Forbes Argentina
Empresas
Columnistas

El desafio ya no es crear, sino criar organizaciones

Valentín Videla CEO de Crack Consulting

Share

27 Junio de 2023 10.16

La era digital nos permite crear una empresa en, literalmente, minutos. 

La inteligencia artificial nos ayudará a encontrar el nombre justo muy rápidamente, luego con una aplicación como smashinglogo tendré el diseño de mi logo prácticamente al instante. El ChatGPT me dará una descripción de como presentar mi empresa en segundos, y con Wix puedo crear mi sitio web en minutos. Sumando a este proceso una rápida alta en el sitio del AFIP como monotributista, me recibo de empresario en un par de minutos.

Pero recién ahí comienza el desafío. Tienen que suceder infinidad de cuestiones para que una persona decida enfrentar esa montaña rusa de emociones que significa emprender (un más en nuestra amada Argentina). Pero muchos de los emprendedores que deciden comenzar a transitar este camino, y siendo exitosos en la creación de una organización, luego comienzan a evidenciar que sus mayores angustias tienen que ver con otro verbo que no es crear, sino CRIAR.

El concepto de criar una organización no dista mucho proceso de crianza de un niño. Hice el ejercicio de preguntarle al CHAT gpt que significa CRIAR un niño; aquí su respuesta:

CHATGPT RESPECTO A CRIANZA DE HIJOS

  1. Vinculo sano: la expresión de afecto es un elemento fundamental en la crianza. Los padres deben demostrar cercanía emocional hacia sus hijos, brindándoles seguridad, apoyo y atención emocional.
  2. Establecimiento de límites y normas: Los límites y las normas proporcionan estructura y orientación a los niños. Los padres deben establecer reglas claras y consistentes, adaptadas a la edad y desarrollo del niño, para ayudarles a comprender lo que se espera de ellos y promover un comportamiento adecuado.
  3. Comunicación efectiva: La comunicación abierta y respetuosa es esencial en la crianza. Los padres deben escuchar activamente a sus hijos, fomentar el diálogo y la expresión de emociones, y brindarles orientación y retroalimentación constructiva.
  4. Modelado de comportamientos positivos: Los padres son modelos de comportamiento para sus hijos. Es importante que los padres practiquen comportamientos positivos, como el respeto, la empatía, la honestidad y la responsabilidad, para que los niños los imiten.
  5. Apoyo al desarrollo: Los padres deben proporcionar un entorno seguro y estimulante que promueva el desarrollo físico, intelectual, emocional y social de sus hijos. Esto implica proporcionar oportunidades de juego, estimulación cognitiva, acceso a la educación y actividades extracurriculares apropiadas para su edad.
  6. Disciplina positiva: La disciplina se refiere al conjunto de estrategias utilizadas para enseñar a los niños a comportarse de manera apropiada y desarrollar habilidades de autorregulación. La disciplina positiva se basa en el respeto mutuo, la empatía y el enfoque en soluciones constructivas, evitando el castigo físico o verbal.
  7. Fomento de la autonomía: A medida que los niños crecen, es importante que los padres fomenten gradualmente la independencia y la toma de decisiones autónomas. Esto les permite desarrollar habilidades de pensamiento crítico y responsabilidad personal.

 

Reemplacen las palabras “padres” por “líder” y “niño/hijo” por “empleado” y tenemos la fórmula de como criar un cultura robusta, sana, comprometida y sustentable en el tiempo.

Esta analogía es muy potente. Tener un hijo no es la parte más compleja, el baile comienza con su crianza. Es ahí donde nos enfrentamos al desafío mas grande que la vida nos puede poner por delante; acompañar el desarrollo de otra persona siendo conscientes de que en gran medida serán lo que nosotros criemos.

El estereotipo del hijo “mal criado” es aquel que esta anclado en los caprichos, donde todo cuesta más con él, donde el desafío hacia la autoridad es constante produciendo momentos incómodos en casi todos los espacios que habita, y por lo general, es el perfil de niño que demanda en mayor proporción de lo que esta dispuesto a dar a cambio. 

Puedo decir sin temor a equivocarme, que el estereotipo de un empleado “mal criado”, es prácticamente el mismo.

En el otro extremo del péndulo, tenemos al “chico bien educado”. Este estereotipo de niño, respeta las normas, tiene un tono adecuado en sus repuestas, desafía, pero respetando el límite que le imponen, esta dispuesto a hacer y luego a demandar, y su tono es por lo general cordial. Nuevamente, todo lo que uno puede esperar de un empleado “modelo”.

La crianza es un proceso simple de entender, pero complejo de ejecutar. Todos pensamos en cómo nos gustaría que fuese nuestro hijo o nuestra empresa en términos de su cultura, pero es imposible tener una clara visión de cómo será el proceso de crianza de esa persona o cultura. Cuáles son los cientos de acciones, conversaciones, decisiones, actitudes, etc que debemos realizar para alcanzar esa visión inicial: imposible de redactar en un manual.

La cultura organizacional es un proceso de crianza continua, no concluye nunca por que es un organismo vivo que evoluciona todos los días. Darwin nos explica que el proceso de selección acumulativa permitió a los seres vivos ir realizando mínimas mutaciones a lo largo de la historia, mutaciones imperceptibles, pero que en un millón de años transformaron seres vivos por completo y crean cosas tan increíbles, completas y perfectas como un ojo. 

La evolución de una organización no es más que una repetición sin fin de reproducciones culturales (artefactos, valores y supuestos). En cada generacion el modelo de reproducción recoge el ADN cultural de la generacion anterior y lo entrega a la siguiente con pequeñas mutaciones que parecen imperceptibles pero que a lo largo de la historia terminan evolucionando a la organización de manera sustancial. 

La cultura es el ADN, es un programa, una serie de instrucciones para hacer más de lo mismo, y es el modo mas efectivo de transmitir información, modelos de trabajo, de comunicación, de gestión, de liderazgo. Muchas veces creemos que transmitir cultura es dar un buen discurso con un buen Power Point de fondo y que con eso lograremos forjar la cultura que queremos. Sabemos que es un camino políticamente correcto, pero de nula efectividad. Esa creencia sería tan ilusa como la de pensar que por sermonear a un niño vamos a lograr algún tipo de cambio en su manera de hacer las cosas.

Cuando creamos una compañía tenemos que ser conscientes desde el momento fundacional que necesitaremos una dosis muy contundente de habilidades de crianza para que esa organización crezca de manera sólida desde sus primeros años. Sabemos que en la crianza de los niños nos jugamos gran parte de su desarrollo en los primeros años, luego, por mas que nos esforcemos mucho, hay columnas que ya estan puestas y serán muy difíciles de mover. 

En las organizaciones sucede lo mismo, esas primeras decisiones frente a una crisis o un éxito comienzan a forjar cultura, la manera en que los fundadores se comunican, el perfil de sus primeros seguidores, la manera contrata y despide, si comen con la gente, si tienen secretaria, si saluda a la mañana, si invierte o si le dalo mismo la calidad de sus productos, como trata a sus clientes y a sus proveedores, etc., etc., son aspectos críticos y que en muchas ocasiones son decisiones poco pensadas.

Las organizaciones evolucionan con el paso del tiempo, es un aspecto inevitable, aunque nos quedemos quietos las propias modificaciones del entorno y contexto hacen que la cultura evolucione.

Veamos los tres estadios críticos del crecimiento que deben tener en cuenta los emprendedores:

1,Nacimiento y primeros años: la cultura es distintiva y es la fuente mas relevante de la identidad, es el aspecto mas aglutinante y convocante para nuevos talentos. Es lo que “los une”. La socialización es un aspecto muy valorado como evidencia del nivel de compromiso. “Somos una familia”.

 

2. Adolescencia, expansión: la integración cultural puede declinar a medida que se surgen subculturas. La erosión de valores originarios y objetivos comunes puede provocar una crisis de identidad. En estas etapas muchas veces surgen las oportunidades de encauzar un “cambio cultural”
 

3. Adultez, estabilidad: La cultura demanda innovación, persevera gracias a las glorias del pasado por eso se sobrevalora siendo una fuente critica de autoestima y defensa.

Como en la vida, nunca es tarde para cambiar, evolucionar y transformarse, pero siempre nos obliga a salir de nuestra zona de confort y buscar un nuevo estado deseado. 

“Criar es la oportunidad de ser testigos de milagros cotidianos, de ver cómo un ser humano se desarrolla y crece”


 


 

Tags
ChatGPT
loading next article
10