En un contexto global de reconfiguración económica y geopolítica, la Argentina re emerge como un foco de atención para los inversores, que miran, más allá del día a día. si las reformas que viene implementando el gobierno de Javier Milei son suficientemente sostenibles en el largo plazo como para generar el interés de los grandes fondos internacionales. Las elecciones de medio término, en ese sentido, son un hito a analizar pero el contexto macro genera buenas expectativas.

Así lo planteó Aitor Jauregui, director de BlackRock para América Latina, el mayor fondo de inversión del mundo que gestiona una cartera de US$s11,6 billones, durante su participación en el Forbes Money & CFO Summit. En un diálogo con Virginia Porcella, editora de Money de Forbes Argentina, el analista delineó la visión de largo plazo de la compañía sobre las condiciones de inversión en el país y la región.

La percepción de BlackRock sobre la Argentina es cautelosamente optimista. Jauregui destacó que "con la nueva administración, desde luego, se está impulsando una agenda de consolidación fiscal, de desregulación, liberalización del mercado". Este giro está siendo respaldado por el Fondo Monetario Internacional, y ya se observan "signos de estabilización macroeconómica, como la moderación de la inflación, el control de las cuentas fiscales con superávit y la apreciación de los precios de los activos".

No obstante, Jauregui fue enfático al señalar que "la transformación aún no está completa y hay riesgos de implementación que tenemos que seguir monitoreando". A pesar de esto, reafirmó que el país presenta dos tipos de oportunidades: las existentes desde hace tiempo como la necesidad de infraestructura, y las nuevas, impulsadas por la innovación digital y, de manera particular para el país, la transición energética. Sin embargo, reconoció que las dificultades de corto plazo, tanto externas como domésticas, repetidamente postergaron la materialización de estas oportunidades.

El rol de BlackRock, según el directivo, es velar por el largo plazo, identificando estas "oportunidades para construir carteras resilientes para sus clientes, menos dependientes de la volatilidad" del corto plazo y orientadas a un retiro digno. "Argentina representa el 10% del PIB de la región. No es algo desdeñable", afirmó, subrayando la importancia de seguir de cerca la implementación de las medidas económicas, incluso más allá de las elecciones de octubre.

En la misma línea, enfatizó la vocación de permanencia de BlackRock en América Latina, más allá de los ciclos políticos y los resultados electorales de corto plazo. "No tenemos que detenernos en cuál es la siguiente elección, en qué momento se produce, cuál es el resultado", sentenció, recordando que la compañía lleva tres décadas operando en la región.

La gestión del riesgo es un pilar innegociable para el fondo inversor, considerada un "deber fiduciario". Este enfoque permite a la gestora analizar los factores de riesgo de cada activo, sin perder la perspectiva regional y global. La prioridad es "democratizar el acceso a la inversión independientemente de la coyuntura específica, atrayendo el interés de inversores internacionales para invertir en países como México, Brasil, Colombia y, por supuesto, Argentina".

Jauregui transmitió una mirada de optimismo moderado por parte de los inversores. "Creemos que obviamente si hay ansiedad hay incertidumbre, pero son optimistas", afirmó. Los inversores buscan alianzas estratégicas y herramientas de gestión del riesgo, con un creciente interés en la infraestructura, el crédito privado y los activos reales. 

Para BlackRock, la región sigue siendo un foco de oportunidad, y su misión es ofrecerla a quienes confían en ellos para construir sus carteras a largo plazo. "No es que me preocupe algo puntual de la coyunutura actual de la Argentina, sino simplemente que continuamos viendo ese progreso, esa evolución", reafirmó Jauregui, señalando la necesidad de que la sostenibilidad de los avances internos se complemente con una perspectiva global favorable.

En una visión más abarcativa, el directivo regional del fondo de inversión entendió que "la región latinoamericana atraviesa una reconfiguración industrial y social que demanda una mayor inversión en infraestructura. Ante los elevados déficits fiscales de los estados, el sector privado jugará un papel fundamental, cofinanciando proyectos y fomentando las alianzas público-privadas. Y veremos mucho más de eso", anticipó. Música para los oídos de Milei.

América Latina, entonces, se posiciona como un actor estratégico en la reconfiguración de las cadenas de suministro globales, gracias a sus materiales críticos y su ventaja geográfica frente a otras regiones emergentes. Si bien las tensiones globales pueden generar volatilidad, BlackRock mantiene una perspectiva de largo plazo, entendiendo que "los mercados se comportaron incluso ligeramente en positivo" a pesar de las fluctuaciones diarias y semanales de los útimos meses.