¿El dinero da felicidad? Qué dice este estudio de casi 100 años de Harvard
Un estudio estuvo examinando la felicidad desde la década de 1930 y, después de décadas de investigación, los resultados se publicaron en un libro.

Es difícil obtener pruebas sobre lo que hace feliz a la gente, pero hay un estudio longitudinal que estuvo examinando la felicidad desde la década de 1930 y, después de décadas de investigación, los resultados se publicaron en un nuevo libro, The Good Life.

El Estudio de Desarrollo de Adultos de Harvard, dirigido por los profesores Robert Waldinger y Marc Schulz, ha estudiado a las mismas 700 personas y sus familias a lo largo del tiempo para determinar qué hace que las personas prosperen. Hicieron miles de preguntas cualitativas y tomaron cientos de medidas cuantitativas de salud, desde escáneres cerebrales hasta análisis de sangre.

Son principalmente las relaciones y las conexiones que forjás lo que hace que la gente esté más contenta.

En la década de 1930, los participantes se eligieron entre estudiantes varones de Harvard o un grupo de niños de un suburbio de bajos ingresos de Boston. Cada cinco años daban información médica y, cada dos años, respondían preguntas detalladas. Sus esposas e hijos se unieron más tarde al estudio, que rastreó a este grupo a través del trabajo, el matrimonio, el divorcio e incluso la muerte: 25 participantes dejaron sus cerebros en el estudio después de su muerte.

Robert Waldinger es el cuarto director del proyecto a lo largo de su vida. Él dice: “Aprendimos que las personas creen que la felicidad es algo que pueden lograr: si compran esa casa, obtienen un ascenso o pierden suficiente peso. En esos casos, piensan, la felicidad los seguirá".

"Actuamos como si fuera un destino al que llegaremos si marcamos las casillas correctas, pero los datos muestran muy claramente que esto simplemente no es cierto. Y eso es algo bueno, ya que la satisfacción ya no es algo fuera de nuestro alcance, sino eminentemente alcanzable para todos nosotros”.

Resulta que el dinero no hace feliz a la gente, ni tampoco tu posición o rango. Son principalmente las relaciones y las conexiones que forjás lo que hace que la gente esté más contenta. Ya sea en forma de amistades, clubes de lectura, vínculos románticos, grupos religiosos, socios deportivos o compañeros de trabajo, las personas con los lazos y conexiones sociales más fuertes a los cincuenta años estaban en mejor forma a los ochenta.

 

*Con información de Forbes US