El esquema funciona como un evento de cita a ciegas. Los participantes tienen 25 minutos por cada reunión hasta que suena una alarma que los obliga a rotar de cubículo y conocer a su siguiente "match". Sólo que, en vez de parejas, acá se buscan socios comerciales.
La dinámica fue ideada por el Gobierno de la Provincia de Santa Fe para ayudar a conectar a sus pymes con compradores internacionales y profundizar su salida exportadora. Los 250 compradores y las más de 1.000 empresas invitadas no fueron seleccionadas al azar, sino que se hizo un estudio y un filtro detallado para que haya compatibilidad comercial e intereses en común.
"El comprador se mete en nuestra plataforma digital y ve toda la gama de empresas que hay por sector y elige las reuniones que va a tener y lo mismo ocurre con el oferente. Nosotros hacemos un filtrado para que no se cruce un gigante como Carrefour, Walmart o Cencosud con una empresa chica que no tiene la escala para abastecerlo. Porque si esas reuniones no son fructíferas, se frustran, pierden tiempo y al año siguiente no vienen más", explica Georgina Losada, secretaria de Comercio Exterior de la provincia.
Sólo en los primeros días, se efectuaron 5.077 reuniones de este tipo mano a mano y se concretaron operaciones de ventas por más de 15 millones de dólares.
"El objetivo es duplicar en cuatro años la cantidad de empresas exportadoras. Un día en el foro equivale a la cantidad de reuniones que tiene una empresa B2B en 10 años. Es la herramienta más eficiente que ofrece el comercio exterior", dice Losada, quien propuso la iniciativa en 2024.
Si bien hay una gran diversidad de participantes, la mayoría de las empresas pertenece al rubro de manufacturas de origen agropecuario, mientras que las sub categorías más presentes son alimentos, biotecnología y laboratorios.
"Hace diez años empezamos a hacer cubanitos con diferentes rellenos y este año lanzamos el primer alfajor de oblea del mundo en la ciudad. Empezamos a vender en los parques de Rosario y hoy el producto se consume en los principales retails de Argentina como Carrefour o Cencosud y se exporta a tres países", cuenta a Forbes Ivo Kraljev, Co-Fundador de Arbanit, una pyme que proyecta facturar cerca de 4 millones de dólares al año en el futuro cercano.

Los casos de éxito presentes en el evento son de todo tipo y en su mayoría, empresas familiares como Hand Food, comandada por dos hermanas que vieron un boom del pochoclo saborizado envasado en sus viajes por el mundo y decidieron replicarlo en el país.
"La potencialidad de crecimiento a nivel pochoclo es total. Tenemos un consumo de 20 gramos per cápita cuando países vecinos como Brasil están en 3,5 kg y Chile que arrancó hace siete años ya está en 1 kg. Tenemos una capacidad instalada de 150 kg hora de pochoclos y 1.000 kg hora de papas chips, nuestro nuevo producto. Ya hicimos nuestra primera exportación a Uruguay, estamos cerrando tratativas con Paraguay y dialogando con China", celebran Julieta y Carolina López.
Respecto a la utilidad del evento, Alejandra Porrini, Gerente de Comercio Exterior de Inalpa, relata que acordaron 19 reuniones con empresas de 14 países distintos, donde se destaca la presencia en toda Latinoamérica y buscan expandirse a Estados Unidos, Canadá y Asia.
De acuerdo a los datos de los organizadores, la mayoría de las pymes buscan contactarse con compradores de la región por la facilidad del idioma y la menor distancia, aunque desde la provincia intentan acercarle otras oportunidades que observan en países lejanos como Medio Oriente o Asia.
"Nuestro primer mercado es India, segundo Brasil, tercero Vietnam, cuarto China, quinto Indonesia y sexto Chile. Lo que más nos piden es Latinoamérica, Estados Unidos y algo de Europa, pero por desconocimiento. Entonces ahí está un poco la ayuda nuestra para mostrar que hay muchas oportunidades en países como Arabia Saudita que está con un plan de importaciones de alimentos muy agresivo o para vender carne a Marruecos", subraya Losada.
¿Qué países vinieron a hacer "match"?
Japón, Noruega, Corea del Sur, Grecia y China son algunas de las banderas de países más lejanos que se podían ver en los boxes de reuniones del Santa Fe Business Forum en búsqueda de su "match" local.
"Teníamos oficinas en Argentina en el pasado, pero las cerramos. Ahora reabrimos porque vimos nuevas oportunidades para hacer negocios. Nos interesa comprar alimentos, carne, bizcochos, galletitas. Tuvimos muy buenas reuniones", sostiene Makoto Kitano, de la firma japonesa Itochu Fashion System.
La lectura del empresario japonés es compartida por varios compradores que sostienen que se abrió un escenario distinto en el comercio exterior con la Argentina.
"Por mucho tiempo, Argentina no estuvo en nuestro radar porque las condiciones del pasado eran otras. Ahora que cambiaron, el propósito es identificar quién es quién en el país, qué capacidades tienen y si cumplen con las condiciones para entrar al mercado de Estados Unidos que no son simples, pero nos topamos con empresas que entienden el valor de esos requisitos", dice Diego Aristondo, de European Confections.
Los desafíos pendientes
En Santa Fe destacan que el ordenamiento macroeconómico y simplificación de regulaciones de comercio exterior jugaron a favor de este programa. Sin embargo, también hacen énfasis en el fuerte déficit de infraestructura que complica cualquier plan exportador.
"La cuestión logística es fundamental. Nosotros podemos garantizar las rutas provinciales, pero hace falta una mirada de transporte multimodal. Tiene que estar a full el sistema ferroviario, el transporte de cargas, la hidrovia, los aeropuertos. Hoy entran 2,2 millones de camiones al puerto de Rosario y está totalmente saturado", grafica el ministro de Desarrollo Productivo, Gustavo Puccini.
Para remediar este problema, Puccini subraya que la provincia realizó una serie de inversiones viales para que los bitrenes puedan circular sin problemas, brindan asesoramiento a pymes respecto al acceso a puertos, decretaron una zona franca con vinculación a la hidrovía y solicitaron a Nación la posibilidad de exportar directamente desde el aeropuerto de Rosario.
"Antes todo tenía que ir a Ezeiza. Solicitamos la desregulación a Sturzenegger y hoy tenemos los primeros dos aeropuertos que exportan por fuera de Buenos Aires con una inversión de 90 millones de dólares para hacer una pista que permite que lleguen aviones de 350 pasajeros con un sistema de balizamiento casi único en el país", agrega el ministro.