La caída del gigante inmobiliario chino impacta en los grandes bancos de inversión en Wall Street y provoca un efecto contagio en los mercados internacionales.
Los inversores temen que una posible quiebra del “Gran Rinoceronte Blanco” afecte a toda China, ya que los pasivos de la compañía representan aproximadamente el 2% del PBI del país asiático.