Según el estudio Burnout 2023 realizado por Bumeran, portal líder de empleo de Latinoamérica, los argentinos son las personas trabajadoras más quemadas de la región y este año se registró el impacto más alto de este síndrome desde que se realiza la investigación. Un 94% afirmó atravesar el síndrome de burnout; un agotamiento excesivo en el contexto laboral. El estrés y la desmotivación son las principales sensaciones que los talentos experimentaron durante el último año.
La cantidad de personas trabajadoras que experimentan burnout va en crecimiento en el país: en 2020, plena pandemia, un 88% lo experimentó, en 2021 un 80% afirmó haberlo transitado, y en 2022 un 86%, una diferencia de 8 puntos porcentuales sobre los datos arrojados de la última encuesta. Este 2023 se registró el nivel más alto de síndrome de burnout en Argentina.
En esta cuarta edición de nuestro estudio, podemos observar que el síndrome de burnout aqueja cada vez a más personas trabajadoras en Argentina. Los datos muestran que este fenómeno sigue en expansión en el mercado laboral local y que el país lidera esta tendencia a nivel regional, sostiene Federico Barni, CEO de Jobint.
Burnout 2023 es un estudio regional de Bumeran realizado a personas trabajadoras y especialistas en HR. En el estudio participaron 4386 personas: 1549 de Argentina, 754 de Chile, 452 de Ecuador, 464 de Panamá y 1167 de Perú. La investigación explora cómo experimentan los talentos el síndrome de burnout y qué políticas implementan los especialistas en HR para mitigarlo.
Argentina sigue siendo el país de la región en el que más talentos sufren burnout. Por detrás se ubican Chile; con un 91%; Panamá, con un 83%; Ecuador con un 79%; y, por último, Perú, con un 78%.
Estos resultados también se evidencian en que un 90% dijo sentirse más quemado que el año anterior. Mientras que en 2022 solo un 87% había afirmado estar más agotado que en 2021.
¿Qué es lo que sienten? Un 52% de los trabajadores afirma sentir falta de energía o cansancio extremo; mientras que el 41% experimenta negativismo o cinismo en relación al trabajo. El 23% advierte una disminución en su eficacia para trabajar. Y solo un 4% no padece ninguno de los síntomas de burnout .
El 55% de los talentos manifestó no trabajar más de lo que dura su jornada laboral. A diferencia del 2020, en donde el 69% afirmó realizar tareas por fuera de su horario de trabajo. En 2021 el 53% trabajaba de más; y en 2022 un 46%. Parece no haber una correlación entre las horas extras trabajadas y el aumento del burnout.
A pesar de que un 94% de las personas afirma sentirse quemadas", el 22% no realiza ninguna actividad para sentirse mejor y el 5% no piensa hacer nada para mitigar el burnout.
Sin embargo, la mayoría, el 78% realiza actividades para prevenir o disminuir el agotamiento. El 35% hace ejercicios físicos, como ir al gimnasio, y de relajación, como el yoga, el 25% prefiere leer, mirar series y hacer actividades que los desconecten de la rutina, el 8% intenta mantener el contacto con sus seres queridos, el 4% desconecta los dispositivos de trabajo luego del horario laboral; y el 2% mantiene una rutina diaria que lo ayude a disminuir la incertidumbre y que le genere menos estrés.
El 56% de los profesionales de HR no implementan medidas puntuales para combatir el burnout
El 85% de los expertos en Recursos Humanos advierte que los talentos de sus organizaciones sufren burnout o están quemados. El 19% de ellos calcula que un 50% de sus empleados están padeciendo este síndrome, un 16% cree que el 70% lo experimenta y el 11% que el 80% lo sufre.
Este año decidimos invitar a los especialistas en HR al estudio para que sumen su percepción del fenómeno. El 85% notó que las personas trabajadoras de su organización experimentan burnout y un 57% contó que los talentos afectados se acercaron a su área para informar la situación. Sin embargo, la mayoría aún no implementa medidas para prevenir o combatir este síndrome. Una de las grandes oportunidades del área de Recursos Humanos es empezar a poner foco en esta problemática, que va a significar una mayor calidad de vida para quienes lo atraviesan y una mayor productividad para las compañías, explica Barni.
Los comportamientos que los especialistas observaron y les indicaron que las personas trabajadoras sufren burnout son: la demostración de cansancio y agotamiento constante (75%), el desinterés en el trabajo (57%), la falta de satisfacción respecto a los logros laborales (35%), ausencias (29%), y un trato distante o insensible respecto a los demás (28%).
Entre los principales síntomas de burnout que identifican en los talentos, se encuentran: la pérdida de la motivación y el entusiasmo en el trabajo (67%); el desinterés en el trabajo y la disminución del rendimiento (63%); cansancio crónico y agotamiento constante (60%); cambios en el comportamiento, como irritabilidad o aislamiento (59%); dificultades para concentrarse y tomar decisiones (43%); aumento del ausentismo laboral (34%); mayor susceptibilidad a enfermedades (32%) insomnio o problemas para dormir (28%); falta de satisfacción respecto a los logros laborales (25%); y un trato distante o insensible para con los demás (24%).
El 86% de los especialistas sostiene que en la organización en la que trabajan no se implementan estrategias o medidas para prevenir o disminuir el burnout. En las instituciones en las se llevan adelante estrategias o medidas, las seleccionadas son: la flexibilidad en los horarios y la modalidad de trabajo (57%), el fomento de la comunicación abierta y la retroalimentación (30%), y los programas de bienestar emocional y mental (26%).
Las causas más comunes de burnout para los especialistas son: la carga excesiva de trabajo (63%); la falta de reconocimiento o recompensa (57%); un ambiente laboral tóxico (55%); la falta de comunicación dentro de la organización (50%); la falta de motivación laboral (44%); la falta de apoyo de los superiores (38%); el escaso equilibrio entre el trabajo y la vida personal (36%); la falta de posibilidad de desarrollo profesional o crecimiento (35%); la desorganización en la gestión de proyectos (35%); la falta de espacios de diálogo y apoyo emocional (28%); el exceso de presión para cumplir metas y objetivos (28%); los cambios constantes en las responsabilidades laborales (27%); la falta de control sobre las tareas (25%); la inestabilidad laboral (23%); y los conflictos interpersonales en el equipo de trabajo (21%).