Estudiar programación es atractivo por los altos sueldos y los beneficios laborales. Pero la formación suele ser cara y por eso tres startups argentinas ofrecen una solución.
Microverse es una escuela de programación fundada en 2017 por un argentino. Sus estudiantes pasan 10 meses aprendiendo de forma gratuita y los graduados obtienen, en promedio, salarios de US$ 1.750.