8 % de las emisiones globales. Con un Producto Interno Bruto relativamente bajo por kilogramo de CO₂ (US$1,70), sus altas emisiones se explican por los subsidios a la energía, la fuerte dependencia del petróleo y un estilo de vida con un consumo energético muy elevado.
- Rusia e Irán también registran retornos económicos bajos por unidad de carbono, de US$0,97 por kilo y US$0,45 por kilo, respectivamente, cifras muy por debajo de los promedios mundiales.
- Por su parte, Japón y Canadá alcanzan una mayor productividad, con US$3,90 por kilo y US$3,70 por kilo, aunque mantienen emisiones per cápita relativamente altas.
Reflexiones finales: las emisiones deben mirarse en contexto
Analizar las emisiones solo en términos totales hace perder de vista un aspecto clave. Las métricas per cápita y las que se calculan según el PBI permiten ver con más claridad quién emite, por qué y con qué resultados. Estas mediciones también muestran la dificultad de equilibrar el crecimiento económico, el acceso a la energía y los compromisos climáticos.
*Con información de Forbes US.