Probamos el Porsche 911 Targa de Theon Design: vale US$ 550.000 y lo justifica en cada curva
Una reinterpretación del clásico alemán que combina diseño, tecnología y emoción pura: el GBR005 es un restomod con 407 caballos de fuerza y detalles únicos, pensado para disfrutar tanto en rutas rurales como en ciudad.

¿Quién no soñó alguna vez con ganar la lotería y empezar a tachar autos deseados de la lista? En mi caso, lo primero sería ir directo al concesionario de Lamborghini más cercano y encargar uno de esos toros italianos en algún color que llame la atención. Después, el garage soñado empezaría a llenarse de otras joyas. Hasta ahora, el Porsche 911 nunca había estado en esa lista... hasta que conocí a Theon Design.

Theon Design es una firma británica con sede en el Reino Unido. Pertenece a Adam Hawley, un diseñador automotor que dejó su huella en marcas como Lotus, BMW y Jaguar Land Rover.

El proyecto empezó con una idea ambiciosa: construir el Porsche 911 perfecto, sin perder el encanto de manejo ni la estética clásica del modelo. "Siempre me encantó el 911. Es hermoso y práctico", resume Hawley.

 

¿Querés un auto con 500 caballos de fuerza, caja manual de seis marchas, diferencial autoblocante Wavetrac y que acelere de 0 a 160 km/h en apenas 6,5 segundos? No hay problema. Cada unidad se hace a medida y no tiene límites.

En ocho años, Theon construyó 18 autos: 15 completamente personalizados y tres restauraciones. Cada proyecto lleva unas 6.000 horas de trabajo entre el diseño y el armado.

En un galpón discreto de Deddington, Oxford, salieron algunos de los restomods más interesantes del 911. Viajamos hasta ahí para manejar el GBR005, una Targa en color Signal Yellow con 407 caballos de fuerza y 285 lb-ft de torque, equivalentes a unos 39,4 kgm. Este modelo incorpora dos estructuras tubulares de carbono unidas al chasis original para mejorar la rigidez. "Hace una diferencia enorme: consigue la misma rigidez torsional que una coupé", dijo Hawley.

 

 

El Porsche 911 por Theon Design

 

El auto mantiene el monocasco de acero, pero suma piezas de fibra de carbono como el capot, la tapa del motor y los paragolpes. Los guardabarros ensanchados también son de carbono y cubren neumáticos anchos montados sobre llantas Fuchs de 17 pulgadas. Cuatro salidas de escape se integran de forma prolija al paragolpes, y en la parte trasera se destaca un alerón activo tipo ducktail. Los espejos laterales están inspirados en el concept del Porsche 911 Speedster, un detalle que le suma personalidad.

El motor es un bóxer de seis cilindros y 3.8 litros, atmosférico, con tapas de cilindro de aluminio de calidad motorsport diseñadas por Theon. El sistema de escape tiene recubrimiento cerámico y una válvula de apertura variable. También incorpora un nuevo sistema de admisión, un volante motor de masa única aligerado y una caja manual de seis marchas tomada del 993 RS, que envía la potencia al eje trasero.

En el chasis, suma amortiguadores electrónicos Tractive de cinco posiciones, resortes Eibach y frenos del 993 RS. Todo pensado para un manejo deportivo pero sin comprometer la comodidad.

 

Adentro, no se descuida ningún detalle: costuras amarillas en la consola central, una línea central del volante en el mismo tono y asientos delanteros estilo turismo tapizados en tartán completan una estética llamativa.

No es un auto de pista incómodo, lleno de jaulas antivuelco o llaves tipo avión. Es un 911 para el uso diario, con cuero de alta calidad, equipo de audio Focal y aire acondicionado. El techo Targa, hecho en mohair, se puede quitar en los días cálidos y guardarlo en el baúl, algo que el modelo original no permitía.

Antes de manejar el GBR005, la experiencia empezaba con un Porsche 964 bastante venido abajo. Comparar el "antes y después" formaba parte del plan. Aunque largaba una nube de humo azulado por el escape, pronto pasará por las manos de los ingenieros de Theon para transformarse de chatarra en una obra de arte.

 

 

Al volante del Porsche 911

 

El motor del GBR005 arrancó con un ronquido que se transformó en un ralentí desparejo, producto de los cuerpos de aceleración individuales (ITB). Con solo apretar un botón en el tablero, se abrieron las válvulas del escape y estalló una sinfonía grave. Pisás el acelerador y el bóxer sube de vueltas con furia. Al soltarlo, se escucha un repertorio rasposo, con explosiones que parecen fuegos artificiales. Gloriosamente escandaloso.

La potencia máxima aparece a las 7.700 rpm y el torque máximo, a las 6.650. A pesar de esas cifras tan altas, el motor respondió muy bien a bajas vueltas gracias a los ITB y al volante liviano.

Cuando acelerás a fondo, los árboles y los carteles se te vienen encima. Sin embargo, el auto transmite tanta confianza que podés recorrer caminos rurales con agilidad. Después, cuando se termina la diversión, se cierra la válvula del escape y el motor casi se vuelve civilizado.

 

A pesar de su postura baja, no sufrió en caminos rotos ni castigó la espalda como pasa con muchos deportivos modernos. Además, como ya se nota, el comportamiento del auto es excepcional. Sentarte al volante te hace sentir especial. No por manejar un clásico que sacude los caminos, sino por lo único que es este auto.

Dicen que un auto refleja la personalidad de su dueño. El GBR005 lo confirma.

Para quienes ganan la lotería o buscan invertir en un restomod del 911, lo que hace Theon Design es difícil de igualar. El precio arranca en US$ 510.000 para la versión coupé, y sube a US$ 535.000 para la Targa. "Es un proceso que nuestros clientes disfrutan mucho. Es un viaje que implica diseñar y construir un auto para cada uno, no hay dos iguales", explican desde la marca. Es mucha plata, y con ese monto podés comprarte dos superdeportivos usados. Pero no serán tan especiales como este. El Theon 911 no solo es único para quien lo compra, también es una máquina que puede atravesar generaciones y convertirse en parte de la historia familiar.

Nota publicada en Forbes US.