Las mejores ciudades de EE.UU. para mujeres empresarias
Los estados del sur y el oeste del país están bien representados en el top 10.

El número de mujeres emprendedoras aumentó exponencialmente en EE.UU. durante la última década. Hoy 12,3 millones de empresas son propiedad de mujeres en el país, según un informe de American Express y SCORE. El promedio de ingresos anuales de esas empresas aumentó 68% entre 2018 y 2019, de US$ 228.578 a US$ 384.359, según un estudio anual de 30.000 empresas pertenecientes a mujeres hecho por Biz2Credit.

Las empresas de las mujeres están prosperando en todo el país, pero en algunos lugares más que en otros. Hace poco, Fundera realizó un estudio sobre las mejores ciudades para emprendedoras, basado en datos de la Oficina del Censo de EE.UU. y la Tax Foundation. El resultado: los estados del sur y el oeste del país (entre ellos Arizona, Florida, Nevada, Oregon y Washington) están bien representados en top 10.

Según la encuesta, las 10 mejores ciudades de EE.UU. para emprendedoras son:

  1. Seattle, Washington
  2. Paradise, Nevada
  3. Orlando, Florida
  4. St. Petersburg, Florida
  5. Gilbert, Arizona
  6. Scottsdale, Arizona
  7. Durham, Carolina del Norte
  8. Portland, Oregon
  9. St. Paul, Minnesota
  10. Anchorage, Alaska

Florida, que no grava los ingresos, resultó ser muy receptiva para las emprendedoras. Orlando, donde las mujeres ganan más que los hombres con emprendimientos, quedó tercera, en parte por su costo de vida relativamente bajo. St. Petersburg, que también tiene esa ventaja, se quedó con el cuarto puesto.

Después vienen dos ciudades de Arizona, Gilbert y Scottsdale. A la primera le fue bien en muchas categorías, mientras que la segunda llegó al top 10 gracias a su sólida comunidad de emprendedoras y su mano de obra cualificada.

Durham, en Carolina del Norte, forma parte del llamado “triángulo de la investigación” y ocupa el séptimo puesto por su gran proporción de empresarias autónomas, sus costos de vivienda relativamente bajos y sus cifras de generación de empleo (antes de la pandemia). Por otro lado, el estudio muestra que la disparidad de género entre los ingresos de los propietarios de empresas ronda el 30%.

Portland, en Oregon, sacó buena nota en muchas categorías, entre ellas el porcentaje de mujeres entre los propietarios de empresas (42,7%). Por otro lado, cobra impuestos mucho más elevados y presenta una disparidad de ingresos más alta (más del 20%) que muchas de las demás ciudades del ranking, según la encuesta. Como Seattle, Portland viene siendo escenario de grandes tensiones sociales en 2020. Lo mismo vale para St. Paul, en Minnesota, cuya ciudad gemela, Minneapolis, sufrió episodios de violencia tras el asesinato de George Floyd.

El top 10 lo completa Anchorage, en Alaska. Si bien es fría y está lejos de EE.UU. Continental, le fue bien por su porcentaje de empresarias autónomas.

Una sorpresa relativa es que las ciudades de California no se revelaron muy aptas para emprendedoras. Algunas de las ciudades en el fondo del ranking son Riverside, Santa Ana y Fresno. Probablemente esto tenga que ver con la disparidad de género en los ingresos y los costos de vida relativamente altos.

Los rankings de las ciudades se basaron en los siguientes factores:

  • Porcentaje de propietarias de empresas autónomas.
  • Disparidad de género entre los ingresos de los empresarios.
  • El costo de la vivienda como porcentaje del ingreso de las emprendedoras (alquileres e hipotecas divididos por los ingresos de las mujeres empleadas en sus propias empresas).
  • Porcentaje de habitantes con nivel universitario completo (señal de que hay mano de obra cualificada). Generación de puestos de trabajo (variación porcentual en la cantidad de trabajadores de 2017 a 2018).
  • Tasa impositiva local.

Las pymes estadounidenses fueron golpeadas con particular dureza por el coronavirus, y aquellas en manos de mujeres no fueron la excepción. Muchas no tenían grandes reservas de caja y buscan préstamos para pymes. Los restaurantes siguen atados de manos por las restricciones para operar puertas adentro.

 Otras empresas tienen muchas dificultades para hacer volver a sus empleados por las generosas prestaciones semanales por desempleo de US$ 600 que otorgó el Gobierno. Otra inquietud es que se agoten los fondos del Programa de Protección de Pago de Salarios (PPP, por sus siglas en inglés) de la Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa (SBA, por sus siglas en inglés) y el Departamento del Tesoro, ya que el Congreso todavía no acordó asignar más fondos o crear un programa nuevo para reemplazarlo.

De todas formas, la pandemia no durará para siempre, y cuando afloje, las empresas de las mujeres (y de los hombres) comenzarán a trabajar duro para recuperarse.

Autor: Rohit Arora

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