Doble traje: Los principales desafíos económicos de Sergio Massa como ministro y candidato
Los principales números de la economía no juegan a favor del titular del Palacio de Hacienda y principal presidenciable de la fuerza oficialista Unión por la Patria. La falta de dólares que profundizó la sequía es el principal escollo de los próximos meses.

El ministro de Economía, Sergio Massa, inició su primera semana como principal precandidato presidencial de la fuerza oficialista Unión por la Patria en la fórmula que compartirá con Agustín Rossi como vicepresidente. A pesar del doble traje, los desafíos que tendrá que enfrentar hasta las elecciones no son muy distintos a los que ya existían el viernes.

Los principales números de la economía no juegan a favor del titular del Palacio de Hacienda: la inflación apunta a cerrar el año muy por encima de los tres dígitos, el dólar paralelo se mantiene con una brecha en torno al 100% respecto al oficial, las reservas se encuentran en niveles críticos, el poder adquisitivo del salario no se recupera y la pobreza alcanza al 43% de la población según las últimas mediciones privadas.

Por otro lado, cerca del ministro resaltan el sostenimiento de la actividad económica y de la creación de empleo, aunque este último punto está directamente vinculado al bajo nivel de los ingresos y la necesidad de las familias de salir a buscar más recursos para sostener sus niveles de consumo. Sin duda, el mayor activo que señalan en el equipo de Massa es que no hubo una espiralización de la crisis ni de la nominalidad.

Inflación

La llegada de Massa al Ministerio de Economía se conoció a finales de julio del año pasado, cuando al frente de la cartera se encontraba Silvina Batakis. Ella había asumido tras la crisis financiera y política que precipitó la renuncia de Martín Guzmán.

La inflación de julio del 2022 había sido del 7,4% con una desaceleración hasta el 4,9% de noviembre que se revirtió parcialmente con un 5,1% en diciembre. A partir de enero de 2023 la aceleración inflacionaria llevó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) a tocar el pico de 8,4% (Massa había dicho que comenzaría con un “3 adelante”) para luego descender levemente hasta el 7,8% que informó el INDEC para mayo.

El indicador acumuló hasta el mes pasado una suba de 42,2% en lo que va del año y 114,2% en los últimos doce meses, la más alta en tres décadas, mientras que cuando asumió el tigrense era del 74% anual. La inflación promedio de la gestión del actual ministro de Economía es del 6,7%, según detalló la consultora Ecolatina.

Dólar

El precio del dólar es clave para la estabilidad política y económica de cualquier Gobierno. En el caso del Frente de Todos, el cepo cambiario puso especial importancia a la brecha entre las cotizaciones oficiales y las paralelas como un termómetro de la coyuntura.

Sergio Massa asumió con un dólar blue a $314, después de que durante la crisis tocara los $338 con una brecha del 130%. El economista en jefe de Romano Group, Salvador Vitelli, explicó que a precios actuales la cotización del tipo de cambio paralelo sería de $623 y $677, respectivamente.

Lo cierto es que la semana pasada el informal cerró en $493, por lo que se mantuvo estable desde la corrida de finales de abril que llevó a tocar los $500 con una brecha cercana al 130%, un nivel de crisis que actualmente se ubica en torno al 95%. Aunque esa calma tuvo lugar en medio de las intervenciones del BCRA en el mercado bursátil con parte de las escasas reservas en poder de la autoridad monetaria.

“Recordemos que mantener contenida a la brecha cambiaria es parte esencial del plan Massa y un desafío transversal al “frente de los Dólares”, el “frente de los Pesos” y el “frente de los Precios”: actualmente, un salto en los dólares paralelos se filtra con mayor facilidad la inflación (como ya vimos en los números de abril) y aumenta las expectativas de devaluación, reduciendo aún más la oferta neta de divisas”, advirtió Ecolatina.

Reservas

En ese sentido, el Gobierno sufre la escasez de divisas que se profundizó por el impacto de la sequía en las exportaciones del agro. Esa situación ha tenido influencia en la inestabilidad del mercado cambiario y es la principal preocupación del oficialismo en ese sentido.

Luego de la finalización del dólar agro para la soja, que otorgaba un tipo de cambio a $300 para las exportaciones de ese cultivo, el BCRA acumuló tres semanas consecutivas de ventas en el mercado de cambios por US$ 550 millones en lo que va de junio y US$ 2.673 millones en lo que va de 2023.

“Actualmente, las Reservas Netas (excluyendo DEG, que son la moneda del Fondo) se encuentran en mínimos históricos: son negativas en cerca de US$ 2.200 millones. En este escenario, el Gobierno debía cancelar vencimientos con el FMI por US$ 2.700 millones (aproximadamente 2.013 DEG) esta semana (el 21 y 22 de junio). Dado que actualmente el Gobierno cuenta con algo más de 1.200 DEG (poco más de USD 1.600 M), las autoridades decidieron postergar dichos pagos para fines de mes (un movimiento permitido dentro del reglamento del FMI) a la espera del desembolso correspondiente al primer trimestre”, detalló Ecolatina.

Actividad, empleo e ingresos

La falta de dólares llevó al Gobierno a endurecer el acceso a divisas a precio oficial para el pago de importaciones. Las principales cámaras empresarias endurecieron sus reclamos en las últimas semanas, con la advertencia de que la producción podría frenarse de no mediar una liberación dentro del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA).

De todos modos, la actividad económica continuó en crecimiento durante el primer trimestre. El PBI marcó una suba de 0,7% respecto al último trimestre del año pasado gracias al impulso del consumo y la inversión. Las exportaciones cayeron 13,5% debido al impacto de la sequía en las ventas externas del agro.

En ese marco, el desempleo cerró el primer trimestre en 6,9% , el nivel más bajo para ese periodo desde que se tiene registro. Ese valor se alcanzó gracias a una tasa de actividad y de empleo récord.

Pero la explicación a ese proceso es la pérdida del poder adquisitivo a partir de un proceso que se conoce como “trabajador adicional”. En definitiva, cada vez más integrantes de un mismo hogar tienen que salir al mercado laboral para conseguir ingresos y sostener el consumo de ese grupo familiar.