Argentina volvió a estar en la mira de los principales centros financieros del mundo. El Banco Central (BCRA) y el Ministerio de Economía anunciaron una serie de medidas que buscan reforzar las reservas internacionales y avanzar en la normalización de la política monetaria que motivó diferentes análisis de Morgan Stanley y J.P. Morgan. Ambos bancos coinciden en que se trata de una estrategia pragmática, aunque no exenta de riesgos.
Según Morgan Stanley, la clave de las nuevas medidas está en el cambio del canal de acumulación de reservas. En vez de priorizar el superávit de cuenta corriente, el Gobierno apunta a la cuenta financiera: colocación de bonos en dólares y un acuerdo de repo con bancos internacionales. La entidad destaca que este camino permite cumplir los compromisos con el FMI, aunque advierte que no es el ideal.
"Preferiríamos que el proceso estuviera centrado en flujos de cuenta corriente, que son más sostenibles", señala el informe, pero reconoce que "el uso de deuda permite avanzar más rápido en reducir inflación sin debilitar el tipo de cambio".
J.P. Morgan coincide en que el Gobierno apuesta a evitar compras netas en el mercado cambiario oficial. Destaca que se eliminó el período mínimo de permanencia para inversores no residentes cuando ingresan dólares por el canal oficial, siempre que los bonos tengan vencimientos mayores a seis meses.
Además, ambas firmas mencionan la continuidad de las emisiones del BOPREAL —instrumento diseñado para empresas con deudas comerciales o dividendos no girados antes de 2025—, con una nueva serie a subastarse el 18 de junio.
Política monetaria: ajuste gradual pero claro
En el plano monetario, tanto Morgan Stanley como J.P. Morgan valoran la decisión del BCRA de eliminar las Letras de Liquidez (LEFIs) a partir de julio. Estas serán canjeadas por instrumentos del Tesoro (LECAPs), lo que implica una salida del Central como emisor de activos remunerados y un giro hacia una política de control de agregados.
Morgan Stanley subraya que esta medida es coherente con un esquema que evita emitir para sostener tasas y que busca reducir el exceso de pesos en circulación heredado del año pasado. También destaca positivamente la recompra de opciones de venta (puts) en manos de los bancos como una vía para disminuir los pasivos contingentes del BCRA. En la misma línea, J.P. Morgan considera que la política monetaria del Central gana previsibilidad y se orienta a un esquema más pasivo, donde las tasas pierden protagonismo frente al manejo de liquidez y encajes.
Mirada de conjunto: estrategia viable pero con condiciones
Ambos bancos coinciden en que las medidas representan un paso importante para encauzar la macroeconomía, aunque advierten que el éxito dependerá de que el mercado siga dispuesto a financiar al Tesoro. Morgan Stanley anticipa que, aunque Argentina llegaría con déficit al primer test con el FMI (13 de junio), es probable que reciba una dispensa (waiver), ya que las políticas permitirían cumplir los objetivos hacia septiembre. A futuro, el gran desafío será transitar hacia una acumulación genuina de reservas mediante exportaciones, sin depender indefinidamente del endeudamiento.