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En un escenario económico cambiante, Forbes Argentina consultó a diversos especialistas para saber si conviene avanzar con la compra de un vehículo o postergar la decisión para más adelante. Sus recomendaciones.

21 Febrero de 2024 08.25

El último trimestre del año pasado la venta de autos se vio afectada por las elecciones y las fluctuaciones del dólar. De hecho, hubo períodos en que la primera medida de los concesionarios fue "esperar para vender", hasta saber qué pasaría con el mercado y a qué valor podrían reponer sus unidades. Todo esto en una industria que ya venía golpeada por las trabas para importar y la falta de stock. Enero es, históricamente, un mes que muchos consumidores eligen para cambiar el auto. Pero, en este contexto, la pregunta es: ¿es un buen momento? 

Jorge Prats Vuotto, Socio Líder de la industria de Manufactura de Deloitte, explica que para responder esa pregunta hay varios puntos a evaluar: oferta (la de vehículos importados aún no se ha normalizado, persisten las restricciones para que las automotrices puedan acceder a dólares frescos para el pago de importaciones), financiación (en el actual contexto las tasas de interés reales son negativas, por lo tanto, el acceso a financiación permite invertir exceso de pesos en activos reales) y oportunidad (dado que las ventas se han reducido y los concesionarios enfrentan elevados costos fijos, pueden surgir ofertas en términos de precio o acceso financiación). 

Industria automotriz.
De acuerdo con un relevamiento del Siomaa, el organismo que se encarga de las estadísticas del comercio automotor, los autos aumentaron, entre enero y octubre (últimos datos disponibles), en promedio, un 113%, mientras que la inflación acumulada para el mismo periodo fue de 120%. 

“Para cada persona el proceso de compra de su auto 0km o usado es particular: es una decisión muy importante en su vida y, probablemente, una de las inversiones más grandes que haga. Es fundamental analizar las múltiples variables antes de decidir qué auto comprar”, asegura el ejecutivo. Y añade: “Algunas de las preguntas a responderse son: qué uso se le va a dar, presupuesto, funcionalidades, qué elementos de equipamiento se quieren sí o sí, de cuáles se puede prescindir, qué tamaño se necesita, capacidad de baúl, cómo garantizar la calidad del auto, cuál es el lugar más seguro para comprarlo o cuanto tiempo dedicarle al proceso”.

En cuanto a la oferta de vehículos, algunos especialistas consideran que el parque automotor local está atrasado de acuerdo a las tendencias que predominan a nivel global, como los eléctricos e híbridos. La industria atraviesa fuertes cambios en cuanto a avance tecnológico y eso hace que muchos modelos que hoy están en el mercado puedan quedar obsoletos en los próximos meses. 

En un contexto inflacionario, donde aún se esperan más subas en los precios de los 0 km y la cotización del dólar está estable, la tendencia es refugiarse en un bien de capital. De acuerdo con un relevamiento del Siomaa, el organismo que se encarga de las estadísticas del comercio automotor, los autos aumentaron, entre enero y octubre (últimos datos disponibles), en promedio, un 113%, mientras que la inflación acumulada para el mismo periodo fue de 120%. Los especialistas coinciden en que la compra de un vehículo -ya sea un usado o un 0 km- es una alternativa que sigue siendo conveniente. 

En 2023 se vendieron 1.654.395 autos usados en todo el país, según la Cámara del Comercio Automotor (CCA). La devaluación de diciembre, que provocó una disparada de precios en la economía, dejó sin precios de referencia el segmento de usados. “Cabe destacar que, con las restricciones a las importaciones en los últimos dos años, y particularmente en 2023, hubo menos oferta y variedad en la disponibilidad de autos nuevos importados. En este sentido, la menor oferta y los problemas derivados en el servicio post venta (particularmente repuestos) afectó su demanda. Asimismo, una consecuencia de ello fue que la venta de autos cero kilómetros estuvo liderado por vehículos de fabricación nacional”, explica Prats Vuotto. 

Jorge Zabaleta, socio de PwC Argentina y líder de la industria automotriz, explica que comprar un auto como refugio de valor es una buena estrategia, pero hay que tener en cuenta que también genera un gasto asociado. “Los vaivenes de la macro afectan las decisiones y la industria está atravesando un momento de incertidumbre. Hay que ver cómo se acomodan los precios”, destaca. 

En materia de precios, la carga impositiva se mantiene y los valores se están reacomodando por el impuesto a los autos de lujo. “Hay mucha fluctuación y hoy está difícil ver dónde va a terminar todo esto. Es muy incierto”, asegura una fuente en off the record. 

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