Con algoritmos que detectan cuándo y a quién contactar, las ventas telefónicas vuelven a ganar terreno en pleno auge de la automatización. La apuesta: menos insistencia y más precisión.
Los equipos de TI se enfrentan a una lista de responsabilidades en constante cambio y a un panorama de amenazas cibernéticas en infinita evolución. Asegurar la empresa es más complicado que nunca y parece que la voz se ha perdido un poco en la confusión.