Agustina Corniola y Virginia Infer hicieron sus carreras como emprendedoras en el mundo de la moda. Poco sabían de la industria de bebidas, más allá de reconocerse como “100% tomadoras de agua”. Pero su ojo creativo y atento a las tendencias internacionales les permitió detectar el crecimiento que estaba teniendo en varios países del mundo el consumo de agua en caja, en reemplazo del plástico. “No queremos hacerle la guerra al PET, queremos imponer un producto nuevo y disruptivo. Es también una forma de aportar un granito de arena en pos del cuidado ambiental y decidimos embarcarnos en el proyecto sin dudarlo”, destaca Corniola. 

En sus cabezas, el proyecto surgió hace más de dos años, cuando descubrieron que en el mundo –principalmente en los Estados Unidos y Europa– crecía la tendencia del consumo de agua en caja. “Hicimos mucha investigación, sobre todo de lo que estaba pasando en el exterior, y nos encontramos con que en Argentina no había nada”, cuenta Infer. Así, le presentaron el proyecto a Tetra Pak y mostraron interés en desarrollar la categoría. “Nos embarcamos de lleno y logramos conseguir la maquinaría que necesitábamos”, añade Corniola.

Para las emprendedoras, lograr llevar al mercado a KO Agua –lanzaron en enero de este año para aprovechar la temporada de verano– fue un camino sinuoso y lleno de obstáculos. Invirtieron más de $ 20 millones para llevar innovación a un mercado de bebidas que es, tal como ellas explican, “muy tradicional”. “Tuvimos que ponerle mucho empuje porque desarrollar un producto que no existe es muy desafiante y además hay una competencia muy grande con marcas establecidas”, cuenta Corniola, que tiene su máquina en un fasonero en Luján y toma el agua del acuífero Puelche.

Tienen más de 90 clientes entre colegios, universidades, hoteles y restaurantes. Proyectan desembarcar en supermercados en los próximos meses.
 

Es por eso que desde KO Agua se enfocan en la educación y en acciones de marketing que estén alineadas con su propósito de marca. “En el verano hicimos mucho marketing tradicional y también nos asociamos con Reciclando Conciencia e hicimos un día de limpieza de playa”, destaca Infer. La marca se encuentra disponible principalmente en restaurantes, hoteles, colegios y universidades. 

En total, suman unos 90 clientes. Además, esperan sumar pronto como canal de comercialización las cadenas de supermercados y también los drugstores de las estaciones de servicios. El canal kioscos, en tanto, es todavía un paso que las emprendedoras decidieron no dar, aunque apuestan a hacerlo más adelante: “El kiosco no mira la historia, mira el valor. Es un producto diferencial que de diferencia de precio no tiene el valor de un caramelo, pero cuando vas a vender a un kiosco el comerciante mira el número final de lo que le sale el producto”, aclaran las emprendedoras, que tienen un equipo formado por siete personas.

“Nos gusta decir que esto es agua y algo más: tiene un valor sostenible, triple impacto, economía circular. Hoy el consumidor está mucho más consciente y presta atención a estas alternativas”, destaca Corniola. El empaque de KO es 80% reciclable, pero ya se encuentran trabajando con Tetra Pak para cambiar sus tapas de plástico a hechas a partir de caña de azúcar. En el mientras tanto, apuntan al uso post consumo del plástico. Por caso, realizaron una acción junto a la marca de indumentaria 47 Street, donde realizaron frapperas de tapas para un evento de la brand. “Queremos cerrar el círculo de la economía circular. Nuestros clientes son puntos de acopio y los contactamos con cooperativas para que puedan reciclar los envases”, destacan.

Desde su lanzamiento, la compañía vio crecer sus ventas, aunque admiten que sus volúmenes no son muy grandes. “Somos una empresa nueva que está abriendo un segmento, y vamos teniendo resultados muy positivos. Lo positivo es que el cliente que adquiere KO lo vuelve a comprar”, añaden las emprendedoras, que buscan crecer en puntos de venta, sobre todo en hoteles del interior del país.

“En Argentina, más allá del contexto, hay muchas oportunidades para emprender. Obviamente tenés que tener el factor suerte y financiamiento, pero hay un mercado lleno de oportunidades”, asegura Corniola. De cara al futuro, las emprendedoras trabajan en el desarrollo de aguas infusionadas para ampliar su portfolio de productos. Buscan que sea sin azúcar ni edulcorantes, e incolora. En este sentido, Flow y Just Water –dos marcas de origen norteamericano, la última fundada por el hijo de Will Smith, Jaden– son un referente para las emprendedoras. “Queremos un producto sin octógonos, que sea 100% natural, saludable y con sabor”, refuerzan