Acuerdo EE.UU. y China: el Secretario del Tesoro Scott Bessent anunció un "progreso substancial", mañana se conocerán los detalles
Tras meses de tensiones y cifras récord en el déficit comercial, Washington y Beijing anuncian avances en Ginebra. ¿Qué hay detrás del acuerdo y cómo impacta en la economía global?

En un contexto de máxima tensión comercial y con cifras históricas de déficit, Estados Unidos y China han dado un paso clave para desescalar la guerra de aranceles que sacude a los mercados globales. 

Tras dos días de negociaciones en Ginebra, funcionarios de ambos países anunciaron un "progreso sustancial" -dijo el mismo Scott Bessent- y la inminente presentación de un acuerdo que promete reducir el déficit comercial y abrir nuevas oportunidades para las empresas estadounidenses.

Un escenario de presión y récords negativos

Las negociaciones, celebradas en la residencia privada del embajador suizo ante la ONU, marcaron el primer encuentro cara a cara entre el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, el representante comercial Jamieson Greer y altos funcionarios chinos, entre ellos el viceprimer ministro He Lifeng. 

El telón de fondo no podía ser más desafiante: el déficit comercial de bienes de Estados Unidos con China alcanzó en 2024 los U$S 295.400 millones, un 5,8% más que el año anterior, mientras que el comercio bilateral totalizó U$S 582.400 millones, según datos oficiales.

El propio Bessent reconoció que el objetivo principal era "desescalar" la disputa, más que alcanzar un "gran acuerdo comercial", aunque Greer se mostró optimista: "Es un acuerdo que alcanzamos con nuestros socios chinos que ayudará a reducir el déficit comercial mundial de bienes de Estados Unidos de U$S 1,2 billones" 1 .

Aranceles al límite y la presión interna

La ofensiva arancelaria lanzada por Washington había elevado los aranceles a los productos chinos hasta un 145 %, mientras que Beijing respondió con aranceles del 125 % 4 1 . Sin embargo, la administración Trump admitió que "no se puede subir más" y que esa cifra deberá bajar, aunque la reducción será gradual y condicionada al avance de las negociaciones. "No es factible mantener el arancel del 145 % a los productos chinos", reconoció el propio Trump días antes del encuentro 1 .

La presión interna en ambos países fue determinante. En Estados Unidos, el déficit comercial global alcanzó un récord histórico, impulsado por un aumento abrupto de las importaciones ante el temor a nuevos aranceles. Solo en marzo, el déficit de bienes trepó a U$S 163.500 millones, un 11,2% más que en febrero, reflejando la preocupación de las empresas estadounidenses por el encarecimiento de costos y la contracción del PIB del 0,3 % en el primer trimestre del año 3 .

En China, el endurecimiento de los aranceles estadounidenses y la desaceleración industrial llevaron a Beijing a buscar una salida negociada. "El viraje de Beijing hacia el diálogo exponen temores por el aislamiento comercial y la presión interna en medio de cierres de fábricas y despidos", señala un análisis de Reuters 2 . El Ministerio de Relaciones Exteriores chino, sin embargo, mantuvo una postura firme: "La firme oposición de China al abuso de aranceles por parte de Estados Unidos es consistente y clara, y no ha cambiado" 2 .

Un acuerdo bajo la lupa: ¿qué se sabe hasta ahora?

Aunque los detalles se darán a conocer el lunes, los funcionarios estadounidenses insisten en que el acuerdo representa un "gran avance". El presidente Donald Trump celebró el resultado con entusiasmo: "Queremos ver, por el bien tanto de China como de Estados Unidos, una apertura de China a las empresas estadounidenses. ¡¡¡GRAN AVANCE LOGRADO!!!" 1 .

Según fuentes oficiales, el acuerdo contempla una reducción progresiva de los aranceles bilaterales y la apertura del mercado chino a productos y empresas estadounidenses, en línea con el reclamo histórico de Washington de "reciprocidad" y "apertura de nuevos mercados" 1 4 . El secretario de Comercio, Howard Lutnick, anticipó que se mantendrá una tarifa básica del 10% para la mayoría de los socios comerciales, mientras se negocian condiciones específicas país por país 4 .

China, resiliente y estratégica

A pesar de la presión, China logró mantener la resiliencia de sus exportaciones, compensando la caída de ventas a Estados Unidos con una mayor inserción en la ASEAN y Latinoamérica 3 . En abril, las exportaciones chinas continuaron firmes, mientras que la cuota de China en el total de importaciones estadounidenses cayó a niveles no vistos en 25 años, reflejando el impacto de los aranceles 3 .

"El primer round deja a un Trump consiguiendo justo lo contrario de lo que quería ya una Casa Blanca en una posición más débil cuando este fin de semana, en Suiza, se siente en una mesa frente al gobierno chino", sintetiza el análisis de El Economista 3 .

Perspectivas y próximos pasos

El acuerdo alcanzado en Ginebra marca un punto de inflexión en la guerra comercial, pero el camino hacia una relación equilibrada y sostenible será largo y estará plagado de desafíos. Estados Unidos busca no solo reducir su déficit, sino también persuadir a China para que abandone su modelo mercantilista y contribuya más al consumo global, un cambio que requerirá reformas internas profundas en Beijing 1 .

Mientras tanto, la administración Trump avanza en la negociación de acuerdos similares con otros países, con la expectativa de anunciar nuevos pactos comerciales en las próximas semanas 1 .

Como resume un alto funcionario estadounidense: "Nuestra expectativa es que estos países abran sus mercados y sus aranceles se reduzcan. Nuestra capacidad para exportar y hacer crecer nuestra economía va a ser mejor que nunca" 4 .

La guerra de aranceles ha dejado lecciones claras: la interdependencia global es un hecho, y la diplomacia económica será clave para evitar nuevos sobresaltos en el tablero mundial. El acuerdo entre Estados Unidos y China, aunque aún incipiente, es una señal de que el diálogo y la negociación siguen siendo el camino preferido para resolver las grandes disputas del siglo XXI.